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¡Al fin!

La semana intensa de exámenes había terminado y por fin podía tomarme un respiro de los libros. Podía ver el mismo alivio en mis amigas.

—¿Qué harán esta tarde? —pregunté arrastrando mis pies por el piso del estacionamiento.

—Dormir —respondió Zara—. Estoy tan cansada que podría dormir por tres días enteros.

—¿Cam?

—Tengo cita con el dentista esta tarde —hizo una mueca fingida de dolor—. De verdad que no quiero ir.

—¿Tú que harás esta tarde? —preguntó Zara.

—No lo sé probablemente duerma un poco, estos días apenas he dormido de manera correcta.

—Todo apunta a que nos veremos después —masculló Cameron.

Sí, eso era lo que parecía. Nos despedimos para cada quien irse por su propio camino, Zara a su departamento, Cameron al consultorio de su dentista y yo de regreso a casa. Esta vez no me molesté en encender el estéreo para evadir el silencio, tampoco me apresuré para ir a casa me tomé el tiempo y hasta puedo decir que tomé en cambio más largo a propósito.

Esta vez quería disfrutar del regreso a mi departamento. El cielo estaba algo oscuro y amenazaba con llover en cualquier momento, lo cual me sorprendió ya que aún faltaba para las temporadas de lluvia o eso es lo que yo recuerdo.

No sabía porque siempre los días anteriores al inicio de las vacaciones de verano se sentían de una manera extraña. Eso desde mi punto de vista.

Al llegar a mi edificio me dirigí a el estacionamiento para dejar ahí mi auto y subir a mi departamento para descansar un poco, porque en verdad lo necesitaba. Después de los exámenes siempre me encontraba más agotada de lo normal.

Tomé mis cosas y con pesadez me dirigí al elevador para marcar mi piso. Esta vez no se escuchaba la típica canción qué hay en los ascensores, ahora Starting se estaba reproduciendo lo cual me pareció extraño, pero al escuchar la canción recordé a Ashton.

Lo recordé a él y a esa noche en el karaoke, esa noche confeso sus sentimientos y también fue la primera vez que conocí más de él. De tan solo recordarlo mis mejillas se encendieron.

Toda esta semana apenas habíamos hablado, yo tenia muy poco tiempo libre y el que tenía lo utilizaba para dormir y después volver a estudiar, quizás más tarde le hable para preguntar como ha estado y quizás acordar vernos después.

Realmente no tenía muchas ganas de ir a mi departamento, pero tampoco tenía ganas de ir a algún otro lado.

Tal vez traté de entrenarme ordenado cualquier cosa, quizás debería de volver a organizar a mi estantería, ahora debería de acomodarla por tonalidades, o quizás por tamaños...

Una vez entré a mi departamento dejé mis cosas en un sofá y fui hasta mi habitación para quitarme los zapatos y darme una ducha que de verdad necesitaba con urgencia.

Por alguna razón una pregunta estuvo molestándome todo el fin de semana: ¿Cuál era mi relación con el castaño ahora?

Ambos habíamos dicho que nos sentimos atraídos él uno por el otro, pero no dijimos más. Eso me ha estado agobiando los últimos días, en especial desde que nuestro último encuentro no he hablado con él.

Esa clase de preguntas parecen agobiarme más de lo que me gustaría aceptar y es que en verdad no quiero arruinar lo que tengamos. Claramente me gustaría tener mis ideas ordenadas, pero no estaba demasiado dispuesta a perder lo que tenía con él.

Midnight | A.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora