Los dos Príncipes. [Part 1]

42.⚜️ Un final diferente ⚜️

Adrien

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Desperté por el fuerte escándalo de la tormenta, la brisa se empezó a colar por mi ventana, se me hacía raro que estuviera lloviendo, a este punto del día debería de estar nevando, estamos a -1 grado, claro que debería de estar nevando. Me levanté de la cama y me puse mi bata, cerré la ventana con un poco de dificultad, mi fuerza sigue igual, muy débil para levantar o hasta para cerrar una simple ventana. Había mucho frío, vi por encima de mi cama para buscar a Harald pero no estaba, tal vez sólo está en el gimnasio, miré la hora y eran las dos de la mañana, no creo que este haciendo ejercicio a esta hora.

Lo iré a buscar.

Salí de mi habitación, caminé por los pasillos largos de mi casa, no recordaba que fueran tan largos ni tan oscuros o peor aún, tan fríos...

Entré al gimnasio pero no había nadie, me asusté un poco, me dirigí hacia la habitación de Claudia, toqué la puerta pero nadie contestaba, la abrí y pude confirmar que no había nadie, ahora si estoy asustado. Mis manos estaban muy frías, mis piernas temblaban y casi no podía ver bien, todo estaba oscuro. Bajé las escaleras lentamente para no tropezar y provocar un accidente, busqué con la mirada a Harald pero no estaba, entré al salón principal y tampoco estaba.

Escuché una risita...una risa aguda...¿una chica?.

Escuché atentamente para saber de dónde venía, cada vez la escuchaba más cerca, me dirigí hacia la puerta principal, ahora se escuchaba mucho más cerca, abrí la puerta y me encontré a la persona que pensé nunca volver a ver.

Ingrid

-¿Qué haces aquí?.- Le pregunté muy enojado

-Pero miren nada más a quien tenemos por aquí, al chico autotune.- hizo una risa sarcástica, iba vestida toda de negro.

-Vete de aquí ahora.- estaba muy enfadado, no entiendo que hace ella aquí, ¿cómo sabe dónde vivo?.

- Me iré, pero no sola.- miró hacia atrás mía y le seguí la vista.

Miré muy confundido al chico que traía dos maletas en sus manos, mi respiración se empezaba a agitar, mi corazón latía muy fuerte y dolía, no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando.

-Adrien, yo...-

-¿Qué haces?.- lo interrumpí

-lo pensé mejor, la decisión ya está tomada.- No entiendo

-De...que hablas...- un nudo se estaba empezando a formar por mi garganta

La tormenta empezaba a tornarse más fuerte, truenos y rayos caían, la lluvia se escuchaba muy escandalosa, la brisa que entraba por la puerta era cada vez más fría...