━━ 𝟢𝟣𝟣: 𝙽𝚄𝙴𝚅𝙾 𝙲𝙾𝙼𝙸𝙴𝙽𝚉𝙾

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𝓔l camino estuvo plagado de un silencio sepulcral, más cuando Moon volvió a internarse una vez más en el cementerio

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𝓔l camino estuvo plagado de un silencio sepulcral, más cuando Moon volvió a internarse una vez más en el cementerio. La última memoria que tenía sobre éste no era demasiado bueno: Sora, una discusión, un golpe y una confesión que a Moon le hacía daño en su podrido corazón. Nunca había pensado que unas palabras pudieran hacerle ese tipo de daño; tanto como para haber estado a punto de abandonar sus promesas y su vida para suicidarse como siempre había pensado desde que Sun se fue.

Ahora cuando Moon se recordaba a sí misma cayendo de la azotea, se decía que había sido una total cobarde. No podía marcharse. Tenía que quedarse porque tenía cuentas pendientes, y Moon no era de las típicas que dejaban las cosas a medias. Además, Moon no creía en el cielo o en el infierno, tampoco en Dios, pero sabía que no iría parar al mismo lugar que su hermana gemela porque ella se merecía una vida póstuma más cruel que el sol que fue Sun. Si existía el paraíso y la condena infinita, ella sin duda, acabaría de cabeza en la segunda.

Se para frente a la tumba de los Kishaba, y no quiere levantar la mirada para leer el nombre grabado en la lápida porque sentía vergüenza de sí misma. Sun, cada vez que Moon estaba a punto de rendirse, aparecía delante suya en forma de alucinación; aunque para la segunda era tan real como si fuera un fantasma que venía a reprimir sus instintos y hacer que siguiera viva. Y la última vez, Moon no le hizo caso a su hermana gemela. Pero, Mikey estaba ahí.

Él siempre estaría ahí para salvarla porque era su héroe. Además de que le estaba dando una razón sólida para quedarse.

Armándose de valentía, Moon largó un suspiro y levantó su cabeza para enfrentarse a su hermana gemela. Aunque ella estuviera muerta, Moon seguía teniéndole miedo porque cuando ella hacía algo mal, Sun estaba ahí para darle una severa reprimenda. Moon quería que Sun estuviera orgullosa de ella, y sabía que últimamente, no lo había estado porque ni ella misma se enorgullecía de sus propios actos.

—Lo siento, seguro que te he echo llorar allá dónde estés.— se disculpó Moon ante la lápida. —Pero, estoy aquí, y te prometo que seguiré aquí. Aunque, creo que ya no tienes porqué creer en mi palabra. Soy una jodida inútil.— la joven sintió una mano aferrarse a la suya propia, y entonces, se giró hacia el chico que la acompañaba y trató de sonreír antes de decir: —Mikey, te presento a mi hermana gemela: Sun.— volvió a mirarla. —Aunque, a mí me gustaba llamarla Sunnie y ella era la única que me llamaba Moonie, como tú lo haces.

—Lo siento, Moon.— murmuró Mikey. —Cuando mencionaba a Sun, no creía que...

—Da igual.— cortó ella. —Creo que, de las personas que han nombrado a mi hermana después de su muerte... Tú eres el único que no me molesta que lo haga; porque no lo dices con otras intenciones.— resopló. —Casi siempre que mencionan a Sun en mi presencia, es para hacerme daño o para recordarme lo que he perdido y lo que yo nunca llegaré a ser. En eso, mi hermano es todo un experto. Su manera de tratar de hacerme recapacitar era decirme una y otra vez que Sun no haría lo que yo estaba haciendo.

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 ━━ 𝖲𝖺𝗇𝗈 𝖬𝖺𝗇𝗃𝗂𝗋𝗈Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum