9

365 58 2
                                    

Martes, 9:07 am.

A cambio de la información que habían filtrado a la policía no recibieron más que un "Gracias" cosa que no resultaba suficiente para ninguna de las dos, pero por el momento tenían otros asuntos más relacionados a sus vidas que atender.

Al fondo del primer piso del taller estaba el estudio de fotografía, donde se hallaban Valentina y su asistente, un joven estudiante de fotografía, de ojos café, cabello negro, bajo de estatura y piel bronceada llamado Raúl, quien colocaba todas las luces y cámaras en orden mientras la castaña le daba ordenes.

- Recuerdame porqué hacemos esto, no es mi area ni la tuya, detesto este tipo se sesiones, tanta gente estirada mirandome sobre el hombro. - Comentó el chico.

- Primero que todo, porque nos pagan, segundo, Amanda es una amiga, es una pequeña excepción, le gusta tener todo controlado, incluso cosas como una sesión para una revista o entrevista. - Respondió tranquilamente sentada en una silla.

- ¿Por qué no publicas la entrevista tu si eres quien la hace? ¿No sería mas sencillo? -

- Sería más sencillo pero no siempre es eso lo que se busca. Ella quiere una entrevista perfecta para ser publicada por la revista perfecta, claramente una periodista independiente que trata temas sociopolíticos no es donde esperas encontrar una entrevista sobre la alta costura o sobre Amanda. - En silencio continuó su trabajo, la castaña aprovechó el momento para hacer lo que había esperado desde el domingo por la noche, ver a Juliana.

Valentina no tenía restricciones dentro del taller, anteriormente había tenido la libertad de tomar fotos a un día de trabajo habitual dentro del lugar y desde entonces, se quedó con el permiso, el espacio era muy amplio y de techo alto, repartido por aquel piso se alzaban cubos de 6m x 6m de distintos materiales, vidrio, madera, metal, pero con una pared transparente para observar lo que se hacía allí dentro, en uno de ellos debia estar Juliana, ya que allí los diseñadores hacían su trabajo, sin embargo en ninguno de ellos la vio, habría regresado al estudio porque de igual forma la veria en la sesión pero se sentía insistente esa mañana, tomó camino a la planta baja, donde se supone es el area de atención al público, modelos, oficinas, sala de conferencias y un patio interno con una cafetería para las horas de almuerzo o desayuno.

Apenas terminó el último escalón la vio, algo lejos, en una de las mesas del patio aparentemente muy a gusto y sonriente con Flavie, demasiado cerca, del tipo de cerca que Valentina sabía que usaba la más alta para cosas que no quería que hiciera con Juliana, no con la preciosa, fuerte e inteligente mujer de ojos marrones y sonrisa perfecta. Flavie Roux era alguien que jamás se había etiquetado, pero había salido con quien se le antojara, hombres, mujeres, cualquier etnia, cualquier identidad de género y cualquier tipo de persona que puedas imaginar, era guapísima así que era fácil de creer que podía conquistar a cualquiera... Incluso a Juliana. Ahora eran amigas, pero en un principio las intenciones de Flavie con Valentina no habían sido solo esas, pero la ojiazul no tuvo ningún interés romántico en la Francesa.

Sin saber como hacerse un espacio en esa interacción decidió regresar al estudio, luego hablaría con Juliana.

Las dos diseñadoras habían desayunado juntas aquella mañana, Juliana consiente de que vería a Valentina y que tendrían una sesión de fotos se tomo el tiempo que consideró necesario para verse lo suficientemente atractiva como para conseguir toda la atención de la castaña, lo cual causó su atraso y no alcanzo a prepararse desayuno en casa.

- Voy a retocar mi maquillaje, no falta mucho para la hora de la sesión. - Anunció Flavie colocandose de pie. - ¿Me acompañas o... Ya irás al estudio? -

Lienzo y Armas || JuliantinaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon