11. LA TORMENTA

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Hal había amenazado a las Serpientes con matarlas si no entregaban a su esposa y a su hija de nuevo. Alice sabía que su marido no era fanático de los piratas, y menos de las Serpientes, pero las palabras de la carta expresaban odio e ira pura. Sabía que no pararía hasta descubrir su guarida y acabar con todo lo que se pusiera en su paso.

Al, nadie puede encontrar esta isla, ya lo sabes- dijo FP mientras ambos estaban sentados en su oficina por la mañana. 

Habían pasado la noche abrazados, dándose consuelo e intentando dormir. Pero Alice apenas había podido conciliar el sueño. Hal la perseguía en sus pesadillas y la alejaba de las Serpientes matando a todas en su cara.

Hal es capaz de hacer lo que sea, cada minuto que Betty y yo pasamos en esta isla os estamos poniendo en peligro- dijo ella amasando sus sienes. La situación la estaba superando, ella sólo quería volver a la tranquilidad y felicidad de ayer.

Alice, no os encontrará. Saldremos al mar al mediodía, pondremos rumbo a la guarida de las Venenosas y es imposible que sepa nuestra posición- aseguró FP relatando el plan al que habían llegado.

¿Y si va en la misma dirección?- preguntó Alice insegura.

Hal no sabe dónde está la guarida de las Venenosas. No puede saber la localización de ninguna guarida pirata. El código pirata dicta que se debe guardar en secreto entre nosotros, ya lo sabes- recordó FP.

¿Y si nos encontramos?- preguntó Alice sabiendo que el barco de Hal será más potente que el suyo. Si los abordan...

Entonces lucharemos, pero no va a pasar, es un viaje de una semana hasta la guarida de las Venenosas, llegaremos ahí, haremos el trato necesario para que liberen a tu hija y volveremos sin contratiempos- dijo FP abrazándola.

Espero que tengas razón- suspiró Alice notando cómo FP besaba su frente.

Nadie va a separarte de mí otra vez- juró FP mirándola.

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Alice empezó a creer que FP tenía razón, llevaban 5 días de viaje y el único contratiempo fue encontrar a JB escondida en uno de los barriles de carga.

¿Cuándo llegaremos, Al?- preguntó la niña que estaba sentada a su lado.

A este ritmo, mañana al anochecer- contestó Alice.

¿Crees que papá sigue enfadado conmigo por venir sin permiso?- preguntó JB jugando con la hebilla de sus botas.

Tu padre se preocupa por ti, no deberías de haberte escapado para venir, navegar puede ser muy peligroso- dijo Alice seriamente.

Lo sé, pero no quería perderme otra aventura, quería estar con vosotros hasta el final, os iba a echar mucho de menos- explicó la niña.

JB se parecía más a su padre de lo que creía, tenía el mismo sentido imprudente y aventurero que le caracterizaba.

Está bien, pero debes disculparte con tu padre y explicarle como te sientes, estoy segura que él lo entenderá- dijo Alice acariciando las trenzas de la niña con ternura.

Vale, gracias mamá- dijo JB abrazando a Alice sin ser consciente de lo que sus palabras provocaron en ella.

Alice la vio correr hacia su padre y abrazarlo. JB la había llamado mamá... ¿se habría dado cuenta? Había sonado tan natural para ella que todavía no asimilaba lo sucedido, como si estuviera en un sueño. 

Alice amaba a JB muchísimo, se había encariñado con ella y la trataba como a una de sus hijas, simplemente era algo que hacía sin esfuerzo. Pero el hecho de que la dijera mama lo hizo tan real que no sabía como sentirse.

Piratas 1 y 2Where stories live. Discover now