Capítulo seis: no soy gay.

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Capítulo dedicado a: El_Arito_De_Luke926  Mrtnz14

JORDAN

Terminé de salir del campo con el labio inferior atrapado entre mis dientes, no sabía cómo sentirme, no sabía que podía hacer para ya no volverme un puto imbécil cerca de Dorian. De todos.

Me dolía la ceja y todo por mi estupidez, no debí haber pisado intencionalmente a Aaron, mucho menos haberlo empujado, pero no podía sacarme de la cabeza desde que lo ví, ese día en que lo encontré en la habitación con Dorian. Lonan me dió mi merecido, y ahora había jodido mi amistad con el pelinegro engreído. Lonan y yo éramos amigos de años y había sido un maldito con su novio. Aunque no sabía que lo era.

No siquiera sabía que Lonan era gay, aunque lo sospechaba.

—¡Hermano!— exclamó Alex deteniéndome. Le miré —¿Qué te pasa? Me enteré que esta mañana peleaste con otro chico. ¿Estás bien?

Casi olvidaba que había golpeado a un imbécil a primera hora, nuevamente por Dorian, qué mierda. Ahí estaba Alex preguntándome si estaba bien, realmente se notaba mi estado de ánimo.

—No lo sé— respondí sinceramente —No tengo idea de que me sucede.

O tal vez si la tenía, pero no tenía ni la más mínima intención de divagar en ello, y menos de aceptar nada. Nada.

—Hoy Lonan está de cumpleaños, hay una fiesta en su casa, puedes ir y disculparte con él.

Bajé el rostro asintiendo. Gran manera de darle un obsequio a Lonan, peleando con el, soy muy original.

Estaba completamente alejado de todo, si hubiese usado mi teléfono al menos, quizá sabría que hoy cumplía años. No había usado mi Instagram hace días.

—Te pasaré buscando, ¿Bien?— dijo Alex amarrando las agujetas de sus zapatos —Quisiera que habláramos.

—Esta bien— respondí. No sabía de qué, pero me hacía una idea.

—Nos vemos a las diez— dijo marchandose, me despedí y seguí mi camino tomando una bocanada de aire.

Estaba dejando que unos impulsos extraños se apoderarán de mi. Realmente me veía como una persona diferente. Y sabía que mi humor era por el encuentro en la cafetería, por sus palabras, más bien debería estar feliz, quizá más adelante dejaría de sentirme así.

—Debes dejar de verte tan extraño— susurré para mí mismo antes de entrar a la enfermería. Una chica me atendió limpiando mi herida en la ceja.

—Ya está limpia— dijo, no la veía, si al suelo —Solo pondré el apósito y listo. En unas horas estará bien.

Tapó a la herida con esa cosa, era como una curita, y luego se alejó viéndome. Le miré, al parecer tenía unos veinte, era rubia y de ojos claros.

—No pelees más por hoy— guiñó su ojo. Me puse de pie y posó su mano en mi pecho, atrevida, le miré con el ceño fruncido.

Mi yo de siempre la hubiese follado como si no hubiera un mañana, pero mi yo actual solo sintió desagrado. Esta mañana había estado besándole el cuello a una chica a unos asientos de Dorian, y solo porque él lo viese, pero ahora que no estaba, simplemente la rubia linda no me importó.

—Gracias y adiós— dije saliendo del lugar —Joder— susurré mientras caminaba a los salones.

Me di cuenta que estaba pensando como un... Como un homosexual.

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