Capítulo 18

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Me despierto exactamente en la misma postura en la que me había dormido, pero tapada con un edredón hasta la cintura. Taehyung sigue rodeándome el torso con los brazos y mis manos descansan sobre ellos. El intenso olor a sexo se percibe en el ambiente.

Necesito hacer pis.

Inspecciono la habitación en busca de un reloj. ¿Qué hora será? Oigo la respiración suave y serena de Taehyung junto a mi oreja. No quiero moverme para no despertarlo, pero necesito ir al baño urgentemente. Y podría marcharme antes de que él se despierte y me eche.

Despacio, empiezo a despegar sus brazos de mi cuerpo pegajoso. Él gruñe un poco entre sueños y hace que sonría para mis adentros. Me sorprende no estar arrepentida. No siento ningún tipo de remordimiento o culpa. Este hombre es nocivo para mi corazón, lo sé, pero tiene algo que... Su persistencia debería repelerme, pero no lo hace. No me arrepiento en absoluto. Pero tampoco deseo permanecer aquí más de lo debido. De eso nada. Pienso tomar las riendas de esta situación.

Justo cuando creía que estaba progresando, sus brazos se aferran a mí y me inmovilizan.

—Ni se te ocurra, señorita —gruñe con la voz áspera por el sueño.

Lo agarro de los antebrazos con las manos e intento que me suelte.

—Necesito ir al cuarto de baño.

—Me da igual. Aguántate. Estoy cómodo.

—No puedo.

—No te voy a soltar —dice rotundamente, y con un golpe me aparta la mano de su antebrazo mientras sigue sujetándome.

Yo dejo caer la cabeza sobre su hombro de nuevo, desesperada. Se vuelve hacia mí y me besa la mejilla con dulzura. Es agradable, pero no es la reacción matutina que esperaba.

Cuando advierto que ha relajado los músculos ligeramente y que está ocupado besándome la mejilla, me dispongo a moverme, pero en cuanto nota que lo hago para huir me pone boca arriba con las piernas separadas y me agarra de las muñecas, una a cada lado de mi cabeza. Me mira con los ojos brillantes y llenos de júbilo. Sí, está orgulloso de sí mismo hasta el extremo y tiene un aspecto absolutamente glorioso con el pelo revuelto.

Su erección matutina presiona mi dispuesta abertura y solicita la entrada. Estoy indefensa. Mi cuerpo responde ante él y no me deja ni pensar. El dolor en la vejiga pronto se ve sustituido por un intenso ardor entre las piernas, y mi corazón se traslada a algún lugar situado entre mi esternón y mi garganta. Su olor al alba es una mezcla de sudor dulce y de ese aroma a agua fresca que tanto me gusta. Es una fragancia que me embriaga, y soy consciente de que apenas puedo respirar. Debe de pensar que soy demasiado fácil.

Y lo soy... con él.

Me frota la nariz con la suya.

—¿Qué tal has dormido?

¿Ahora quiere ponerse a charlar? Me saltan chispas en la entrepierna..., ¿y él quiere hablar?

—Muy bien —digo, y muevo las caderas de manera sugerente.

Enarca las cejas y se le forma una sonrisa en los labios.

—Yo también.

Espero, resignada, a que él tome la iniciativa. Esta vez quiere ir despacio, y me parece bien. Pero ¡podría darse un poco más de prisa!

Me observa con detenimiento mientras acerca lentamente su rostro al mío. Cuando por fin nuestros labios se rozan, gimo y abro la boca para invitarlo a entrar. Tiemblo de forma involuntaria cuando me lame la lengua suavemente con la suya, tomándose su tiempo, seduciendo mi boca con lentitud y retirándose de vez en cuando para besarme los labios con dulzura antes de continuar explorando. Me encanta este Taehyung sensible. Esto no tiene nada que ver con el amo dominante que me encontré ayer.

Seducción // K.Taehyung Where stories live. Discover now