Tierra y frialdad

858 97 21
                                    


Algunas semanas habían pasado desde el incidente, Ben había dado instrucciones explicitas de no ser necesario ninguno intervendría hasta tener más información. Miles había sido el encargado de crímenes menores y ninguna actividad sospechosa relacionada con Kingpin había sido detectada. Todo estaba misteriosamente en paz. Peter ya estaba recuperado en su totalidad, y su relación con Amelia había sido de lo más cercana. Eran inseparables incluso para la molestia de algunos.

En este día en particular Peter no había salido de su cuarto desde que los demás se levantaron, normalmente no era así. No había hablado con los demás ni siquiera a desayunar bajó.

La pelirroja preocupada interrogó lo más que pudo a la tía May y la mujer le respondió con un "es la fecha querida, lo siento" para después irse a su trabajo en el hospital.

Amelia, Ben y Mary Jane seguían en la mesa desayunando. Pet y MJ habían salido a comprar víveres que May les pidió, nada complicado y debían regresar a casa en cualquier momento.

-Deberías subir..- Dijo Mary Jane antes de dar un sorbo a su café.

-No lo sé, no creo que quiera compañía de nadie..- Respondió Amelia.

-Amelia tiene razón Mary Jane, si Peter no quiere bajar debemos de respetarlo..- Intervino Ben.

-Ay tonterías.. Yo se lo que hago..- Mary Jane se puso de pie y jalándola del brazo la llevo consigo al segundo piso.- Vamos. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué te eche?-

-Que me arroje algo a la cabeza, que me odie.. puedo pensar en muchos ejemplos..-

-¿Por qué te preocupa tanto que te odie Amy? ¿Alguna razón en especial?- sonrió.

-¿Qué? No ninguna...-

-Si tu lo dices... Después me lo agradeces.- Le guiñó un ojo.- Ahora...-Tocó la puerta del cuarto de Peter y salió corriendo.

-Hey no... Mary Jane..-susurró Amelia.

-Adelante..- Dijo Peter desde el otro lado de la puerta. A ella no le quedó más remedio que entrar. Al hacerlo miró al castaño, estaba en su cama con los audífonos puestos mirando a la nada.-Lo siento no quiero ser grosero, pero hoy no estoy de humor..-

-Lo sé, bueno no lo sé.. pero lo adiviné. No fue idea mía, no quería presionarte ni nada y quería darte tu espacio .. Y ella es .. no se ni que pasó.. Me arrastró hasta aquí y.. bueno en mi defensa yo..- Peter soltó una leve sonrisa.- ¿Qué? Cuando me pongo nerviosa o estoy bajo presión tiendo a hablar mucho.-

-Nada, me pareció lindo.- suspiró.- Sé que quieren ayudar, pero hoy es un día delicado para mí.-

-Juro que no quiero presionar Peter.. Quiero que sepas que no estas solo y si tienes un mal día puedes compartirlo con otros.. Conmigo, con Ben..-

-Lo sé..-

-Estaré abajo si necesitas a alguien..- Amelia se acercó a la puerta y de pronto una telaraña la pegó al picaporte.-¿Eh?-

-Perdón, fue algo inconsciente ... -

-¿Necesitas algo?-

-Yo.. quiero que vengas conmigo ..- Peter se puso de pie y con cuidado soltó la mano de la puerta.

-Bien ¿A dónde?-

-Lo sabrás cuando lleguemos..- Tomó su mano y salieron.

Al cabo de unos minutos llegaron a su destino. Amelia estaba confundida, de todos los lugares no esperaba algo como eso.

Habían entrado a un cementerio, nada tétrico. Pero lo suficientemente deprimente, de aquellos que hacen que quieras abrazar a tus seres querido que siguen a tu lado.

Peter en la entrada había comprado un ramo de rosas blancas, los dos caminaron metros en silencio dentro del cementerio hasta que él detuvo su paso frente a una lápida.

-Hola Gwen, lamento llegar tarde. Ya sabes, estos días son difíciles para mí. Espero que lo entiendas.- Sonrió mientras seguía charlando con la tumba.-..Te traje algo, sé que no son tus favoritas, pero creo que te gustarán..-Se arrodilló limpiando los restos de tierra.- Quiero presentarte a alguien.. Ella es Amelia Cooper..-Dijo Peter sin mirarla, no dejaba de pensar que lo vería como un loco por hablar con alguien que está muerta.

En cambio, la pelirroja lo sorprendió al arrodillarse junto a él y tomar una de las rosas en su mano y ponerla encima de la tierra.

-Hola Gwen, soy Amelia. Disculpa que Peter nos presentara de esta forma. Espero que te gusten las rosas, están realmente lindas.- Sonrió.

-Gracias...-Suspiró.- Ella era Gwen Stacy la mujer más brillante que haya conocido en mi vida y la más valiente, era el amor de mi vida y falleció por mi culpa..-

-Peter..-

-Lo fue Amelia, no debí dejarla que me ayudara. Fue a ese lugar para ayudarme, no debí permitirlo, debí decirle que no, que se alejara.. Todo es mi culpa y lo último que vio antes de morir fue a mi fracasando en salvarla.. Y hoy es otro aniversario de su muerte.. Una muerte que cargaré conmigo el resto de mis días..- Peter sollozó.- Cada día lo recuerdo, lo traigo presente en mi mente.. Fue mi culpa.. mi culpa..-

-Escucha.. No la conocí, suena como una persona increíble..-

-Lo era.-

-... Y estoy segura de que a ella no le parecerían esos comentarios. ¿O me equivoco?- Negó con la cabeza.-¿Acaso la obligaste a hacer algo que no quisiera?-

-No, por supuesto que no.-

-Entonces fue su decisión y no deberías faltarle el respeto a su memoria. Sacrificarse por alguien a quien amas es de las cosas más difíciles y valientes que cualquiera pueda hacer. Dices que era la mujer más brillante, por lo tanto, ella conocía las consecuencias buenas o malas de lo que sea que hiciera. Debes recordarla bien Peter, honrando su memoria. Deja de culparte..-

-Amelia yo..-

-Gwen..- Miró hacia la lápida.-Sé que no te conocí, de haberlo hecho estoy segura de que habríamos sido grandes amigas... Y mira tal vez no se mucho sobre ti, pero se lo suficiente con lo que acaba de decir Peter.. Debiste tener tus razones para hacerlo y fue algo muy valiente, no cualquiera lo haría por alguien a quien ama. Peter es un chico grandioso, uno en un millón y apuesto que debes estar molesta con él.. Porque se siga culpando..-

-Amelia...-

-Es cierto. No estoy diciendo que olvides, pero debes dejar esa parte de ti que cree que es su culpa.-

Peter no respondió inmediatamente, dejó que la brisa acariciara su rostro. Siempre era la misma rutina, iba a la tumba para desahogarse, dejar que su culpa lo abrumara y retirarse. Pero este día era diferente, las palabras de Amelia habían resonado en su cabeza, podía incluso imaginar la risa de la rubia y estando de acuerdo con la pelirroja. A Peter esa imagen le agradaba, ver a las dos chicas siendo grandes amigas.

Desde la llegada de Cooper no se sentía tan solo.

-Tienes razón, aunque es difícil. Siempre habrá una parte de mi que se sienta culpable..-Suspiró.- En fin, necesitaba esto. Vengo a verla cada vez que puedo y procuro no faltar el día de su aniversario o su cumpleaños..- Colocó su ramo en la tierra.- Gwen son para ti, espero que sigas descansando.. Vendré otro día a verte..- 

Amelia Cooper: Into The SpiderverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora