La Maldición de la Cruz

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Capítulo dedicado a Naycem
(Alhena💜)

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Era domingo.

El cielo estaba gris, pero en el ambiente aquel calor propio de la primavera comenzaba a sentirse.

Habían pasado seis días desde que regresaron a Hogwarts, la vigilancia constante de los aurores siendo ya algo cotidiano para los estudiantes, cuyos problemas mayores ya no se centraban en una posible bestia que no daba señales de vida.

No, parecía que ahora todo estaba centrado en la última de las pruebas del certamen y en los exámenes próximos.

—Deberían hablar.

Albus dejó de lado sus apuntes y observó a Scorpius a su lado, quien no lo miraba de vuelta por estar concentrado en un brote floral escondido en una de las hojas más altas de la enredadera sobre sus cabezas.

—Ahora mismo estoy centrado en acabar con estos formularios —dijo vagamente, regresando su atención a lo que había estado escribiendo.

Albus lucía tranquilo, diferente a otras ocasiones en las que estuvo en la misma situación.

—Han pasado días —ahora Scorpius sí lo miró, pero su amigo siguió escribiendo con rapidez—. Albus, ahora es cuando tu tranquilidad me asusta.

—¿Qué quieres decir, Scorpius? —mantuvo la mano sobre la pluma y la misma sobre el pergamino, anotando todo lo que debía.

—Me refiero al hecho de que no te veo igual de consternado que otras veces —observó—. Pareces tomarte el posible hecho de ruptura con demasiada... calma.

La pluma se detuvo abruptamente al oír la palabra "posible ruptura", una línea pequeña distorsionando lo que se suponía era la letra o.

—¿Ruptura? —repitió y tras unos segundos que parecieron años, sacudió suavemente su cabeza y acarició el puente de su nariz—. A ver, Scorpius, creo que ya cada uno te ha contado la historia como para que me vengas a decir que Aria y yo vamos a romper.

—Yo solo decía que no es normal que ambos estén tanto tiempo separados y sin mirarse ni una sola vez. Parecen extraños, Albus, y yo solo he visto eso en personas cuya relación no... —hizo una pausa al ver lo tenso que se ponía el de orbes verdes—. Perdón, mejor me callo.

Albus suspiró y volvió a tratar de concentrarse en sus apuntes.

Había estado los últimos días haciendo lo que por tanto tiempo no había hecho: averigüar lo que podría ser en un futuro no muy lejano.

Ya tenía información suficiente sobre los cursos en los que era bueno y las carreras más compatibles, no solo con ellos, sino también con sus gustos fuera de lo estudiantil. De la gran lista, ya llevaba tachando carreras como magizoología, encantador de metales, medimago y coordinador de relaciones muggles.

“A veces siento que soy la razón por la que pareces no velar por tu integridad”

Esa frase se repetía constantemente en su mente, sobretodo desde que había empezado con la ardua tarea de realizar balances, cuadros y hasta conteos para encontrar una carrera a la cual dedicarse al salir de Hogwarts.

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora