CAPÍTULO 5

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Zaila

Todo lo que paso con Adriano me molesta a grandes niveles, ha pasado una semana desde que salí corriendo de su habitación y de su casa, no lo he visto, fue como si me hubiera caído un balde de agua helada darme cuanta de que podía caer a sus pies y no quería eso, joder me había quedado caliente e insatisfecha pero era lago que nunca iba a admitir, me fijo en el reloj de mi teléfono y marca el medio día y joder tenia que estar en 30 minutos en la agencia de modelaje, mierda voy tarde, tengo una reunión para una sesión fotográfica y voy a llegar tarde, salgo de mi casa, me pongo el casco y me subo a mi moto.

La herida de la bala no fue nada grave la bala solo rozó el costado de mi brazo, espero que eso no represente un problema con la agencia, unos minutos después estaciono mi moto y entro a la agencia, los muchachos me saludan pues ya me conocen, voy directo al camerino y las personas encargadas de mí me reciben,

—Hola Demian, espero y mi herida no cause ningún problema, tal vez podría usar ropa con manga larga, no es gran cosa—digo tratando de solucionar el problemita.

 —Claro cariño está bien con edición seguro lo quitaran y no se notara.

Me giña el ojo y se retira para que las ayudantes puedan prepararme, la sesión se llevará a cabo en el balcón de la agencia, me pongo traje completamente blanco y salgo hacia allá, todo el equipo ya está listo para la sesión y comenzamos, empiezo a posar de diferentes maneras y los fotógrafos hacen su trabajo , cuando la sesión acaba voy directo a ni mi departamento.

Llegando a mi departamento me encuentro una hoja tirada en el piso que tiene escrita la letra E en mayúscula, pero lo que me horroriza es que la hoja tiene sangre, me alejo y volteo a todos lados tratando de buscar algo o alguien que este espiándome, sacó del liguero que tengo en mi espalda el arma y me pongo en posición pero nada sucede, si creen esos idiotas que van a asustarme están muy equivocados

🐲🐲🐲

Adriano se encuentra en la entrada de mi departamento con uno de sus hombres inspeccionando la nota que llegó, oigo a Adriano darle una orden y el hombre se va.

—Van a analizar la sangre y las huellas que hay en la hoja, no te preocupes sabremos quién está detrás de esto y todo va a parar— asiento no muy convencida porque la persona que hace esto se está tomando el tiempo de hacerme creer muchas cosas.

—Ya la boda será en dos días, estás preparada para pasar el resto de tus días conmigo querida esposa—me dice con una voz burlesca.

—Deberías de estar feliz de poder vivir con alguien como yo, ¿no crees esposito?—le contesto utilizando el mismo tono que el uso conmigo y me doy la vuelta para entrar a mi departamento.

—¿Qué pasó pequeña, vine lo más rápido que pude?— veo a Alan entrar con preocupación genuina en su rostro—. ¿En dónde estabas?, ¿Por qué no estabas en mi departamento?— por su cara cruzan los nervios pero se compone y deja su rostro serio.

—Salí a distraerme un rato— contesta con naturalidad pero no le creo—. Bueno, he recibido una nota con la letra E y tenía sangre— la confusión cruza por el rostro de Alan.

—Alguien quiere joder a tu padre pequeña sabes que la mejor venganza en su contra seria haciéndote daño a ti, perdóname estaré al pendiente, no volveré a descuidar mis obligaciones, ah por cierto Ariano ya se fue.

Doy un asentimiento y llamo a Circe mi mejor amiga, ella es 2 años mayor que yo, tiene 25 y ya es una abogada reconocida, no contesta pero vuelvo a llamar y esta vez sí contesta...

—Hola Zaila, ¿Cómo estás ?—pregunta con nerviosismo. 

—Bien pero por tu voz creo que a ti no—la linea se queda en silencio.

—He tenido un día difícil, he estado en la oficina todo el día, tengo un caso complejo y quiero ganarlo— termina por decir, Circe trabaja demasiado. 

—Circe debes descansar por más que trabajes y ganes casos no vas a complacer a tu padre y eso lo sabes deja de esforzarte por ganar su aprobación con la tuya es suficiente, escúchame bien tú eres suficiente, que su desprecio no te haga sentir menos—la escucho sollozar, se que el rechazo de su papá le duele.

—Si, lo siento tienes razón, pero dime que se siente, vas a casarte en dos días—dice con evidente emoción en su voz, pero se que quiere cambiar el tema .

—Nada porque solo será un arreglo lo sabes— contesto con voz neutral.

— Claro pero debes sentir algo ¿no?

—Claro que siento nervios pero solo porque todo salga bien no por otra cosa, oh, porque no vienes a mi casa, platicamos y vemos unas películas— sugiero porque sé que la situación con su papá la pone triste—. Si claro voy ahora mismo, adiós Zaila.

Circe llega a casa unos minutos después, se acerca y me da un beso en el cachete, de pronto se da la vuelta cuando escucha la voz de Alan que proviene de la cocina preguntándome si quiero algo de comer.

— ¿El señor Alan está aquí ?— me preguntó con nerviosismo en un susurro—. Si, es mi guardaespaldas— contestó con confusión, veo de reojo a Alan acercarse y se sorprende al ver a Circe conmigo.

—Tampoco es tan mayor tiene 37 y está de muy buen ver— le digo en un susurro, Dios ni siquiera se porque estamos susurrando y joder acabo de sonar como una madre emparejando a su hija.

—Hola Circe— dice Alan poniéndose un poco rojo, joder que entre estos dos algo pasa, Circe siempre coquetea con Alan desde que éramos muy chicas, eso no es novedad, pero mierda esta tensión que hay entre ellos se podría cortar con solo un dedo. —Ho-hola Alan— contesta Circe, juro que nunca la había visto tan nerviosa como ahora.

—¿Esta pasando algo entre ustedes que no se?— pregunto confundida con su repentina actitud, Alan suelta una carcajada burlesca y contesta muy tranquilo.

—Que va a pasar entre nosotros Zaila, si Circe es una niña a mi lado y no tenemos nada que ofrecernos, no se que ideas te rondan por la cabeza, joder creo que leer tantos libros te están afectando— veo la tristeza y la decepción pasar por el rostro de mi amiga, baja la cabeza pero luego se recompone y la alza, cambia su gesto a un semblante frío, que solo yo conozco, es su máscara para que no noten que algo le está afectando.

—Si, opino igual que usted señor Alan—dice dándole énfasis la penúltima palabra— Que tendría usted para ofrecerle a una mujer como yo, definitivamente nada, ¿verdad?, porque tal vez se está haciendo viejo y yo soy mucho para usted.

Joder Circe, que esas palabras hasta a mi me han dolido, volteo a ver a Alan y esta serio, muy serio, hasta parece molesto, los dos se miran fijamente y si las miradas mataran los dos estarían muertos ahora.



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