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"Seamos inmaduros y arrogantes, porque no tengo ganas de estar triste" -Pajamas de gnash. 

—¿Gege? ¿Qué haces aquí? —se acercó hasta él , olvidando por un momento su motocicleta—¿No estabas en la universidad?

Zhan dejó que lo tomara de las muñecas y empezara a limpiar las manchas de pintura, mientras sonreía.

—Te ves bien, didi —frunció un poco los labios, soltando una de sus manos para pasarla por el cabello de Yibo— aunque no me gusta que la gente se tiña —murmuró—, en ti se ve bien.

Yibo se alejó un paso, dejando a Zhan con la mano alzada. Él estómago de Yibo sufrió una contracción nerviosa, solo quería volverse a acercar y dejar que Zhan le desacomodara el cabello cuanto quisiera.

—¿Por qué no avisaste que volvías? —preguntó, no le importaba que fuera su cumpleaños, Xia Zhan lo había ignorado durante mucho tiempo, haciéndole creer que estaba enojado y todo por...¿Una sorpresa?

—Es un regalo Wang, —igual se enojó— voy a pasar aquí todas las vacaciones y pedí este empleo para estar contigo. Pero si prefieres pasarlo con tu "cita" por mí no hay problema.

Yubin decidió que esa era su señal para irse, así que giró sobre sus talones y salió de ahí sin hacer ruido.

—Zhan ge —Yibo lo enfrentó— ¡Has estado enojado conmigo dos semanas! ¿Y de pronto apareces aquí?

—Es tu cumpleaños —señaló. Yibo se frotó la mejilla, distraído bajo la atenta mirada de Xiao Zhan— Olvidemos esto didi ¿No quieres ver tu regalo?

Soltó un fuerte suspiro.

—Sí

Xiao Zhan volvió a sonreír y lo tomó de la mano, llevándolo hasta la moto que empezaba a secarse, un buen diseño entre colores rojos y verdes la adornaba.

—¿Te gusta? —preguntó emocionado.

—Sí —respondió, sin mirar la moto, sino a Zhan— ¿Está lista?

—No, aún tardará un poco en secar.

—Bien —tomó la chaqueta de su gege y se encamino a la puerta— Te quiero mostrar un lugar.

Zhan lo siguió, curioso.

—Pero debemos volver, aún le falta otra capa de pintura.

—Lo que quieras Zhan Ge —prometió.

Salieron del circuito de carreras, ignorando las miradas curiosas de todos los trabajadores y algunos compañeros de Yibo que empezaban a llegar para practicar, Yubin los vió a lo lejos pero slo alzó un pulgar en su dirección y se hizo el desentendido.

—¿No deberías practicar? —preguntó caminando a su lado— Hay una carrera en unos días.

—Estaré bien, tú eres más importante —entrelazó sus dedos.

—¿Esperas que vaya contigo...en eso? —Yibo rió mientras Zhan se quejaba al ver la moto.

—Zhan Ge ¿eres cobarde? —Xiao Zhan frunció las cejas y le dió un golpe— Vamos, sube y pronto te enseñaré a usarla.

—¿Yo cobarde? —murmuró subiendo— ¿Lo dice el que no puede dormir sin la luz apagada?

—Es un golpe bajo gege —respondió, dándole el casco. Miro por el espejo a Xiao Zhan ponerse su casco y sonrió, sintiéndose feliz de manera inexplicable. A pesar de que Xiao Zhan se había metido con uno de sus miedos no se sentía atacado— Agarrate.

Xiao Zhan lo abrazó y Yibo condujo por las calles con cuidado, viendo de vez en cuando a su gege por el espejo. El mayor trató de no tocarlo de más, sosteniéndose con cuidado de las solapas de su chaqueta, aceleró, probando que Zhan se sostuviera fuerte de su torso, soltó una risa sin poder evitarlo y su gege lo golpeó con la palma abierta.

—No seas malcriado —le recriminó.

Sus labios se curvaron hacia arriba, al parecer el enojo de semanas pasadas había quedado atrás, aunque aún tendrían que hablar de eso.

—¿Dónde estamos? —inquirió, la calle estaba concurrida y varios transeúntes pasaron a su lado, esquivandolo de vez en cuando. Le devolvió el casco y Yibo lo tomó, en su otra mano colgando la llave de la motocicleta.

—En mi futura casa —lo agarró de la mano y lo llevó hasta la entrada del edificio.

El cuidador que estaba sentado detrás de un escritorio saludó a Yibo, dejándolo pasar sin más, era obvio para Zhan que él ya había estado varias veces ahí. Se metieron en el elevador solitario, Yibo presionó un botón y la máquina empezó a subir.

—¿Desde cuándo quieres comprar aquí? —preguntó pasando los dedos sobre el barandal del elevador. Una sensación de desasosiego creciendo en su interior.

Zhan no podía evitar pensar que quizá a Yibo ya no le gustaba pasar las noches en su casa.

—Ya pagué los primeros meses —respondió, sin quitar la mirada de la expresión de su gege, quería ver su reacción ante el departamento— Solo falta que traiga mis cosas.

El elevador se detuvo, abriéndose en un pasillo minimalista, Yibo sacó una llave y abrió la puerta, dejando que Zhan pasara primero.

La iluminación del cuarto era muy mala, sus ojos tardaron un par de segundos en adaptarse, pero Yibo entró y jalo las cortinas, las ventanas de cristal dejaron pasar toda la luz mañanera, mostrando un paisaje de ciudad en todo su esplendor.

Fuera un balcón decorado con lo que probablemente eran plantas falsas, el lugar no era pequeño, la sala era muy minimalista con sillones de cuero oscuro y el olor a nuevo inundaba todo.

Zhan quería decir que era un lugar bonito, perfecto para una pareja o solo para él, pero las palabras no salían de su boca, y solo podía saborear la amargura.

—Zhan ge... ¿Qué opinas? —lo miró curioso, había dejado sus cosas en la mesita. Esperando con paciencia e ilusión su respuesta.

—Es muy bonito, didi —se obligó a tragar el nudo en su garganta y responder con normalidad.

—Gege ¿Estás bien? —Yibo notó su extrañeza, en la curva de su sonrisa falsa.

—Sí —Su Didi parecía querer hablar pero su teléfono empezó a sonar Un tono distinto al que usualmente usaba, frunció las cejas y murmuró una maldición.

—Zhan Ge tengo que contestar —agarró la manija de la puerta que llevaba al balcón— Pero...me gustaría que durmieras hoy aquí conmigo. 

Gracias A MamáWhere stories live. Discover now