Realidad incongruente

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Por favor, leer el Posdata final❤
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▪ Bosque desconocido
[Francia]

El día era cálido, tranquilo y silencioso.

La enorme mansión de estructura antigua y de bellos acabados relucía bajo el sol. El jardín rebozaba en vida y el bosque se veía llamativo e interminable.

Ella habría jurado que antes no vivía en tan enorme vivienda, mucho menos que esa gran construcción hubiera existido desde un principio.

''El lago hizo daños en tu memoria''

Le había explicado Glenn, tomando su capa y dedicándole una sonrisa tranquilizadora antes de volver a desaparecer aquella mañana.

Bufó, acomodando un mechón rebelde de su rubia y larga cabellera. Los cristales que colgaban de sus orejas se balancearon ante tal breve contacto.

Las montañas de libros a su alrededor se asemejaban a una fortaleza que custodiaba su seguridad; todos eran regalos que Glenn le había hecho para que se entretuviera mientras estaba sola en casa.

Ella los adoraba, puesto que le traían un sentimiento hogareño; sin embargo, también tenía muchos Deja vús al leerlos.

Sentía que ya los había leído antes.

se enderezó en su sitio y cerró por décimo sexta vez la cubierta de su material de entretenimiento. Miró a su alrededor y tuvo una lucha interna por la siguiente acción que debía realizar.

''No salgas si estás sola''

''¿Por qué?

''... Por tu seguridad''

— No se me permite salir si no tengo compañía... —meditó, con una mano bajo su mentón. Desvió la mirada hacia el bello Kneazle que la observaba con sus enormes ojos dorados, y sonrió con calidez—. Zariel, te ayudaré a encontrar a tu familia.

El felino saltó del mueble y la siguió por el pasillo. Sus pasos resonaron al contacto con el piso de mármol, pero nadie pareció prestarle atención.

Llegó al primer piso y observó la puerta con solemnidad.

«Tengo a Zariel, así que no estoy sola» —pensó, tomando el picaporte de oro y cuarzo, para luego girarlo y abrir la puerta.

Una fría corriente golpeó su rostro, obligándola a cubrirselo por seguridad.

Cuando sus orbes verdes se abrieron, la sorpresa y la confusión se impregnaron en ellos.

¿Por qué era invierno si por la ventana se veía que era verano?

— Ariadna —llamaron detrás de ella, logrando que diera un respingo ante la sorpresa.

Una cabellera rojiza, ondulada y larga bailó frente a sus ojos, resaltando bellamente entre tanta nieve a su alrededor.

— A-Azura...

Era la primera vez, desde que había vuelto, que veía a la hermana de Glenn.

Ella lucía extraña, completamente diferente a como era en sus recuerdos. Su piel era más pálida, casi como si la sangre no corriera por ella; y sus ojos..., aquellos bellos y brillantes orbes dorados, ahora eran opacos y casi sin vida.

«Como los de él» —le susurró una voz en su mente, mas decidió ignorarla por ahora.

— ¿Qué estás haciendo aquí afuera?

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaWhere stories live. Discover now