CAPÍTULO 20

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Capítulo dedicado a @Val_-_16 gracias por leer esta historia 🖤

Adriano

Después de la descompensación emocional que tuvo Zaila nos fuimos directamente a casa, ella es una mujer muy fuerte, no voy a negar que me sorprendió verla derrumbarse de esa manera, me sentí, de alguna manera especial. No es fácil que se muestre sumisa o débil frente a alguien y que lo hiciera, se sintió como una muestra de confianza hacia mi, lo valoro mucho, nunca defraudaré su confianza. Cuando llegamos a casa los dos bajamos del carro y entramos a nuestro lugar a salvo.

—Quiero darme un baño, apesto al hospital, ese olor es horrible, me da asco —me dice Zaila, mientras se deshace de sus zapatos y pone mala cara.

Ella y su odio por los hospitales.

—Claro, vamos.

—Yo puedo hacerlo sola—me dice rechistando, como siempre.

—Y yo puedo ayudarte, vamos enojona— la tomo del brazo con delicadeza pero lo aparta de un manotazo.

—¿Disculpa?, no soy enojona. Tu eres un ser molesto.

Suelto una risita, está haciendo exactamente lo que acaba de negar. Está de enojona. Mi enojona.

—¿Qué te causa gracia?—replica frunciendo el ceño.

Se cruza de brazos.

—Nada, ya deja de replicar, Dios eres una desobediente.

Solo le digo por molestar mas.

—¡Puf!, ahora resulta.

—Ya, ya, vamos fiera. Le haces honor a tu apodo—pone los ojos en blanco, en su rostro puedo ver la lucha por guardar la risita que quiere salir.

—Ya, Adriano, no molestes.

Juntos caminamos hacia el baño, la ayudo a deshacerse de su ropa y abro la llave del agua caliente, dejo que la tina se llene para que pueda descansar, dijo el médico que pasadas las 48 horas podría mojar la herida, todo es para que la piel externa cicatrice mejor.

Lo bueno es que su herida no es de gravedad, ni delicada, solo debe tener algunos cuidados, por eso no le pongo sales o aceites relajantes al agua. Con mis dedos toco el agua para sentir la temperatura, le pido a ella que también la pruebe para saber si está a su gusto. Se mete al agua y se recuesta

Me quito la ropa, quedo desnudo ante Zaila y mi amiguito está muy despierto y parado, no me sorprende, con esta mujer puedo estar así todo el día. Es una puta tortura no poder tocarla en este momento, no quiero lastimarla. Mi mujer no se avergüenza en recorrer mi cuerpo de pies a cabeza, deteniéndose en algunos lugares específicos como mi polla.

Sigo su ejemplo introduciendo mi cuerpo al agua. Mis músculos se relajan al instante, he estado muy tenso en todos estos días y a los dos nos hace falta un descanso.

Nuestras piernas se entrelazan por debajo del agua y con mis manos tomo sus pies y comienzo a masajearlos, echa su cabeza hacia atrás, relajándose por completo, sonidos bajos salen de su boca en señal de relajación, me encantan. Tomo un poco de jabón y lo esparzo por su bella figura, enjabonado y masajeando su cuerpo, luego tomo la regadera y enjuago el jabón, dejando que este se deslice por su delicada piel.

No hemos hablado sobre el momento que compartimos en el bosque, ese beso que nos dimos fue tan destino, no se como explicarlo pude sentir en su boca, en la forma en la que nos besamos, esa mirada que me dio antes de hacerlo, todo fue diferente. Lo sentí más personal, más íntimo. Me gusto. Tuve la sensación de que algo cambió entre nosotros en ese momento.

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