Relatos de una mujer solitaria

Catarsis

Necesito sacarte de mi mente, perderte entre los recuerdos y estropearte con el olvido.

Necesito no necesitarte más, necesito entender que posiblemente no querrás volver a estar conmigo. Que la herida en tu ego fue tan grande como tú panza y profunda como el vacío de insensibilidad corporal que tuve esa noche.

Necesito entender que quizás es demasiado tarde para esto... que una disculpa no será suficiente y que una explicación no bastará para repararlo; porque no me había dado cuenta del daño que te había hecho con mi falta de respuesta en la intimidad.

Odio que me sofoque tu recuerdo, las ganas de volverte a ver o de sentirte una vez más entre mis piernas, pero esta vez sin la sedación de la ansiedad o los nervios.

Necesito pensarte menos, desearte menos y extrañarte menos. Necesito desacostumbrarme de ti, de tus mensajes y atenciones.

Necesito convencerme que solo fue un ratito y que eso ya era algo evidente cuando te conocí.

Necesito hacer que esto deje de sentirse, que moleste menos, que me arrepienta menos. También necesito que entiendas que no siempre se trató de ti sino de mí y de las circunstancias que me tocó vivir.

Necesito que me creas, que no me juzgues, que quieras estar conmigo a pesar de las cicatrices que cargo.

Desearía que te des cuenta de que conmigo las cosas pueden funcionar y que en esa epifanía, me busques y me sugirieras intentarlo de nuevo. Yo espero estar disponible para cuando eso suceda. Sino lo estoy... supongo que solo apreciaré el gesto y te daré las gracias una vez más.

Odio que me hayas gustado más de lo que hubiese querido.

Odio que a pesar de saber lo breve de nuestro vinculo, me haya enganchado a ti.

Lo odio porque no me correspondiste como quería.

Lo odio porque te asustaste y huiste.

Lo odio porque sin querer, confirmaste que soy capaz de alejar personas aún sin proponérmelo. Con gestos inconscientes.

Lo odio porque aumentaste el temor y la inseguridad que me persigue, una donde pienso que los otros no podrán soportar mis angustias cuando decida compartirlas con ellos.

También odio querer odiarte... o intentar odiarte, porque en el fondo no quiero hacerlo, solo  quisiera quererte y conservarte intacto por lo que me diste.

Sin embargo en este momento, quererte se siente como una traición hacia mi misma y odiarte es intentar retenerte mas de lo que quisiera en mi mente. De esa forma, no me dejarías avanzar como deseo.

Por eso pienso en lo que necesito... y lo que necesito ahora, es dejarte ir.