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Desde que JungKook había conocido a TaeHyung y a los alters, sabía a la perfección que las visitas eran poco frecuentes en el hogar.

Normalmente, si alguien llegaba a casa, TaeHyung o SooGi inmediatamente se enteraban de la visita de tal persona, y desde hace algunos días atrás, JungKook también lo sabía.

Decir que el joven Jeon no estaba preocupado desde que TaeHyung no había llegado por él y no había recibido ninguna llamada o mensaje previo, solo sería una vil mentira. En todo su camino de regreso hasta la gran casa en la que ahora se hospedada, JungKook no quiso predisponerse a ideas precipitadas, posiblemente TaeHyung solo había cambiado con otro alter que no sabía manejar, o bien desconocía el porque a la ausencia de JungKook durante toda la mañana.

Sin embargo, cuando daba los últimos y mas esforzados pasos hacia el interior de la residencia y llegó a encontrar el ya conocido auto de Jung Hoseok estacionado torpemente cerca del auto de SooGi, inevitablemente el corazón de JungKook se aceleró inquieto.

Hoseok no tenía programada alguna cita con TaeHyung desde la casa de este último, sin mencionar que hasta donde Jeon tenía entendido, el joven psiquiatra tendría una agenda ocupada por dos semanas a lo mucho, por lo que las ideas del joven castaño, las cuales difícilmente estaban ordenadas, de un momento volvían al desorden.

Sin embargo, queriendo aún no perder la calma y ceder a la preocupación, JungKook solo tomó una profunda bocanada del aire tratando de no demorar mucho ahí de pie a las afueras de la casa y reanudar su caminar, que aunque pretendiera que fuera tranquilo, se había vuelto más apresurado, yendo al ritmo de los acelerados latidos de su corazón.

Al llegar a la puerta y asegurarse de abrirla con cuidado los grandes ojos avellanas del muchacho giraron a todas las direcciones accesibles a su mirada reteniendo una pesada respiración, tratando de buscar el origen de alguno de los tres presentes del hogar.

Llegó a escuchar pronto ligeros murmullos, principalmente de una conocida voz profunda a la cual pronto se quiso dirigir, manteniendo por segundos su respiración hasta que avanzó con pasos más apresurados hasta una habitación de la planta baja.

Aunque luego se detuviera en seco cuando logró escuchar con más claridad.

— ¿Estas seguro de que era él a quien viste en esas memorias? — Era la voz de Hoseok la que sutilmente preguntaba. JungKook a lo lejos aún, logró verlo dándole la espalda, ocultando hacia donde posiblemente TaeHyung se encontraba.

Lo siguiente que escuchó, fue un trémulo pero sutil suspiro que alarmo a JungKook.

—No quiero volver a repetirlo, realmente no quiero hacerlo.

Dentro de la habitación, TaeHyung mantenía una mirada decaída, apagada y desde luego quebrada, mirando de una manera vacía hacia los vendajes de sus brazos, y sintiendo ocasionalmente sus manos temblar.

Su pecho no dejaba de sentirse oprimido, dolía ante aquella pesada sensación a la que lo arrastraban las memorias que horas atrás lo habían atacado, manteniéndolo atrapado en el caótico momento.

Sus ojos no dejaban de arder queriendo quebrarse una y otra vez en una mezcla de pavor y dolor. Podía sentir un crudo sentimiento de realidad quebrarse y lastimarlo desde dentro una y otra vez. No lo soportaba y no lograba llegar a dejar de sentirlo lastimándolo constantemente .

En su cabeza no podía dejar de verlo, los grandes ojos avellanas depositados en un rostro que pretendía inocencia, sembrando cruelmente una facción de malicia y sadismo mientras que en su piel picaban las imágenes de los golpes contra su cuerpo.

...TaeHyung realmente trataba de ignorarlo, pero sin que aquellas memorias dejaran de rodar despiadadamente en su cabeza, su cuerpo temblaba con mas constancia, siendo la delicada mano de SooGi la que desesperadamente trataba de mantenerlo en el presente para que no volviera a ceder a aquellas imágenes.

toska ━ taeggukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora