Capítulo 26

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—¡No la toques! —le ruge Taehyung al pobre y estupefacto Petulante.

Lo ha cogido por sorpresa. Me siento mal; sólo estaba probando suerte. Podía apañármelas yo sola. ¿De dónde ha salido? Justo lo que necesitaba en mi noche de fiesta y supuestamente libre de hombres arrogantes. Me ha tenido cuatro días preguntándome de qué iba el asunto y ahora aparece, de repente, como un toro salvaje. ¿Aún le dura el cabreo del martes?

—Lo siento, tío. No pretendía ofender. Tu novia y yo sólo estábamos charlando, sin más —explica Petulante muerto de miedo.

«¿Novia? ¡Vaya!» Me gustaría decirle al pobre muchacho que el maníaco que lo está agarrando de la garganta ni siquiera es mi novio pero, viendo el humor de Taehyung, decido no arriesgarme a empeorar las cosas.

—Taehyung, suéltalo, no estaba haciendo nada.

Petulante me mira agradecido. Sabe que no es del todo cierto. Unos segundos más, y estoy convencida de que habría acabado tirándole la copa encima. Acaricio el brazo a Taehyung con suavidad en un intento de tranquilizarlo e ignoro su cálida dureza. Parece estar a punto de estallar de furia. Estoy cabreada. ¿Cómo se atreve a presentarse aquí y fastidiar mi noche de superación?

—¿Qué está pasando? —pregunta Alexa a mi lado.

—Nada —respondo tajantemente—. Taehyung, suéltalo.

No parece escucharme. ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora? No quiero verlo. Ya empiezo a perder la razón y ni siquiera me ha mirado todavía. Tampoco puedo largarme y dejar que el pobre Petulante soporte la ira injustificada de Taehyung. ¿Dónde coño se ha metido los últimos cuatro días?

Me siento tremendamente aliviada cuando Jimin aparece en escena.

—Jimin, por favor, tranquiliza al gilipollas de tu amigo. —Me vuelvo hacia Alexa—. Vamos.

Los ojos de mi amiga se iluminan como un festival de fuegos artificiales con la inesperada llegada de Jimin, que intenta convencer a Taehyung de que libere la garganta de Petulante mientras yo me marcho con Alexa a la pista de baile.

—¿A qué ha venido eso? —pregunta.

—Olvídalo. ¿Qué ha pasado con Tom?

—Era un capullo. Venga, vamos a bailar.

Max y Verónica nos reciben agitando los brazos en la pista de baile. La aparición de Taehyung me ha pillado desprevenida. ¿Es una coincidencia o sabía que estaría aquí? ¿Cómo iba a saberlo? Me lo estaba pasando genial y llevaba ya por lo menos una hora sin pensar en él, lo cual era todo un récord comparado con los últimos cuatro días. ¡Joder!

Aparto a Taehyung de mi mente y dejo que The Source y Candi Staton me trasladen a un lugar mejor. Me encanta esta canción.

Tras media hora y un montón de canciones fantásticas, sigo sin saber nada de Taehyung. Jimin debe de habérselo llevado, o tal vez lo hayan echado los porteros. Da igual, el caso es que soy libre de continuar con la gran noche que estaba teniendo antes de que él apareciera. Le indico a Alexa que voy al baño y sonrío cuando ella me responde con un meneo y echándose a reír.

Cuando salgo del cubículo, busco el carmín nude en el bolso para retocarme el maquillaje. Miro el teléfono y veo que tengo diez llamadas perdidas de Taehyung. ¿Qué? Está furioso. Pero ¿por qué cojones lo está? Toda la aflicción que sentía por su ausencia se ha extinguido debido a su comportamiento irracional. ¿Quién se cree que es? Paso de comerme la cabeza con esto. Borro las llamadas y vuelvo a la pista justo cuando los demás van de camino a la barra.

—¡Necesito beber! —dice Max mientras se agarra la garganta de manera exagerada como síntoma de su tremenda sed.

Le toca pagar a Verónica. Mientras espero a que le sirvan la ronda, me inunda la ansiedad. Él está aquí. Lo sé.

Seducción // K.Taehyung Where stories live. Discover now