Sin peligro no hay castigo

273 18 7
                                    

—No solo os saltáis las órdenes del señor Davis, sino que encima vais al laboratorio para hacer... —corta el director, tratando de buscar las palabras adecuadas.

—Un proyecto para la NASA —le ayudo.

—¿Me estáis diciendo que habéis hecho todo esto por..., por diversión? —tartamudea con un tono medio preocupado medio enfadado.

—Exacto —responde Jaden.

Eso sí que no me lo esperaba. 

¿Jaden vacilando? ¿Cuántas máscaras tiene este hombre? De seguro es géminis...

—Alguien podría haber resultado herido —dice más para sí mismo que para nosotros.

Es la primera vez que veo a Thompson, pero estoy segura de que nunca había estado tan alterado. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.

—Sin embargo..., no hay nadie herido —lo animo, con una sonrisa de ángel. Como si yo no fuera  la causante de que hayan tenido que despejar todo un recinto entero, para hacer el mejunje Art Attack.

Pero no me arrepiento de nada.

—No, señorita Murphy, no ha habido ningún herido —murmura negando con la cabeza.

—Pero eso no os hará quitar el castigo —continúa, alternando la vista con Jaden y conmigo.

¿Un castigo de qué? ¿Por tratar de ayudar a la ciencia? 

Me giro, para ver si a Jaden se le ha quedado la misma expresión que a mí, y efectivamente, tiene una cara de culo o también se podría describir por: síndrome del Grinch, y por el tipo de fruncimiento de ceño y por el boquete de sus labios, podemos identificarlo como ataque tipo B.

—Thompson... —trata de decir Jaden con una sonrisa algo forzada, bueno bastante forzada.

—Señor Thompson —le corrige el director con las manos entrecruzadas.

¿Por qué los maestros se empeñan en que tenemos que tratarlos de usted? ¿Sé piensan que son algo así, como un monarca o algo parecido?

—Señor Thompson —repite Jaden forzando aún más la sonrisa.

Me autoprovoco una risa floja. ¿Qué?, se la debía por lo de esta mañana, ¿vale?

Jaden se gira con una mirada que si pudiera hablar, diría: «cuidado».

—Creo que ha habido un error... —continúa—. Yo no he hecho nada. 

El director se inclina en el escritorio, con el semblante muy serio. 

 —Dime, Haidyn...

 —Señor Haidyn  —lo interrumpe Jaden. 

Sin retenerlas, las carcajadas salen por mi boca sin ningún tipo de remordimiento.

La cara de Thompson quedaría perfecta para un meme o incluso para la colcha de mi cama. Por el boquete que se le ha quedado en la boca podría pasar un San Bernardo, alias «Beethoven».

 —Dime, Haidyn  —continúa el director—. ¿Estabas en el laboratorio?

Ahora mismo Thompson parece que esté interpretando un papel como comisario, donde se encuentra investigando el mayor asesinato del momento.

 —Sí, pero yo no hice nada —escupe señalándose así mismo con las manos.

¿Qué debería ayudarlo? Puede ¿Qué lo haré? Pues no. Y no por qué no lo sienta, sino por pereza. Prefiero observar la escena.

Falsos prejuiciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora