XII.

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Enorme fue la nostalgia que Chifuyu sintió al entrar en la casa de su amigo. Todo lucía igual a como lo recordaba desde la última vez que la visitó; cuando ayudó a Takemichi a empacar para ir juntos a su primer día en la secundaria.

-. ¿Uno de tus amigos está arriba? ¿Akkun tal vez? –preguntó retomando la conversación y siguiéndolo a la cocina, en donde Takemichi tomó el dinero que le dejó su madre antes de mirarlo.

-. No creo. Mi mamá conoce a mis amigos y a este no, probablemente sea Mikey-kun o Draken-kun... No es como si tuviera muchos ahora –mencionó desinteresado, contando los billetes mientras caminaba.

-. No agarres dinero con las manos así. Míralas, se van a infectar –regañó Chifuyu saliendo de la cocina tras él -. Y además, no creo que sea alguno de ellos. Tu mamá dijo que era un tipo encantador –finalizó con tono irónico frenando en el primer escalón, para esperar al oji-azul que había entrado en el baño que estaba bajo las escaleras.

-. Chifuyu ahora que lo recuerdo, no te sorprendas mucho al ver mi habitación –advirtió el castaño, tomando el botiquín de primeros auxilios, que estaba en un cajón bajo el lavamanos; antes de salir y subir las escaleras.

-. ¿Por qué lo dices? –preguntó confundido el de ojos verdes, subiendo a su lado.

-. Porque ahora es una habitación minimalista –respondió con simpleza y antes de que Chifuyu pudiera contestar, el olor que provenía de la habitación mencionada, lo frenó. 

-. Huele a tabaco –comentó el rubio tapando su boca y nariz con desagrado.

¿Olor a tabaco y un chico encantador con pinta de buen sujeto?

-. Ya sé quién es –susurró lo suficientemente alto.

-. No me digas que aparte de adicto a la tinta, te volviste drogadicto, emo y rockero –su tono de sátira pasó desapercibido para el oji-azul.

-. No te digo –respondió neutro, abriendo la puerta y encontrándose con la silueta de Yoichi apoyada en la pared junto a la ventana abierta, que daba hacia la calle.

Aunque a eso no le dio mucha importancia y lo primero que hizo al entrar, fue mirar de reojo la ventana sellada a su lado que seguía cubierta por la cortina tal y como la dejó

-. ¿Era necesario marcar mi habitación con este olor? –preguntó en forma de saludo, adentrándose totalmente a la habitación.

-. ¡¡Takemichi!! ¡¿qué le pasó a tu habitación?! ¡¿te robaron?! –preguntó el rubio de ojos verdes, entrando detrás suyo.

No sé ni para qué gasté saliva advirtiéndole que no se sorprendiera –pensó rodando los ojos.

-. Por tu forma de ser ya me esperaba algo así, pero me sorprendí también. Esperaba encontrar algo vergonzoso para poder molestarte, al menos una foto de bebé –mencionó gracioso Yoichi, lanzando la colilla por la ventana.

¿Por su forma de ser? –Chifuyu miró al tipo con confusión, como si le acabara de decir que 2+2 es igual a 3.

-. Lamento haber estropeado tu plan –respondió sarcástico, dejando los zapatos a un lado -. Yoichi-kun este es mi mejor amigo, Matsuno Chifuyu… Chifuyu, él es mi nuevo amigo Dai Yoichi –Takemichi los presentó sin mirarlos, mientras se acercaba a la cama y dejaba el botiquín sobre ella -. Yoichi-kun es hermano de la chica que fue violada y atacada por Moebius. Por cierto ¿Cómo se encuentras ella?

¿Y quién salvará a Takemichi? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora