Capítulo 53. "Little Bird"

989 76 8
                                    

Vanessa.

A pesar de no estar tan nerviosa como la primera vez, estaba hecha un alma en pena. El día que se suponía iba a ser el mejor día de mi vida - por tercera vez -, estaba siendo un completo desastre de nuevo. Estaba claro que, por mucho que hiciese, jamás tendré la boda soñada; pues sin Dave allí, nada sería lo mismo.

Birdy se enfadó un poco con nosotros por celebrar la boda, estando su tío como estaba, pero lo que ella no entendía era que yo necesitaba despejarme y pensar en otra cosa que no fuese Dave. Por egoísta que fuese, necesitaba volver a sentirme ilusionada por algo. Me preocupaba por él, por supuesto, pero ya me ocuparía de ello más adelante.

Además, ¿qué ganábamos esperando algo que no sabíamos si iba a suceder? Ansiedad, únicamente ansiedad.

Me miré en el espejo cuando estaba terminando de ponerme el velo con el recogido. Definitivamente no podía ponerme a esperar y dejar que pasara el tiempo sin hacer nada.

Sin embargo, tampoco podía dejar de pensar en Dave. La última vez que estuve en esta situación, estaba de los nervios porque Dave no aparecía y ahora, diecisiete años después, lo estaba porque sabía que no iba a aparecer. Y eso me dolía muchísimo.

- Vanessa, ¿estás bien? - La peluquera me llamó la atención.

Odiaba eso de auditado el mundo que me rodeaba supiera cómo me llamaba y yo no recordará ningún nombre, pero últimamente no estaba donde tenía que estar. Tenía un nudo en la garganta, no comía, no hablaba, no podía hacer más que llorar y tener flashes de todos los momentos vividos con mi mejor amigos. Lo único que podía hacer era espera que despertara pronto y estuviese bien.

Asentí sin decir nada porque no tenía especiales ganas de hablar y ella siguió a lo suyo sin hacer más preguntas. Poco después llegaron Birdy y Noa a buscarme; ellas serían las que me acompañaran hasta la iglesia. Supuse que les haría ilusión ser las damas de honor, aunque Birdy no pareciera muy emocionada.

- Mi amor, entiendo que estés dolida, pero hoy no es día para preocuparse por eso - Intenté hacerla reaccionar a pesar de que yo tampoco podía dejar de darle vueltas al tema.

- No, mamá, tú no entiendes una mierda. ¿Cómo puedes hacerle esto a Dave?

- Birdy... - Intenté tocarle la cara, pero se apartó antes de que pudiese hacerlo
Qué ganas tenía de que se le fuese el pavo. ¿De verdad yo también era así a su edad?

- Dave no lo habría hecho... - Eso sí que no podía decirlo en serio.

- El Dave que yo conocía quizá no, pero el que tú tanto adoras, te aseguro yo que sí.

Birdy hizo una mueca y miró al suelo. Noa le cogió la mano, como consolándola. Era exactamente eso de lo que tenía que ocuparme más adelante. Sabía que había algo raro entre ambos y no me gustaba nada la idea que se me estaba pasando por la cabeza, porque si mis sospechas se confirmaban, os aseguro que Dave no sobrevivía. Despertase del coma o no.

* * *

La ceremonia fue prácticamente igual que la última vez, salvo porque ahora el traje del novio era oscuro, como era propio en Nate. Y, sobre todo, porque el final fue radicalmente distinto. Me pasé la hora y pico de sermón mirando a Nate hasta que llegó la ansiada pregunta: "¿Quieres casarte con la persona que lo ha dado todo por ti?" La respuesta era obvia.

- Por supuesto que quiero.

Nate sonrió ampliamente y me besó.

- Te quiero mucho, pajarito.

Yo me sonrojé. Seguían sin gustarme mucho estas cosas, pero un día es un día.

Cuando llegamos al hotel donde Nate había organizado el banquete, no sonó ningún tipo de marcha nupcial. En su lugar, la melodía de Little Bird llegó hasta mis oídos. Miré a Nate y este me guiñó un ojo. Hacía tanto tiempo que no escuchaba esa canción, que el hecho de que se acordara de ella, removió algo en mi interior.

¿Pero cómo no iba a acordarse si me llamaba así por ella?

Los invitados aplaudieron a nuestra entrada, incluso Birdy por fin parecía ligeramente emocionada.

Aunque no todo fuese perfecto, por razones obvias, esta sí era la boda que siempre había querido.

Birdy.

La ceremonia fue un coñazo y el banquete otro aún mayor. Aunque en cierto modo me alegraba de ver a mis padres felices y emocionados por un día, no podía llegar a aceptar que hubiesen decidido hacer algo así en estas condiciones.

Por no decir que estaba harta de la cantidad de niñatos que tenía sentados a mi alrededor. No sabía que mis padres conocieran a tanta gente con críos.

- Birdy, ¿vas a pasarte toda la boda con esa cara de amargada? - Preguntó Noa durante la comida.

- Sabes que no soporto a los críos - Me defendí.

- Ya, y también sé que no estás así por eso - Se puso seria y me obligó a encararla -. Mira, no me alegro de lo que le ha pasado a Dave ni mucho menos, pero tampoco puedo decir que lo lamente. Tu Dave es un capullo y hasta tu madre se ha dado cuenta. Esta es su manera de pagar por todo el daño que te ha hecho.

- ¿Todo lo que le ha pasado? - Murmuré enfada -. Tú no sabes ni la mitad.

- ¿Qué es lo que no sé?

- Dave es bipolar, Noa... - Bajé la voz para que solo me oyera ella.

- ¿Y ya sólo por eso hay que perdonárselo todo? Lo siento, Birdy, pero eso no es excusa. Además se supone que si se toman la medicación son "personas normales".

- No le estoy excusado, pero... Bueno, mira, da igual.

Me levanté de la mesa, enfada y frustrada porque nadie parecía entender cómo me sentía. Estaba vacía, como decepcionada. ¿De verdad era la única que se preocupaba por eso? Dave no estaba bien antes de coger el coche, si no era obvio que no habría acabado así.

Me dirigí hasta la barra del bar del hotel. Había barra libre y era algo que utilizaría a mi favor. O no...

- No puedo darte alcohol, eres menor de edad - Dijo el camarero, serio, rechazando mi petición de auxilio.

- ¿Y qué? Mis padres son los novios, puedo beber si quiero.

- Con más motivos. Lo único que puedo ofrecerte es una Coca-Cola.

- No, gracias.

Me bajé del taburete, maldiciendo entre dientes y salí del hotel. Al menos el tabaco no podrían quitármelo por mucho que lo intentaran.

El ardor en mis pulmones era reconfortante, al menos así lograba sentir algo. Hacía un buen día, para ser sinceros, pero mi interior estaba nublado y lluvioso. "Yo ahora debería estar con Dave, rezando para que se despertara, y no aquí, de fiesta, fingiendo que no me importa nada".

Alguien salió en ese instante del hotel para hacer lo mismo que yo, o eso pensaba hasta que oí su voz.

- ¿Qué haces aquí tan solita, pulguita?

_____________________________________

Hola, hola.

Sé que últimamente ando más desaparecida que nunca, pero no está siendo una buena época y mi cerebro no para más. Aún así intentaré volver pronto tan fuerte como siempre y con muchas ganas de emocionaros.

¿Por qué siempre sale Aidan de la nada? ¿La persigue? No se sabe.

Espero que os guste,

Ari.

Love (Lies #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora