021

45 18 0
                                    

—Los exámenes finales están a la vuelta de la esquina, jóvenes —anunció el profesor—. Así que es mejor que ocupen su fin de semana para estudiar. Pueden retirarse.

Todos nos levantamos de nuestras sillas y nos dirigimos a la salida, tenía razón debía de ocupar mi fin de semana para estudiar, aunque no quería nada de eso.

—¿Estudiamos juntas? —propuso Zara.

—¡Sí! Es una maravillosa idea —apoyó Cameron con una sonrisa.

—Por supuesto —sonreí—. Siempre estudiamos juntas para los exámenes finales, ¿quieren ir a mi casa o dónde nos vemos?

—Tú casa me parece bien —dijo Zara—. Nos queda cerca a las dos —señaló a Cameron y después a ella.

—¿Qué les parece si comenzamos hoy? —dijo Cameron—. Tengo el día completamente libre.

—Es una asombrosa idea —sonreí—. Mientras más tiempo tengamos para estudiar, más segura estaremos de obtener buenas notas.

Desde pequeña me he esforzado por sobresalir académicamente siempre, me gustaba enorgullecer a mis padres con diplomas y reconocimiento del instituto.

—De acuerdo, entonces ¿nos vamos?

Zara había estado conversando más de lo habitual y eso nos tenía feliz a Cameron y a mí, sabíamos perfectamente que a Zara le costaba mantener conversaciones largas incluso si es con nosotras, estaba mañana había sido un gran avance.

Por más que me gustara la idea de irnos juntas, sabía que aquello no iba a pasar, pues cada una traía su auto y no podían dejarlos en el aparcamiento de la universidad, forzosamente tenían que llevarlos.

Cada quien subió a su auto, pero a diferencia de muchas veces, esta vez nos dirigíamos a la misma dirección. Antes de encender de mi auto para ponerme en marcha, dejé mis cosas en el asiento del copiloto y me aseguré de ponerme bien el cinturón de seguridad.

Encendí el auto y a los pocos minutos hice lo mismo con el estéreo, se me hacía imposible subirme en mi auto sin ir escuchando música, el trayecto siempre me resultaba triste y el acompañamiento musical me hacía sentir mejor.

Habían pasado dos días desde el último encontró que tuve con Ashton, nos manteníamos en contacto por mensajes, pero no nos habíamos visto desde ese día. Aun no puedo sacarme de la cabeza los recuerdos de esa noche.

En mi pecho aun habían marcas y sabía que tardarían en borrarse, pero no estaba arrepentida de nada de lo que sucedió esa noche. Me había gustado demasiado, él me gustaba demasiado.

Estos dos días he tratado de ignorar saber cual era nuestra relación ahora, regularmente muchas relaciones suelen terminar por esa pregunta, estaba muy segura de que Ashton no era ese tipo de chico, pero aún así me sentía asustada.

Yo fui la primera en llegar, después fue Cameron y por último Zara. Las tres subimos al elevador hasta llegar a mi departamento, dejamos nuestras cosas y les ofrecí algo para beber.

—¿Preparamos algo o lo pedimos? —les pregunté viéndolas directamente.

Era tarde y estaba segura de que tendrían hambre. Bueno yo si la tenía.

—La pedimos, tengo muchísima hambre y no creo tener fuerzas para cocinar algo.

—Apoyó a Cameron —dijo Zara—. Pidamos comida en ese restaurante que está en la otra calle, su comida es muy buena.

—Zara tiene razón, su comida es deliciosa —Cameron sonrió, cómo si estuviera feliz de elegir ese restaurante.

—Bien...entonces será ese restaurante. Yo pediré la comida ustedes póngase cómodas.

—Te amo Vrai —alabó Cameron acostándose en el sofá.

—Yo también las amo.

Me alejé para poder hacer mi pedido desde la cocina mientras observaba como mis amigas comenzaban a sacar todo lo que necesitarían para comenzar a estudiar.

Era un alivio saber que pronto estaríamos de vacaciones. Pero estaban esa semana de exámenes que no podría evitar por más que quisiera.

Los del restaurante me dijeron que estarían aquí en unos pocos minutos, así que después de eso me uní a mis amigas que estaban hablando sobre los temas que vendrían en los exámenes.

La vida universitaria estuvo tan romantizada todo este tiempo que creí que iba a ser sencillo.

La comida no tardó demasiado así que al llegar nos disponíamos a comer para continuar estudiando con un poco más de ánimos. Una buena comida siempre te dará energía y ánimos.

Eso Ashton me lo dijo hace unas noches mientras hablábamos por teléfono cuando hacía mi cena. Su compañía estaba haciéndose parte de mi vida.

—Odio la semana de exámenes —farfulló Zara mientras se acostaba en el sofá—. Necesito dormir y nunca abrir un libro para estudiar.

—Te doy toda la razón —apoyó Cameron—. Necesito dormir, lo necesito más que antes.

Ya era algo tarde por lo que entendía perfectamente el cansancio de mis amigas, yo me sentía igual.

—¿Lo dejamos hasta aquí hoy? —pregunté cerrando uno de mis libros.

—Definitivamente sí, ya no puedo más.

Todas comenzamos a levantar nuestras cosas asegurándonos que fuesen las correctas, hasta que toda esa área quedó limpia. Las acompañé hasta la entrada para despedirme de ellas.

—Nos vemos mañana.

—¡Hasta mañana V! —se despidió Cameron sonriente, como siempre.

—Nos vemos mañana —Zara se esforzó para darme una sonrisa.

Ambas caminaron hasta el ascensor para subirse, después de ver cómo las puertas se cerraban estaba por entrar y seguir con lo mío.

De no ser por la puerta de Zach lo hubiera hecho. Hace bastante que no nos topábamos en los pasillos.

—Hola Zach —saludé llamando su atención, no se había dado cuenta de mi presencia.

—Hola Vrai —volteó a verme y me sonrió—. Hace bastante que no te veo, ¿cómo has estado?

—Sí —sonríe nerviosa—. Somos vecinos, pero a penas nos vemos, he estado bien gracias por preguntar, ¿cómo has estado bien?

—He estado bien.

En esos minutos pude notar que su cabello estaba más largo, le quedaba muy bien.

—Quisiera quedarme más, pero tengo que irme.

—Si, ha sido bueno verte Zach.

—Digo lo mismo Vrai, ten una buena noche.

—Igual tú.

Con eso él se despidió de mí y se dirigió a el ascensor que hace poco bajó con mis amigas.

Al entrar a mi departamento de nuevo me di cuenta de algo.

Hoy no había nada de él.

Midnight | A.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora