✾【Introducción】✾

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Las gotas de agua comenzaron a chocar contra la ventana, ChenLe se levantó asomándose como pudo, perdiéndose en el maravilloso olor a tierra mojada que invadió sus pulmones, aspirando y llenándose de la vida natural que lo rodeaba.

Se giró mirando el reloj que colgaba de la pared y decidió que lo mejor sería esperar un poco más a JaeMin

Su mejor amigo estaba jodidamente loco con la idea de presentarle a su nuevo novio y si bien de él no esperaba demasiado (Ya que era un ir y venir constante) aceptó gustoso no queriendo romperle la ilusión que probablemente le duraría un mes como mucho

Lo cierto era que el cariño que tenía por Na JaeMin era exorbitante. Lo conocía desde que eran dos cachorros hundiéndose en el lodo y corriendo en cuatro patas por el bosque, escapando de sus madres.

A veces recordaba con nostalgia los días de infancia, donde no había presión en sus hombros ni tenía que preocuparse por casarse prontamente

Zhong ChenLe, de veintitrés años contaba con la fuerte responsabilidad de ser nieto del líder de la manada a la que pertenecía y aunque le daba igual ese puesto, la realidad es que sus sueños estaban más allá de sentarse en el trono. Él era diferente y se notaba a kilómetros.

Se podría empezar con su naranja y brillante cabello, ojos avellana, estatura promedio y un olor dulce característico de un omega. Quizá lo que le asustaba a la manada era que estudiara en la ciudad, a dos horas del territorio en que vivían

ChenLe no quería pasar el resto de sus días plantado y sirviendo a los demás, quería ser de utilidad y estudiaba fuertemente varios idiomas con los cuales podía defenderse bien. Trabajaba como profesor de niños en la única escuelita que poseían y por eso ganaba un buen dinero, sin contar que su abuelo podía ofrecerles a él y a su madre una vida digna.

— Querido— Lo llamó SooYoung, tocando la puerta con la suavidad de una pluma— Llegó Jaem.

Abrió encontrándose con los ojos de su progenitora... Sí, SooYoung era una de las omegas más hermosas de la manada. Tenía todo lo que cualquiera pudiera desear, menos un alfa, por supuesto.

Su madre escapó a China con su padre y allí nació. Una noche desolada, dos manadas en guerra y el enfrentamiento que acabó con la vida del alfa fueron la causa por la cual SooYoung regresó a Corea, sumiéndose en la tristeza absoluta.

Quizá por eso esperaban tanto de él como príncipe... Sería una pena terminar con una marca borrada o sin una de por vida junto a alguien

— Bajaré enseguida, mamá.

— ¡Estaré en el estudio! — Agregó destellando felicidad— Si me necesitan o tienen hambre pueden llamarme, mi vida.

Mi vida

Le había repetido en miles de ocasiones que lo era, que él era la verdadera razón por la cual ese lazo roto no pudo matarla.

Sin embargo, criar a tu hijo y prepararlo para tomar el puesto en el trono no significaba ser feliz; se sentía como si estuviese cumpliendo una labor únicamente.

— Na JaeMin— Sus ojos se achinaron al sentir el olor conocido del omega

No obstante...

Movió la naricita como un cachorro, siguiendo por el pasillo dando con el atrayente olor a menta. Era maravilloso, le produjo escalofríos y calidez de inmediato

— ¡ChenLe! — Chilló el castaño, estrechándolo entre sus brazos con dulzura — Él es JiSung, Park JiSung.

Y entonces lo vio...

Ahí, parado en medio de la sala con el cabello negro empapado y unos preciosos ojos oscuros inspeccionándolo de pies a cabeza. Sintieron lo mismo, lo sabía.

Una conexión entre omega y alfa predestinados era imposible de ignorar y por lo mismo, apretó los párpados, apartando la mirada con rapidez.

Él no

No el novio de mi mejor amigo

Por favor, él no...

— ¡Lo sé, lo sé! — JaeMin continuó hablando sin parar— Te has quedado sin habla. Bien, ¡Puedo explicarlo! Él viene de otra ciudad, por tanto, de otra manada... Por eso no lo habíamos visto jamás

— Es... — Tartamudeó atónito— In... Increíble, Jaem.

— ¿Sí? — Dudó un instante— Sé que eres celosito conmigo, pero seguiré siendo tu mejor amigo y no te abandonaré

— Sí, lo es... — Tragó saliva—Si te hace feliz

— Recién empezamos, ¡Dios! Ya estás poniéndote en modo sobreprotector— Una risilla se escapó de esos bonitos labios carnosos— JiSungie, no seas tímido, dile algo.

— Un gusto, joven Zhong. — Su voz salió más ronca de lo que esperaba y se inclinó ligeramente, tomándole la mano a punto de depositar un beso en ella.

Oh, no.

El toque lo pasmó, como una candente oleada de sol mientras afuera llovía a cantaros, como si el cielo quisiese romperse. Definitivamente, si él fuera un clima sería ese día, porque tenía tantas ganas de llorar como fueran posibles.

— ¡N-no! — Se apartó con la velocidad— No es necesario que hagas eso, no creo tener ochenta años más que tú

— Todos tenemos veintitrés— Explicó JaeMin— JiSungie, sé que te dije que ChenLe es el príncipe de nuestra manada, pero trátalo con confianza... Él odia esos códigos reales o algo así

— ¿Q-quieren algo de té? — Rompió la burbuja incómoda, burbuja en la que claramente solo estaban JiSung y él. El castaño parecía estar absorto del gran acontecimiento que estaba pasando.

— Nop— Negó como un niño— Venimos a invitarte a una fiesta, será genial.

— ¿Dónde?

— Ya sabes, DongHyuck hace las mejores fiestas... Él y Mark son geniales. Deberías animarte, dejar el estrés de la universidad y unirte

— ¿Qué celebramos?

— Que encontré a un novio estupendo, ¡Porque lo es! — Dio saltitos emocionado— Te contaré la historia un día de estos, lo juro.

Su corazón se estrujó sin querer hacerlo

— Jae, yo... Creo que deberíamos irnos— JiSung interfirió notando la severa tristeza de ChenLe— Él debe prepararse

— ¡Tienes razón! — Infló las mejillas— Soy un tonto, debemos apurarnos. En dos horas nos vemos en casa de Hyuckie. Te amo, ¡Adiós!

Se fue dando suaves pasos, adelantándose. JaeMin era escurridizo, adorable y sumamente enérgico.

— Lo siento, ChenLe— Fue lo que salió de la boca del alfa antes de girarse e irse

¿Qué sentía?

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Sean bienvenidxs a "Insano" 

𝐈𝐍𝐒𝐀𝐍𝐎 ✾【JiChen/ChenSung】✾Where stories live. Discover now