Capítulo doce: juntos.

3.7K 275 132
                                    

Capitulo dedicado a: modelt17 Soharys_m El_Arito_De_Luke926

JORDAN

Culpa y arrepentimiento fue lo único que sentí al estar dentro del baño. ¿Cómo mierda había podido abofetearlo? Aún no podía asimilar el hecho de que lo había dañado físicamente, no podía creer que yo había sido capaz de eso.

Me había dejado llevar por mi rabia y por mis malditos impulsos. Sabía que él era un hijo de puta por no haberme dicho que iba a casarse, pero aún así yo no tenía el derecho de haberlo golpeado. No cuando a pesar de todo yo estaba enamorado de él y en cantidad, porque me sentía completamente destrozado.

Había pasado la noche en vela imaginándolo abrazando a otra persona, a ella. Esa chica atractiva de cabellos castaños largos, cuerpo delgado y curvas perfectas. Sintiendo envidia, mientras fumaba un cigarrillo el cuál lo sentía amargo, recordando lo que tanto me dolía, y es que ella podía decir, que él era suyo.

Me la pasé cuestionando las decisiones que Dorian había tomado, cómo cuando dijo que era gay, o cuando perdonó mi homofobia estúpida y tocó mi cuerpo cuando claramente estaba en una relación.

No sé qué buscaba de mí, pero verlo esta mañana durmiendo a mi lado en el bus, me había tomado por sorpresa, haciéndome sentir vulnerable por el poder que él tenía en mí, me descolocaba completamente.

Me sentía impotente, así que apreté mis cabellos jalándolos en frustración y llorando con más intensidad. Estaba herido por él y enojado conmigo mismo. En resumen, sólo quería desaparecer.

Sin embargo, abrí la puerta llamándolo para pedirle disculpas, pero ya no estaba, había abandonado la habitación, por suerte ahí seguía su bolso. Tal vez no pediría un cambio de compañero si tenía suerte.

—Maldito masoquista— me dije a mi mismo despojándome de mis prendas para tomar una ducha rápida. Pero ni siquiera el agua fría me había calmado.

Tenía tanta cólera por todo lo que pasaba en mi vida, me enteré que vendría a este viaje y pensé que ya no tendría que asistir a ningún almuerzo con Amelia y su familia como papá me había dicho, pero no, a él se le ocurrió la maravillosa idea de adelantar el momento y ayer nos habíamos reunido, los Fox y nosotros.

Tuve que escuchar las miles de preguntas que evadí y ver las caras de odio de Amelia hacía mí, fueron las dos horas más fastidiosas de mi vida, entendía que me odiase, al fin había aceptado la mierda de persona que era y ella estaba en todo su derecho de tratar mal a quien claramente la usó, yo. Y quizá esa era otra razón por la que no había podido controlar mi ira hace unos minutos.

Ya no podía hacer nada al respecto, así que me puse el uniforme del equipo y salí de la habitación al campo sintético, controlándome. Ahí estaban todos, a excepción de cierto pelinegro rizado.

—¿Dónde está, Rollers?— preguntó el entrenador al verme llegar.

—No lo sé— respondí mirando al rededor. Me preguntaba lo mismo.

—Dios, no tenemos ni media hora aquí y ya se andan perdiendo— escupió con fastidio —Da igual, comiencen a entrenar— dijo y se alejó a una banca.

Con un sentimiento molesto en mi, comenzamos con un calentamiento, sin embargo, no podía concentrarme, seguía buscándolo con la mirada, esperando que entrara al campo. Me sentía como un Monstruo, necesitaba su perdón.

—¿Qué pasa?— preguntó Alex, volteé viéndolo, ni siquiera me había percatado de su presencia.

—Nada— mentí haciendo flexiones.

InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora