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Cuando una nueva ráfaga de fresco aire golpeó el cuerpo de JungKook haciéndolo temblar al sentir sus brazos tan fríos, se planteó seriamente la idea de haber sido abandonado.

Se sintió desanimar de manera notoria cuando sus ojos se elevaron a los alrededores, mirando a la gente llegar de todas partes, bajando de sus automóviles, llegando por la entrada principal con sonrisas en sus rostros y chillidos de emoción. Gran parte de ellos acompañados y otros buscando con su mirada a sus amigos entre la multitud. Todos parecían tan alegres y emocionados que JungKook solo podía sentirse tan patético de ser el único sujeto solo de pie a las afueras del gran evento que se realizaba en los interiores de su universidad.

Suspiró pesado perdiendo las esperanzas. Su cuerpo se estremecía con el gélido aire nocturno y sus piernas ya iniciaban a mostrar un molesto dolor de cansancio amenazando con hacer desesperar al joven mientras lentamente sentía un nudo formarse en su garganta, con las ilusiones quebradas y el desánimo latente.

Relamió sus labios sin querer ceder a sus sensibles emociones, y sin tolerar más el frío, dio la media vuelta sacando su celular para ordenar un auto que lo regresara a su hogar, sintiendo sus ojitos picar con tristeza ante el desánimo y el agotamiento abrazar sus piernas mientras un puchero se formaba en sus labios, sumido en su pronta desgracia e ignorando los ruidos de los alrededores para solo concentrarse en ordenar su transporte y esperarlo a las afueras del estacionamiento.

Sin embargo sintiéndose sobresaltar cuando muy cerca de él, unas llantas resonaron con cierto estruendo para hacerlo girar con cierto pánico y alejarse mientras miraba al automóvil responsable de aquel escándalo y fruncía con poco agrado su entrecejo.

Miró un oscuro auto estacionarse con cierta rapidez en el primer lugar libre que se interpuso en su camino. Parecía apresurado, y solo cuando JungKook identificó el vehículo como un atractivo mustang conocido, su ceño se hundió con curiosidad mientras detenía por completo sus pasos y miraba con intensidad como tras detenerse y apagar el vehículo, la puerta se abría con cierta torpeza y pronto un joven delgado y pelinegro bajaba con rapidez, cerrando la puerta mientras elevaba su mirada a los alrededores con cierta preocupación buscando a alguien.

Era TaeHyung.

JungKook de inmediato dejó escapar un pesado suspiro de alivio, riendo incluso un poco mediante su sonrisa se ampliaba con clara emoción y alivio, sintiendo al momento su corazón brincar mientras sus mejillas se sonrojaban sutiles, sus ánimos mejorando al momento en que sus ojos conectaban con los del violinista.

— ¡JungKook! —Saludó el mayor de ambos sonriendo ligero antes de elevar su mano breve en un saludo y pronta aproximarse hacia el aludido, ignorando las miradas y los murmullos de gente que llegaba a conocerlo.

JungKook ladeo la cabeza mirando como algunas personas lo miraban pronto con curiosidad mediante TaeHyung se aproximaba a él, sintiéndose un poco incómodo por la atención que pronto recibía.

—Hyung, hola—Saludó sonriendo con amplitud cuando el azabache llegó junto a él, tratando de ignorar las miradas de los alrededores sobre ellos.

—JungKook, lamento tanto tardar—Suspiró el pelinegro con sincero pesar mirando como ante una nueva ráfaga de aire, el más joven temblaba ligero, alertando de inmediato al violinista—. Oh, estás temblando... joder, cuanto lo lamento.

Se apresuró a decir, quitándose pronto su casual chaqueta oscura para colocarla encima del tembloroso castaño, quien ante el acto sentía su frío rostro volverse sutil calidez mientras su corazón se aceleraba y el olfato se embriagaba con la fascinante esencia masculina impregnada en las prendas, abrazándose con calidez de la tela mientras miraba al azabache mirarlo con preocupación y pesar.

toska ━ taeggukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora