✾【12】✾

1.4K 227 69
                                    

Cuatro meses después...

ChenLe se acomodó en la espaciosa cama que compartía con JiSung y tomó aire, sentándose como pudo sobre el colchón sin querer despertar a su pareja.

El alfa se removió cubriéndose la cara por la luz solar y él se puso de pie cerrando las cortinas.

Su pobre y honorable JiSung trabajó arduamente el día anterior y quería que descansara bien esa mañana.

Un toque suave en la puerta lo hizo caminar despacio, abrió viendo a JeNo con una bolsa en la mano. Eran fresas, su antojo.

— Los ronquidos de tu pollo se escuchan hasta mi piso— Se quejó con ojeras bajo los ojos— Muévete, vas a matarme con esa cara de ansioso.

El peli naranja se quitó dejándolo pasar. JeNo se instaló con confianza y él le sirvió una humeante taza de café, dándosela con una sonrisa radiante.

— Toma, tus fresas— Le dio la bolsa— JaeMin las escogió y no te alcanzas a imaginar la cara de asco que hacía, lo pones a pasar malos ratos.

ChenLe se sonrojó furiosamente... A la semana de iniciar su vida en China JeNo y JaeMin se mudaron al lado de ellos. Claramente no veía a JaeMin ya que este quería mantener un perfil bajo mientras volvía a mostrarse al mundo.

Agradecía al cielo tener unos amigos como ellos, incluyendo al omega que parecía un fantasma cuidándolo. A menudo le enviaba juguetes y ropa a su bebé y él no hacía más que reírse por la ternura de su mejor amigo... Dios, lo echaba de menos.

— Tu sobrino o sobrina los va a adorar— Le aseguró al pelinegro— Ánimo, Jen.

— Tarda mucho en nacer esa cosa— Rodó los ojos— Tienes siete meses, siete.

— Faltan dos, no seas llorón— Lo molestó— Dejaste tu vida en la manada por ver crecer al bebé y ahora te quejas faltando unas semanas para que nazca.

— ¿O sea que SooYoung ya dio a luz?

— Se supone— Comió una fresa— No lo sé, no sé nada de ella.

Y le dolía...

En ese tiempo estando alejados no tenían ni idea de lo que sucedía en su territorio, actualmente eran una manada de cuatro que contaba como tres ya que JaeMin se negaba a salir o interactuar, lo cual era respetable.

— Al menos vives bien.

— Tú también

— Cuando le conté a Nana de tu embarazo y de que ibas a estar acá en China no me esperaba que me pidiera mudarnos para no perdernos el nacimiento de tu bebé— Suspiró— Merecemos ser los padrinos, ¿No?

— Ya lo creo— Rió— La casa que dejó mi padre es hermosa.

Observó alrededor con ternura. Era su hogar...

Al llegar estaba prácticamente vacío, pero en buen estado con dos habitaciones disponibles, sala, comedor, cocina, baño y un patio donde en el futuro su hijo o hija podría jugar libremente.

JiSung trabajó como loco para construir mejor ciertas cosas y compró muebles dándole el toque final. Tenía lo que les gustaba y con eso bastaba.

— Iré a ver a Nana— Avisó saliendo— Volveré en la noche, no te caigas en eso.

Asintió asegurándole que estaría a salvo junto a JiSung pese a que este siguiera dormido.

Fue al cuarto que sería de su bebé y entró organizando la ropa que días atrás le habían comprado con nostalgia. Ahorró dinero al trabajar en la escuela donde enseñaba y eso los salvó de morir de hambre o frío.

𝐈𝐍𝐒𝐀𝐍𝐎 ✾【JiChen/ChenSung】✾Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon