Love (Lies #2)

Capítulo 40. "El compañero de baile"

El martes por la tarde, como de costumbre, me presenté en la academia de baile para recibir la primera clase del curso y, de paso, preguntar si yo podía ofrecer clases a alumnos con un nivel menor que el mío. Había decidido dar las clases para así poder pagarme yo misma un curso superior y más intenso para mejorar mis técnicas y así no tener que pedírselo a mis padres.

Para mi sorpresa, cuando llegué a la academia, las clases, como todos las esperábamos, habían sido suspendidas. En su lugar, pedían que todos los alumnos, de cualquier especialidad, nos reuniéramos en el salón de actos. Qué raro.

Reconocí a un par de chicas y me senté junto a ellas.

— ¿Alguien sabe para qué estamos aquí? — Pregunté no muy alto, pero lo suficiente como para sólo llamar la atención de las chicas.

— Ni idea... Creo que van a avisarnos sobre una actuación que hay que preparar o algo así.

— ¿Todos juntos? — Ella, de cuyo nombre no me acordaba, se encogió de hombros.

Me parecía extraño porque no todos hacíamos el mismo tipo de baile; allí estaban hasta los de claqué y sinceramente, dudaba que supieran bailar hip-hop, por ejemplo. 

Hablando de hip-hop, pude reconocer a Aidan sentado un par de filas por delante de mí. Se reía por algo que le había dicho el chico que tenía sentado al lado. No pude apartar los ojos porque aquella imagen me pareció de lo más agradable. En todo el tiempo en el que conocía a Aidan, nunca le había visto reírse tan a gusto con nadie. Su mirada conectó con la mía y me incomodé ligeramente. Me había pillado de lleno mirándole, y conociéndole, se pensaría cosas raras. Me guiñó un ojo y yo miré hacia otro lado, incómoda.

La directora de la academia entró en la sala y caminó hacia el escenario. Por fin iba a poder enterarme de lo que se estaba tramando aquí. 

— Buenas tardes, chicos. Muchos os estaréis preguntando porqué os hemos hecho venir a todos — Se oyó un "sí" generalizado y me alivió saber que no era la única que no tenía idea de nada—. Bien, pues este verano, el profesorado se ha reunido y ha decidido que, en Diciembre, antes de irnos de vacaciones de navidad, vamos a hacer una función en el LA Theatre Center —Mis ojos se abrieron de par en par. Había soñado con bailar en ese teatro desde que tenía seis años y ahora se me presentaba sin más la posibilidad de hacerlo. Bueno, entendamos "bailar" como "bailar con público" y no lo que hice con Dave la última vez que estuve allí —. Para que esté todo a punto para la fecha programada, tenemos que empezar ya los ensayos. Y vamos a organizarnos de la siguiente manera: habéis sido asignados en grupos o parejas según el baile que debáis realizar; iremos nombrándoos uno a uno diciendo vuestros compañeros, el baile y el profesor que os mandará la coreografía. Cuando se diga vuestro nombre (y el de vuestros compañeros de grupo) podéis abandonar la sala. Espero que disfrutéis de esta experiencia. 

Desconecté en el momento en el que la directora empezó a decir nombres que no reconocía. Llevaba años en esta academia y aun así no conocía prácticamente a ninguno de mis compañeros. Lo cual era un poco triste, es cierto, pero el baile me gustaba tenerlo para desfogarme en soledad, no necesitaba amistades aquí.

Y entonces llegó mi turno:

— Birdy Nichols... — El tiempo pareció pararse. Iba a cumplir mi sueño, iba a bailar en ese escenario dentro de apenas cuatro meses, Ahora sólo necesitaba saber qué y con quién; eso era lo que me tenía realmente nerviosa — y Aidan O'Connor; baile de salón.

Se me cayó el mundo encima.

— Tiene que ser una broma... — Susurré.

De todos los chicos que había en la academia tenía que tocarme el único tío al que conocía y no me caía bien.