IHM II

Capítulo 340: El Gran Hermano entra en acción

Sin embargo, Gu Zuo tampoco era lo suficientemente tonto como para pensar que esta primera ronda de ataques había infligido grandes pérdidas al dragón de inundación de origen y que los siguientes asuntos se resolverían fácilmente. Por el contrario, mientras que el dragón de las inundaciones inicialmente había subestimado al enemigo, una vez que recibió estas heridas graves, su cerebro, que había sido cegado por la complacencia después de evolucionar, se aclararía un poco.

En este momento, el dragón de la inundación de origen recordó algo. Estos miembros de la raza humana contra los que estaba luchando tenían un qi y una sangre tan vigorosos. Eran ciertamente la descendencia excepcional de la raza humana. ¡Con armas poderosas, fueron capaces de dañarlo!

En consecuencia, el dragón de la inundación de origen levantó la guardia mientras sufría el dolor. No parecía negligente o casual como antes.

En este momento, era un animal enjaulado que no se había hundido completamente en un frenesí. ¡Soportó el dolor y finalmente mostró el poder que pertenecía a una bestia de origen de rango uno!

¡El dragón de la inundación de origen abrió sus fauces y arrojó un torrente de líquido negro! ¡La persona objetivo era Bao Hong, que le había apuñalado los ojos!

Pero, ¿cómo podría Bao Hong carecer de vigilancia?

Después de sus golpes, Bao Hong se esforzó por sacar sus dos alabardas y voló hacia una posición más alta. Esas puntas de alabarda sacaron el hedor de la sangre y mancharon las cuencas de los ojos del dragón de la inundación, impidiéndole ver claramente su entorno. Entonces, Bao Hong ya se había volteado sobre la cabeza del dragón de la inundación. Una mano ejerció fuerza para agarrar las siniestras espinas en la parte superior de su cráneo. La otra mano guardó las dos alabardas, las apretó en un puño y condensó una multitud de profundas corrientes de qi. ¡Comenzó a bombardear el punto de acupuntura Tianling de la cabeza !

Fue una pena que, si bien este qi profundo era poderoso, la cabeza del dragón de la inundación de origen estallaría con oleadas de esplendor cada vez que Bao Hong se estrellaba. Este esplendor anuló más de la mitad de su fuerza de ataque. Incluso si Bao Hong no hubiera ocultado nada, no habría podido romper esta defensa.

Mientras tanto, esa inundación negra no pudo golpear a Bao Hong, pero dentro del alcance de esa corriente estaba la Diosa Fénix de Hielo que estaba usando su método de cultivo profundo. En este momento, el pájaro salvaje voló rápidamente para salir del camino. Desafortunadamente, fue un instante demasiado tarde, lo que permitió que algunas plumas fueran empapadas por esa poderosa corriente. En una fracción de segundo, esas plumas se quemaron en negro.

El pájaro rápidamente dejó escapar un grito miserable y se tambaleó hacia atrás por el aire. La Diosa del Fénix de Hielo flotó abruptamente. Agitó una mano y creó una capa de hielo en polvo para congelar la herida del ave. Luego, sacudió ligeramente su manga y ordenó a ese pájaro salvaje que se retirara.

Actualmente, Mu Baizhi era como los otros prodigios. Confió en el qi profundo de su propio cuerpo para permanecer en el cielo y no usó otra montura.

Por supuesto, este dragón de inundación de origen no solo estaba rociando veneno.

Sus afiladas garras se extendieron hacia adelante. De inmediato, las puntas de las garras se cubrieron con una capa de qi negro, y las áreas blandas entre las garras se cubrieron con una capa de finas escamas. Debajo de este golpe de garra estaba lo que parecía ser un tipo de habilidad marcial inusual. ¡Cuando atravesó el espacio que los separaba, las garras agarraron a Qi Xuanao de una manera incomparablemente extraña!