Capitulo 30.

47 9 4
                                    

Capitulo 30

Shim JaeYoon

—No. Lo que dices no es verdad.

—¿Me amas? ¿Aún me amas como antes? —niega, corriendo la mirada— JaeYoon, tenemos 20 años... Tenemos solo 20 años y estamos pasando por esto, ¿qué quedara para el futuro?

—Van a pasar cosas buenas, lo sé. Mi corazón lo siente.

—¡Esto me está lastimando! —exclama al borde del llanto.

Un nudo se ha formado en mi garganta.

—¡También me duele! Pero... Pero puedo aguantar por ti, por nosotros. Quiero que sigamos juntos, por favor.

—No... Ya no puedo soportar esto, JaeYoon.

—Prometí no dejarte... —mis palabras salen en un susurro— pero también prometiste no alejarme.

Entonces al verle es cuando me doy cuenta de lo que está pasando. Aunque él intente ocultarlo, puedo notarlo. La forma en la que evita que le mire los ojos, que note como el color de ellos ha cambiado. Odia que yo lo note, que esté presente cuando esto pasa. Quiere mantenerme fuera de su entorno, le da vergüenza.

—SungHoon, mírame —simplemente me ignora y sigue con la mirada perdida en otra parte— por favor, SungHoon.

—Déjame solo...

— No la has tomado. No te ví tomar tu medicación.

—Nunca estás aquí. Es imposible que me hayas podido ver tomarlas.

Mentiría si digo que sus palabras no han dolido, pero la merezco.

—No soy idiota, SungHoon. He visto los botes en el mueble del baño y están en el mismo lugar desde hace meses. SungHoon, debes tomarlas. El terapeuta ha dicho que...

—¡Me importa un demonio lo que él diga! —pasa una mano por su rostro, acción que hace cuando está frustrado— cuando las tomo... Yo... Es como si estuviese dopado, Jae. Me siento cansado, sin energía, no reaccionó a nada. Soy un maldito zombie cuando tomo las pastillas. Soporté eso por ocho años, ya puedo seguir.

—Estás pasando por un episodio, ¿cierto? —no lo niega o confirma, pero sé la respuesta— me tendrías que haber dicho.

—No quiero ser una molestia para ti.

—Eres mi novio, SungHoon.

—Eso no cambia nada. Es que tú no entiendes lo frustrante que es esto para mí... —susurra al borde del llanto nuevamente— me frustra no poder controlarme. Me molesta tanto depender de los demás para cuidarme. Quiero ser normal, quiero poder sentir o hacer lo que hace alguien normal. Quiero salir, beber y divertirme; quiero una familia, un padre, una madre y a mis hermanos... Quiero poder evitar todo esto y disfrutar el aquí y el ahora con quien amo. Pero nada de esto es posible porque no soy normal.

Al escuchar sus palabras y al verlo derrumbarse frente a mí, solo puedo pensar en abrazarle, en tomarlo entre mis brazos y hacerle entender que todo está bien. Porque sí, todo está bien. SungHoon está bien.

El menor esconde el rostro en mi pecho, soltando lágrimas y sollozando por lo bajo.

—Todo está bien, Hoonnie. Casi es un nuevo año... Verás que el año que viene todo será distinto. Estaremos mejor... Estaremos mejor y juntos como antes, ¿sí?

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. Yo no miento —un besito cariñoso es depositado en la cabecita del menor— pero debes decirme cuando sientas que estás pasando por un episodio. Poco a poco voy a poder ayudar cuando eso pase. Ten por seguro que no estarás solo nunca más.

BonhomieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora