Capítulo XL

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Odiaba la sensación de abrumamiento que tenia en ese momento, estaba molesta conmigo por haber reaccionado de esa manera, por no responder a la pregunta de Luca.

—No pude contestar a su cuestionamiento —murmuré para mi mejor amiga.

Vale había llegado muy temprano a casa, le llamé por la tarde entre lágrimas, hablamos por muchos minutos hasta que la noche llegó.

Le conté todo lo que había pasado antes, le comente lo de mi madre en las vacaciones, lo que sucedió entre Luca y yo.

—Tranquila. —Me sonrió—. No fue tu culpa no haber poder darle una respuesta.

—Soy muy tonta. ¡ODIO TODO!

Nos encontrábamos sentadas en la sala de mi casa, ella frente a mí, sus labios fruncidos en un gesto que gritaba curiosidad.

—¿Sigues queriendo a Mike?

Mi respuesta no tardo en llegar:

—Lo querré siempre, no de la misma forma en que solía hacerlo antes, de eso estoy segura. El cariño que le tengo sigue estando ahí, pero ya no es amor.

Tenía perfectamente claro lo que de verdad sentía por mí ex mejor amigo, y sé que probablemente él estaba enfadado conmigo por mi comportamiento.

Pero una persona no puede juzgar la forma en que otros reparan un corazón roto.

—Se siente bien dejar de querer a una persona de la que creiste nunca podías dejar de amar —añadió la pelirroja.

Una enorme sonrisa se dibujo en sus labios, ella tenia razón.

Alguna vez a todos nos ha pasado que estamos tan enamorados de alguien que no nos damos cuenta por todo el camino lleno de baches por el que pasamos y el transcurso en ocasiones suele ser dañino, nos acostumbramos al dolor y no percibimos la incomododad de las raspaduras hasta que paramos y nos preguntamos: ¿Dónde estabas cuando pasaba por un camino de oscuridad, en mi peor momento?

Cuando no hay respuesta, tienes que tomar valor para recoger los pedazos que resbalaron de tu corazón, para poder armarlos después.

—Se siente más que bien —admití.

—Es normal que te preocuparás por Mike, crecimos con él.

—Es tonto —me quejé.

Por algunas horas más hablamos hasta que llegaron mis padres y Charlie fue por ella.

Era raro que una noche me quedará sin apetito, pero sucedió, subí a mi habitación, saque uno de los cuadernos que Luca me había regalado durante el viaje y las tizas de colores para realizar un dibujo.

Me senté en el piso de madera de mi habitación, recordé el dibujo que nos hicieron en la playa, mismo que se quedó él.

Cerré los ojos y tome aire, me concentré en el silencio que había, tome una tiza de color gris y empecé a trazar sobre el papel.

El mar mojaba la arena sobre la que estábamos sentados, Luca a mi lado, la luna más arriba de nosotros, el cielo en un tono gris lleno de pequeños puntos blancos. A él lo dibuje con una mirada de aburrimiento y cansancio mientras que yo lo miraba con una sonrisa.

Él siempre iba a ser callado, nunca puedes forzar a ser una persona lo que no es, estaba bien como era, quizá esa era su manera de proteger su corazón roto.

(....)






¡Tun, tun, tunBuuuuummm!

¿Y si te enamoras de mí? ©✔ En Edición.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora