Capítulo XIX

4.5K 713 575
                                    

¿En dónde nos habíamos quedado?

¡Ah, sí! En la parte en la que casi y casi muero de un infarto, en la parte en que escuchaba mi nombre y donde varios rostros me miraban en busca de una respuesta.

Todo se volvió oscuro. Me hundí en una obscuridad completamente.

Había una luz segandome.

¿Era el paraíso? O, ¿a caso eran las puertas del cielo abriéndose para mi recibimiento? ¿Era la luz del final del túnel?

Había visto programas donde decían que cuando mirarás una luz a través de un túnel, no la siguieras y entonces era como: "No sigas la luz, Millie, regresa"

Pánico.

Mis manos sudaban con exceso.

Al menos no tendrás que aceptar la condición de Luca.

Pero no sigaaaaaas la luz.

En ese momento creí que aquella voz era del mismísimo Diosito, llamándome por ser curiosa, entrometida y por todo lo que había hecho mal.

¿Deberia cantar el aleluya?

La luz se hizo más segadora, impidiende ver, ¿había quedado ciega?

¿¡Mori!?

Estas viva.

¿Estoy vivaaaaaaa?

A la anterior voz se le habían sumado al menos cuatro voces más.

¿Quiénes son?

Mis ángeles de la guarda.

San Padro.

Escuchaba que repetían mi nombre demasiadas veces, había un olor penetrante en el aire..

¿Por qué huele así?

Estoy en el infierno.

El infierno huele a... ¿Alcohol?

¿A caso se permite embriagarte en el?

Abrí los ojos de sopetón, incluso aunque eso no fuera tan posible como jugar fútbol en la luna, mi respiración estaba agitada.

No había muerto, estaba bien, más viva que una cucaracha después de un periódicaso.

-¡No te seguí! -elevé la voz lo suficiente para que mi garganta doliera.

No escuchaba nada había mucho ruido, mis pulmones se llenaban de aire, estaba muy asustada. Todo a mi alrededor daba vueltas, temblaba completamente.

-¡Millie!

Parpadee un par de veces, mi campo visual capto una mano moviéndose frente mis ojos, poco a poco note que era Valería. Estaba ahí, estábamos... ¿A fuera?

Todo eso...

¡Maldita imaginación!

Mi campo visual se iba esclareciendo poco a poco.

-¡No hemos entrado! -me autoconsolé.

Aún seguíamos a fuera, las paredes seguían siendo blancas. Todo había sido producto de mi imaginación. O de mi... Desmayo.

La imaginación a veces vuela muy lejos, te puede llevar a a cualquier lugar. En ese momento yo había imaginado varios escenarios.

-¡Te diste un tremendo viajesote! -Bromeó Vya... ¿O Tya?

¿Y si te enamoras de mí? ©✔ En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora