Recuerden yo solo traduzco, créditos a su respectivo autor.
Si encuentran algún error gramatical o no entienden alguna frase no duden en preguntar en los comentarios.
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-¿Tu nombre?
-... Vivian".
-Vamos a llevarnos bien entonces, Vivian.
Esta vez, aceptó su mano extendida. Vivian quería sacudir esa mano lo más rápido posible. Pero, aunque apenas sonreía, se volvió hacia el médico por última vez.
-Si sucediera algo, no dude en llamarme, en cualquier momento.
Aparentemente, se veía bastante ordenado a pesar de ser un plebeyo, él mismo. Quizás se deba a que estuvo a cargo del Gran Duque, como médico jefe para empezar. Incluso con una sola mirada, se podía ver cómo esos atuendos evidentemente de alta calidad habían realzado el aspecto inmaculado del médico. Vivian eventualmente imaginó lo bueno que sería conocer los pensamientos detrás de esos ojos verde oscuro suyos.
-¿Cuál es tu nombre?
La abrupta pregunta de Vivian había hecho que la sonrisa del médico se hiciera aún más profunda.
-Mi nombre es Cedric. Es un placer conocerte, señorita Alexia.
***
-¿Estás aquí?
Su voz se escuchó tan pronto como entró en su habitación, que ya se había convertido en parte de su rutina.
Parecía que el médico realmente lo decía en serio cuando dijo que la mantendría fielmente en secreto. Escuchar esa voz suya, que no era diferente a la habitual, había hecho que Vivian se relajara un poco.
-¿Cómo está tu cuerpo?
-Gracias al Gran ... Quiero decir, Knox, me he mejorado ahora.
Los labios de Vivian, que naturalmente se dirigían a él como el Gran Duque, cambiaron rápidamente a su nombre, lo que finalmente dibujó una sonrisa en sus labios.
-¿En serio? Me alegra escucharlo.
-¿Qué estabas haciendo hace un momento?
Cuando Vivian se acercó aún más, le mostró una toalla mojada.
-¡Ah! Solo me estaba secando el sudor.
-... ¿Tuviste mucho dolor una vez más?
-Esto no es nada, en realidad.
Sería relativamente creíble solo si no hubiera gotas de sudor adornando su frente. Vivian exhaló un suspiro antes de poner su mano sobre la de él.
-¿Debería hacerlo por ti?
Las palabras de Vivian habían hecho que el cuerpo de Knox se pusiera visiblemente rígido. Parpadeó mientras trataba de buscar las palabras para decir antes de aliviar un suspiro tan largo.
-¿Sabes que eres bastante audaz de una manera tan extraña?
-Entonces, ¿no debería?
-¡Nunca!
Rápidamente pasó la toalla a la mano de Vivian, lo que hizo que una sonrisa floreciera en el rostro de Vivian.
Vivian ya había guardado ese pesado sombrero en la mesita de noche, antes de que lentamente comenzara a limpiarle la cara con la toalla en la mano.
El cuerpo de Vivian se había acercado gradualmente a la cama cuando comenzó a secarse la frente, que aún le goteaba el sudor. Mientras le limpiaba la cara con el mayor cuidado, su cuerpo procedió a inclinarse naturalmente hacia adelante, lo que hizo que su rostro se acercara más al del propio Knox.
Su mano que ya estaba recorriendo su escote comenzó a deslizarse hacia su pecho. El cuerpo de Knox se agitó de inmediato cuando ella colocó la mano entre los cordones de su camisón, que estaba atado sin apretar, lo que hizo que fuera mucho más fácil quitárselo.
¿Me está tentando o simplemente quiere ayudar? La intención de Vivian fue definitivamente clara como el cristal. Su toque, sin embargo, naturalmente había hecho que la parte inferior del cuerpo de Knox ardiera con tal calor.
Tan pronto como la toalla le rozó el pecho, no pudo soportarlo más.
-¿Knox?
Vivian lo llamó cuando se sorprendió por el repentino y fuerte agarre que había sostenido su mano. Aun así, Knox solo la arrastró hasta la cama al final.
Vivian finalmente se dio cuenta de la situación, aunque tarde antes de que rápidamente tratara de salir corriendo. Pero, por supuesto, Knox ya estaba inmovilizando sus extremidades, una tras otra.
-¡No, por favor no lo hagas!
Su mano se movió rápidamente para cubrir su rostro mientras tartamudeando había hecho que el Gran Duque se lamiera los labios. Encontró su pequeño desafío para ser bastante entrañable cuando simplemente deslizó sus manos por debajo de esa cintura flexible suya.
-¡Eunghh ...!
-¿Qué ocurre? Sabes exactamente que también llegaría a esto.
A pesar de que estaba diciendo esas cosas de manera amenazadora, su toque estaba increíblemente lleno de calidez.
Como si su ceguera temporal fuera una farsa, sus manos comenzaron a buscar y atacar sus debilidades sucesivamente.
Vivian no podía detener su gemido cada vez que sus toques sensuales la rozaban.
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