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—Esa estrella se parece a ti —mencionó, apuntando en dirección de una estrella.

—¿Se parece a mí? ¿Cómo podría?

—Es igual de brillante que tú y tu sonrisa...es demasiado parecida a ti, Vrai —masculló y estaba muriendo de ternura en ese momento.

—Es lo más hermoso que alguien me ha dicho —le dije y volteé a verlo.

—Tú eres la persona más hermosa que he conocido en todos los sentidos...eres como la estrella de medianoche más brillante de mi vida.

Sonreí un poco y su mirada buscó la mía, al encontrarla esbozó una tierna sonrisa...llevábamos mucho tiempo en la playa y estaba segura de que mi cabello estaba completamente lleno de arena.

Después lo solucionaría con una ducha. Eso podía solucionarse en pocos minutos pero tener esta clase de momentos con Ashton recompensaba todo aquello. Él cerró sus ojos por un momento y luego llevó una de sus manos a su rostro.

—¡Mierda! —farfulló—. ¡Me ha entrado arena en los ojos! —al decir eso se recargó con un solo brazo tratando de levantarse de la arena. Yo hice lo mismo.

—¿Estás bien? —pregunté y asintió.

—Lo estoy, solo que se me ha metido un poco de arena en los ojos...eso es tan irritante.

Se sentó por completo en el suelo y frotó un poco sus ojos y cuando lo hizo más arena cayó de su cabello haciendo que bufara y me pareció lindo. Entonces me acerqué más a él y con cuidado quite la poca arena que aún había en su cabello para que no le volviera entrar en los ojos. Cuando lo hice él alejó sus manos de su rostro y me vio directamente.

—Eres lo más lindo que tengo en mi vida Vrai, ¿lo sabías? —le sonreí aún quitándole el resto de arena.

—Tú también eres lo más lindo de mi vida Ashton...—le dije conectando su mirada con la mía.

Sus ojos tenían un brillo especial que hacía ver su mirada aún más hermosa de lo que ya es y en un simple parpadeó la distancia que había entre nosotros había sido acortada por él, cuando unió nuestros labios en un beso lento.

Su mano estaba en mi barbilla atrayéndome con delicadeza a él...sentía que en cualquier momento terminaría derritiéndome en sus brazos.

Cuando dejó de besarme dejó su frente junto a la mía y suspiro un poco...y su mano que estaba en mi barbilla paso a un lado de mi rostro para tomar un mechón de mi cabello y pasarlo detrás de mi oreja.

—Creo que es momento de irnos —susurró.

—Sí, creo que tengo arena en toda la ropa —reí un poco y abrí los ojos encontrándome con una sonrisa adorable de su parte.

Ashton abrió los ojos para alejar su frente de mí y así ponerse de pie y luego ayudarme a hacer lo mismo.

—¿Quieres comer algo?

—Por favor —sacudí mis shorts para así volver a tomar la mano del chico.

Él tomó su tabla de surf y coemzamos a caminar para regresar al estacionamiento. En mi bolsillo busque las llaves de mi auto.

—¿Quieres que te lleve? —le pregunté abriendo la puerta del piloto.

—Por favor...

—¿Con quién has venido?

—Calum me ha venido a dejar, pero ahora está en una cita —frunció los labios.

—¿Una cita de internet? —pregunté con diversión y Ashton rio un poco.

—Sí...es la quinta vez que sale con la chica, creo que está vez si va en serio.

—¿Las fotos que le tomaste con su patineta sirvieron?

—Por supuesto que sirvieron...¿podrías abrir la puerta para que ponga la tabla.

—Claro.

Le quité los seguros a las demás puertas y el abrió una trasera para meter la tabla y acomodarla en los asientos de atrás para después cerrar la puerta y abrir la del copiloto.

Ambos entramos al auto y cerramos las puertas casi al mismo tiempo, encendí el auto y Ashton bajo el cristal de la ventana de su lado.

Un par de minutos después nos encontrábamos a unos metros de su edificio con teenage dream en el estéreo.

Ashton cantaba la letra de la canción con una sonrisa en el rostro que fue casi imposible que yo no lo hiciera, así que me uní para cantar con él, pero debía ser muy sincera y mi voz apenas era audible junto a la de él.

El estar escuchando teenage dream de Katy Perry me hacía recordar ese día en el parque bailando en la lluvia, ese día en que pensaba besarlo, pero el clima no quiso cooperar y la idea desapareció.

Apagué el auto y ambos salimos de él para ir hasta el ascensor que estaba en el estacionamiento e ir directamente a su piso. Ashton me había invitado a su departamento a comer algo, claramente no pude negarme a la invitación.

Nadie mencionó nada en el ascensor y tampoco cuando entramos al departamento. Dejó las llaves en la mesa al igual que mi bolso de playa.

—¿Te molestaría si utilizo tu baño? —le dije cuando la arena en mi cuerpo estaba siendo demasiado molesta.

—En absoluto, es la puerta a la izquierda...¿tienes más ropa o quieres que te preste algo?

—¿Podrías prestarme algo?

—Por supuesto —sonrió—. Las toallas están en las gabetas del baño, te dejaré la ropa en mi habitación, está justo enfrente del baño.

—Gracias —susurré.

Me alejé de él para ir por el pequeño pasillo y abrir la puerta izquierda, encendí las luces del baño y me di cuenta de que era un baño bastante lindo y muy elegante. Cerré la puerta y comencé a quitarme la ropa y la poca arena que aún quedaba en las prendas caía.

Abrí la regadera y dejé que el agua recorriera mi cuerpo y comenzar a darme una sensación de limpieza en mi cuerpo. Unos minutos después estaba envolviendo mi cuerpo con las toallas al mismo tiempo que salía del baño para ir a la habitación de Ashton.

La puerta estaba abierta y en la cama había una pequeña pila de ropa doblada. Sonreí un poco y entre a la habitación creando la puerta camine hasta la cama donde estaba la ropa, había una camisa negra y abajo unos pants del mismo color parecían ser bastante frescos.

Comencé a vestirme con la ropa que él había dejado para mí y entonces salí de su habitación para regresar a su sala donde supuse que estaría.

Cuándo regrese el no estaba en ningún sofá, él estaba cocinando con Katy Perry de fondo y se veía demasiado tierno.

—La cena está casi lista —sonrió.

Ashton era demasiado tierno.

Midnight | A.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora