23 『Final』

1.4K 203 60
                                    

ꜱᴘᴏᴛʟɪɢʜᴛ - xɪᴀᴏ ᴢʜᴀɴ

"𝓣𝓮𝓷𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓾𝓷𝓪 𝓿𝓲𝓭𝓪, 𝓾𝓷 𝓶𝓾𝓷𝓭𝓸 

𝓐𝓼í 𝓺𝓾𝓮 𝓿𝓪𝓶𝓸𝓼 𝓪 𝓳𝓾𝓷𝓽𝓪𝓻𝓷𝓸𝓼

 𝓥𝓪𝓶𝓸𝓼 𝓪 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻 𝓮𝓵 𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓽𝓸𝓻𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪 

𝓤𝓷𝓪 𝓵𝓵𝓾𝓿𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓬𝓸𝓵𝓸𝓻𝓮𝓼 

𝓜𝓲𝓻𝓪 𝓱𝓪𝓬𝓲𝓪 𝓮𝓵 𝓬𝓲𝓮𝓵𝓸 

𝓣𝓸𝓭𝓸𝓼 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓶𝓸𝓼 𝓱𝓮𝓬𝓱𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓻𝓮𝓵𝓵𝓪𝓼 𝓯𝓾𝓰𝓪𝓬𝓮𝓼

 𝓔𝓼𝓽𝓪𝓶𝓸𝓼 𝓱𝓮𝓬𝓱𝓸𝓼 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓪𝓶𝓪𝓻"

Una suave tonada emergió del altavoz cuando Zhan lo conectó, la canción era de sus favoritas y empezó a tararear por costumbre, mientras acomodaba una que otra cosa a su alrededor.

La letra hablaba sobre el futuro, sobre vivir el momento y Zhan vió de reojo a su didi durmiendo mientras cantaba el coro.

Te amo, Wang Yibo, más de lo que crees.

Movió un mechón del cabello de su didi para ver su rostro dormido, en ese estado de relajación le recordaba más al niño que se reía mientras lograba patear el balón. Zhan se dió cuenta que conocía a Yibo desde mucho tiempo atrás, a pesar de perderse el uno al otro durante años, se volvían a reencontrar, "parece el destino" es lo que dijo Yibo la noche anterior, pero él estaba en desacuerdo, porque aunque hubiera conocido al Wang en otras circunstancias siempre tendría el mismo final: caer enamorado de él.

Y especialmente, deseaba volver atrás y apoyarlo en sus momentos más difíciles.

Pero era imposible y no se quedaría en el pasado, le demostraría a su didi que el "ahora" era de ellos y podían hacer lo que quisieran, apoyándose mutuamente en el camino.

La canción terminó y Zhan decidió volver a lo suyo, dejando a Yibo dormir un poco más. Dió un rápido vistazo a su alrededor, la habitación estaba desordenada, la iluminación permitía ver el espacio por completo, los póster que antes adornaban la pared habían sido cuidadosamente despegados y ahora yacían en la mesita a lado de la cama, la mayoría de la ropa dejó los cajones y estaba dentro de una maleta de manera descuidada.

Después de un rato, un largo bostezo provino del bulto en la cama y Zhan no pudo evitar sonreír.

—Buen día, didi.

Yibo rodó en la cama hasta quedar boca arriba, bajo la sábana que lo cubría y le sonrió.

—Buenos días...—dejó escapar otro bostezo y luego miró a su novio con ojos brillantes—¿Qué haces tan temprano?

—Las vacaciones no duran para siempre y tengo que mudarme a nuestro departamento —le dió una sonrisa mientras cerraba la maleta y Yibo se sentó.

—Vas a mudarte... ¿hoy?

—¿Algún problema? —jugó un poco con el cierre de la maleta mientras preguntaba.

—Bueno, es que los señores Xiao....

—¡No te preocupes, querido! ¡Por nosotros está bien! ¡Les agradecería que cierren esta puerta para privacidad! —la mujer que iba pasando hacia el baño los escuchó por accidente y ella misma cerró la puerta.

Gracias A MamáWhere stories live. Discover now