Irresponsabilidad y ojos castaños

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-Entonces.. ¿Nos ibas a llevar con tu jefe?- preguntó Amelia

-Si, ese era el plan.-

-¿Para qué?-

-No lo sé, ni siquiera pregunté. No me interesa, lo único que quiero y siempre quise es mi venganza con Parker. Lo tenía todo y él me lo arrebató.-

-No tenías nada. Bien ahora debería despertar a MJ. Si fue un hechizo para desmayarla y más hecho por ti, lo puedo contrarrestar.-

-Amelia ¿Qué eres?- La pelirroja evitó la mirada de Beck y se concentró en mover a MJ, intentar despertarla.-... Es muy interesante, debí canalizar mejor mi energía. Supongo que después de todo esta misión no fue una pérdida total. Mi jefe podrá catalogarte como una amenaza y no iré con las manos vacías... Por cierto... La magia funciona en mi muy bien..- Regresó la mirada a Misterio que había desaparecido de la mesa.- ... Y no es necesario hacer conjuros complicados como los tuyos.-

-Esos no son los únicos trucos que tengo Beck, más te vale no intentar algo.-

-¿O qué?- Apareció junto a ella.- Pudiste lanzar algo letal y no lo hiciste.. Wow.. muero por saber tu historia.-

-No hay que decir.-

-Debe haber mucha información que desconocemos de ti. Tendré que ponerme a estudiar..- Misterio sonrió.-¿Sabes? Te diré un secreto... Cuando nos conocimos, bueno.. cuando supe de ti. Supe que había algo en ti, eras diferente a esa chica.. No lo sé. –

-Claro, la diferencia fue que yo le dije a Peter que no confiara en ti. Que dabas mala espina..-

-Porque sabías que mis ilusiones no eran reales.-

-No sabía que eran de tecnología..- Amelia mordió su labio. Hace unos minutos había presentado su verdadero ser a la peor persona con la que pudo hacerlo. Siempre había sido calculadora con eso, incluso cuando Beck apareció y ella le advirtió a su amigo que tuviera cuidado, que no confiara en él. No le dijo de la magia falsa que traía Misterio, cosa que se arrepintió cuando él reveló su identidad a todo el mundo. Ella pudo haberlo evitado.

Pero lo hecho, hecho estaba. El día de hoy Amelia había cometido un error, el error que su abuelo siempre le dijo que no hiciera. No revelar quien o que era.

La magia era un vínculo especial entre los dos y Cooper lo veneraba más que a otra cosa en la vida. Y ver a Beck con sus conjuros y magia "de cuarta" como ella pensaba, la alteró. Fue impulsiva e irresponsable y ella lo sabía.

La culpa la estaba comiendo viva y oh cuando deseaba regresar en el tiempo.

-Lo sabías y Peter no te escuchó.. Me pregunto si le hubieras dicho la verdad.. ¿Estarían aquí? ¿Todo esto hubiera pasado?... El chico que amabas, todo lo que sufrió el y tus amigos.. por un secreto. – Sonrió.- ¿Quién eres Amelia?-

-Deja de delirar Quentin, hace unos minutos querías matarme.. Así que hazlo, porque no voy a decirte nada.-

¿Qué debía hacer? Se preguntaba una y otra vez. Perdió práctica con tantos años perdidos, si apenas hace unos días pudo teletransportarse y hoy otros pequeños hechizos simples. No podría hacerle frente si fuera algo más.

Había aprovechado que Misterio bajó la guardia para distraerlo, pero con honestidad si él hubiera estado concentrado, otra historia hubiera sido.

-Ya te lo dije cariño, no es necesario. Ya me diste mucho hoy... Ay..- suspiró.- En definitiva eres mi favorita... Será interesante volverte a ver.. Y espero un mejor espectáculo que los trucos que vi hoy. Porque para la próxima me aseguraré de que mis poderes hagan efecto.- Acarició el borde del rostro de Amelia.- .. Y no seré el que lleva la carga en el plan, sino el que ataca al más fuerte...- Rio.- Curioso, cuando me dijeron de los tres Peter Parker, pensé que ellos serían los oponentes con quienes probaría los límites de mi magia.. En fin. Todo esto fue un gusto..-

Beck hizo una reverencia y desapareció.

Amelia seguía congelada en su lugar, extrañaba su falsa seguridad de antes. La culpabilidad se la estaba comiendo viva, no solo había revelado sus poderes sino que ahora Misterio lo sabía. La atacaría con todo.

Eso significaba una cosa: ella debía de volver a practicar.

¿Pero cómo?

Claro, el libro seguía en el departamento pero ella realmente lo llevó como último recurso.

En su cabeza seguía repitiéndose la muerte de su abuelo, los gritos, la conmoción. Volvía a ser una niña aterrada.

También podía escuchar a su padre aquel día en que le prohibió para siempre usar sus poderes. Nunca lo había escuchado tan enojado. No le importó cuanto le implorara Amy, la regla había sido establecida.

Tan estricta era la regla que sus hermanas nunca lo supieron, su padre se encargó de destruir todo lo que relacionara al abuelo con la magia. Incluso, cuando las cosas se pusieron más tensas se mudaron de ciudad.

Todos esos momentos los repetía una y otra vez en su cabeza, tan absorta estaba en sus pensamientos que no escuchó cuando MJ despertó.

-Amy.. ¿Amelia? ¿Hola? ¿Estás bien?- Podía verla cuando se puso de pie y la sacudió.- ¿Me escuchas? ¿Te hizo algo? .... ¿Sigue aquí?-

La fuerza había abandonado su cuerpo, siendo reemplazado por culpa y miedo. Era como un venado en medio de la carretera, alumbrado por los faros de un auto.

MJ revisó a su amiga desesperada, buscando alguna herida sin éxito. No entendía que le pasaba. Ella no era así. No se paralizaba, nunca lo había hecho.

Cuando el secreto de Peter salió, ella fue el árbol. Fuerte y resistente en el que se apoyaron. MJ incluso había llorado en su regazo.

Ni la muchedumbre ni el odio público la habían afectado.

De pronto los dos jóvenes entraron a la casa.

-Oigan no había nada, recorrimos dos manzanas a la redonda y nada.. Creo que era falsa alarma.- Dijo Pet.

-Oh gracias..- MJ corrió a abrazarlo.- No se que le pasa a Amy. Vimos a Misterio y nos atacó pero .. ella..-

-¿Amy?- Peter se acercó con cuidado, iba a examinarla cuando la pelirroja jaló su camisa y lo abrazó.- Shh, shh. Esta bien.. Estas bien.- Ella no lloraba, ni respiraba agitado. Solo estaba ida.

-Estábamos solas y él vino. No recuerdo más..-

-Tranquila..- Pet acarició su cabello.

Levantó la mirada por encima del hombro de MJ y los miró.

Vio a Amelia y a su contraparte sumergidos en su pequeña y privada burbuja. Una punzada atravesó su corazón.

Quería apartar la vista pero era inútil, sus ojos castaños seguían allí, viendo la escena.

Y recordó todo.

Como si su vida pasase frente a sus ojos. Todos los recuerdos con la pelirroja llegaron de golpe.

Amelia Cooper: Into The SpiderverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora