𝐈𝐍𝐒𝐀𝐍𝐎 ✾【JiChen/ChenSung】✾

✾【7】✾

— Muchas gracias por su compra, vuelva pronto.

JaeMin suspiró cuando la clienta salió de la tienda. Fijó sus orbes en la máquina registradora y se rascó el brazo pensando qué hacer... Probablemente le llevaría medicinas a JiSung o algún almuerzo sencillo para intentar ayudarlo a que se mejore

Un temblor se instaló en su cuerpo y le recorrió la espina dorsal haciendo erizar los bellos de su nuca. JeNo producía esa sensación cada vez que estaba cerca y como era de esperarse... Caía más y más

La campanilla de la puerta sonó y pese a que su omega interior deseaba mirar al recién llegado no quiso entorpecer y continuó haciéndose el loco.

— Estoy aquí, Nana— Lo llamó por ese tierno apodo que odiaba-amaba.

— Lo noté— Carraspeó— ¿Gustas que prepare café?

— No es necesario, no tardaré. Dijiste que serías breve.

Asintió mordiéndose los labios. Se sentía ansioso, como usualmente. Su médico le recomendó unas pastillas para controlar la ansiedad, pero parecían no resultar y odiaba con demasía ese hecho.

Combatía tantos demonios internos que juraría que un día uno de estos iba a tragarlo para acabar muerto por sobredosis o ahogado en la tina de su baño. Y para él eso estaría perfecto, sí.

— ¿Es cierto que vas a casarte con ChenLe?

— Lo es. — JeNo no titubeó al responder y él supo que había perdido la guerra.

Si JaeMin pudiera describir lo que sentía tal vez sería escritor, uno muy bueno y bien pagado al cual le darían miles de abrazos porque lo que escribiría sería jodidamente triste y apagado. La gente quizá por medio de las letras podría saber a ciencia cierta lo que su oscura mente ocultaba y entonces se sentiría comprendido... Al menos por alguien.

— Eso es... Wow— Parpadeó varias veces.

Era extraño el modo en que ocurrían las cosas cuando estaba con JeNo. En la cita que tuvieron había estallado y en ocasiones trataba a ChenLe con desprecio y crítica disfrazada de comentarios de un mejor amigo juguetón y amoroso. Era consciente de que se comportaba como una puta mierda, ¡Pero no podía parar!

Cielos. JaeMin estaba perdido, tan perdido...

— Estás pellizcándote de nuevo, Nana— El alfa detuvo su acción involuntaria.

El toque lo paralizó y el mundo se le vino abajo. El sudor frío pegándose a su frente, los temblores constantes y la horrible tarea de respirar que le parecía imposible.

— E-estás teniendo un ataque de pánico otra vez, trata de respirar... Concéntrate en mi voz.

JaeMin abrió los ojos, sofocándose y rasgando la superficie de sus pantalones ya rotos, alcanzando la piel de las rodillas y así perforándolas con sus uñas. Amaba la sensación de dolor porque al menos le recordaba que sentía algo, que podía sentir.

No sabe cuánto tiempo duró, no pudo ver las acciones de JeNo gracias a que sus ojitos se llenaron de lágrimas... Lo que sí distinguió entre tanto caos fue la calidez de un abrazo y al alto tratando de traerlo de vuelta a la realidad.

— ¿Has tomado las pastillas?

— S-sí... Pero he tenido pesadillas, yo... — Hipó ardiendo en desespero— Iré con el doctor, n-no creo que el tratamiento esté funcionando.

— ¿Pesadillas? ¿Qué clase de pesadillas?

— M-mi papá... — Le contó arrancándose el cabello— Golpea a mamá en mis sueños