Los dos Príncipes. [Part 1]

44. ⚜️ El dolor ⚜️

Adrien

Me duele.

Me duele cada centímetro de mí.

No puedo caminar, no dormí nada y tengo mucha hambre.

¿Por qué no me explicaron que dolería tanto? esto es peor que una resaca. Me pesan los ojos, estoy muy cansado, apenas dormimos anoche. Sólo recuerdo las estocadas tras estocadas, no recuerdo cerrar mis ojos y descansar.

Apenas sentí mi estómago rugir me levanté de la cama, bueno, también les digo que me costó levantarme de mi cama, es que literalmente no puedo hacer nada. Ahora estoy tratando de bajar las escaleras, cada escalón hacia abajo me duele como no tienen idea.

El idiota de Harald ahora debe de estar durmiendo tan plácidamente, claro, como él no fue el follado. Cuando despierte me va a escuchar.

No les voy a mentir, en su momento fue increíble, sentí que nuestras almas se unieron oficialmente, sentirlo dentro y fuera de mí fue tan excitante. Estar en sus brazos, juntar nuestros labios, su cuerpo desnudo pegado contra el mío...la forma en como devoraba cada parte de mí...ok basta. Me voy a poner duro en medio de las escaleras.

Estoy bajando despacio para no hacer tanto ruido, no sé que horas son pero tampoco tengo muchas ganas de encontrarme con alguien y tenerle que explicar el porqué camino como pingüino.

-¿Y a ti que coño te pasa?.-

Me enderecé rápidamente y traté de disimular.

-¿A mí? ¿De qué hablas?.- reí un poco nervioso

-A mí no me mientas, cabeza de huevo.- dijo Eira. ¿Esta chica que no tiene que estar ya en su trabajo?.

-No me pasa nada.- dije firmemente, traté de bajar los escalones sin hacer tanta muecas.

Me miró fijamente, como si estuviera entrando a mi mente, cruzó los brazos y luego reaccionó.

-No me digas que...- abrió la boca de la sorpresa y se llevó las manos a la cabeza.

-Cállate.- Chilló de la emoción.- si dices algo juró que le diré a Gloria que tu rompiste su jarrón.-

-Oh no te atreverías.- me señaló

-Oh si, claro que lo haría.-

-¿Al menos piensas contarme algo? ¡Detalles, Adrien, Detalles!.- ya estaba cerca de ella.- Pareces una tabla sin movimiento, ¿tan grande la tiene?.-

-¡Eira!.- grité

-¡Perdón!.- me miró con una sonrisa.-¿ya son novios?.-

Sonreí al recordar nuestra cita y la forma en que me pidió que fuera su pareja, ahora puedo decir oficialmente que soy novio de Harald, joder...se escucha tan bien.