Capítulo XX.

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Tenía un chiste muy bueno para soltar en ese momento, pero me era imposible hablar, porque parecía que si interrumpía la conversación terminaría como cachorro regañado, entonces decidí quedarme callada y dejar que mi mente volará.

¿Donde habré dejado el cargador de mi teléfono?

Pero, para que lo quieres tonta... Recuerda que te lo robaron.

Tengo que trabajar y poder comprar un nuevo teléfono

Mike caminaba de un lado a otro frente a mí, pasaba una de sus manos por su cabello para peinar los mechones rebeldes que caían sobre su frente.

Parecía estar hablando de algo muy entretenido, porque ya tenia mucho sin dejar de mover los labios, deje de escuchar desde que dijo:

-¡Te das cuenta que Hopper es sinónimo de problemas!

Bueno si a esas nos íbamos, en todos solemos crear problemas algunas veces... No me malentiendas, no defiendo a Luca, para nada.

Mike fue a mi casa desde que estaba comenzando a oscurecerse, al menos por los días siguientes me había salvado de verlo, si no estaba con Lary estaba entrando o estudiando para la universidad y eso era bueno.

Quería dejar de quererlo, de verdad que lo tenia que intentar... No meterme más en su relación.

Iba a ser una Millie nueva, dejando a Lary y Mike felices para no arruinar su... Relación.

No entendía porque él y Luca no se llevaban bien.

No entendía porque siempre tenían que estar en competencia uno con el otro.

Quise responderle y decir algo cómo: ¿Te das cuenta que me haces daño cada vez que besas a Lary?

Todo lo que ella tiene te atrae, es tan malditamente bonita y agradable que la necesitas mientras yo... Yo me tengo que retorcer en la tristeza por no saber como dejar de amarte.

-¿¡Me escuchaste!? -dirigí mi mirada hasta él.

-Sí -trate de sonar convincente.

Él me miró con una ceja arqueada, esperando mi respuesta. Pero no la tenía preparada.

-¿Qué dije?

No sé, Mike, no me hagas preguntas intelectuales.

-Que -trague saliva humedeciendo mi garganta -que Lary es muy diferente a todas tus otras novias.

Él negó con la cabeza, sonrió sin ganas y golpeó la pared de mi casa con su puño.

-¿Tienes algún problema con ella?

Mi boca se abrió formado una enorme "0". ¿Qué si tenía algo en contra de Lary? No, para nada.

-¿Por qué lo tendría? -argumenté poniéndome de pie -. Ella te hace feliz, se supone que yo debería estar feliz por ti, ¿no?

Y dije debería porque no sentía eso en lo absoluto, dentro de mi solo había celos. Quería dejar de sentirlos. Pero no tenia nada en contra de Lary.

Es raro y patético, pero por lo general sentimos celos la mayoría de las veces por demasiadas personas, en mi caso los sentía muy seguido.

Los celos son malos, lo sé, pero no sabía como o qué hacer para dejar de sentirlos, dejar ir todo era lo mejor. Eso me frustraba.

-Te notó diferente -su voz estaba volviendo a la normalidad -ya no hemos hecho algo juntos, hace un tiempo no volvemos a recorrer el pueblo en mi auto -nos miramos -. Extraño a mi mejor amiga.

¿Y si te enamoras de mí? ©✔ En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora