17: Jueves

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Después de que el grupo se juntara en parejas, la joven les dio un libro, un recipiente, unas tijeras jardineras y un par de guantes a cada una, y prosiguió a explicarles la actividad, la cual trataba de recolectar hongos comestibles e identificarlos de los venenosos o en su defecto, alucinógenos, con algunas advertencias de antemano.

Comenzaron su recorrido hasta el bosque, quedando en un área designada por la guardabosques. Dio las instrucciones y empezaron la actividad al momento.

Kyle, junto a su mejor amigo y compañero de trabajo, Stan, se dirigieron hacia una cepa de hongos color café y amarillo, cerca de un pino.

Ambos se colocaron en cuclillas, con las herramientas en mano.

— A ver, Stan, esto es lo que haremos... — el judío empezó con la explicación de cómo se iban a dividir el trabajo, pero Stan dejó de prestar atención a sus palabras y simplemente se detuvo a contemplar el físico del pelirrojo.

En ese pequeño lapso observándolo, volvió a apreciar el atractivo del judío: su cabello rojizo y rizado combinaba perfectamente con sus ojos verdes, que hacían un maravilloso contraste junto a su piel blanquecina, además de las pequeñas, casi invisibles, pecas que adornaban sus mejillas. Tenía la misma nariz afilada que su madre, de la cual siempre mencionaba que la odiaba porque lo hace lucir feo, sin embargo, bajo su perspectiva, él se veía bastante bien. Demasiado bien.

Pero, ¿desde cuándo su amigo comenzó a verse tan atractivo? O más bien, ¿desde cuándo él comenzó a verlo así?

Siempre que podía, Stan apreciaba la belleza antinatural (según él) de Kyle, normalmente lo hacía cuando se ponía a quejar sobre Cartman o de su hermano menor Ike, para que luego le reclamara la poca atención que le presta cuando le habla, cosa que era mentira, porque Stan siempre tiene oídos para él.

Incluso sentía ese revoltijo en el estómago cuando estaba junto a él, sí, ese mismo sentimiento que le pasaba con Wendy cuando era niño.

¿Será que...?

« Oh, mierda » pensó Stan.

El azabache dejó salir un suspiro exasperado, cosa que Kyle notó.

— ... ¿Entendiste lo que te dije? — preguntó, sabiendo la respuesta.

Stan salió de su trance al percatarse del ceño fruncido de Kyle.

— Ah... ¿Sí? — respondió dudoso, a lo que Broflovski rodó los ojos.

— ¡Stan, ponme atención cuando te hablo! Podría ser algo importante. — le reclama cruzando sus brazos sobre su pecho.

— Sí te presté atención. — contradice.

— ¿Qué fue lo que dije? —

— Algo del libro y recoger los hongos. — dice Stan replicando lo que habían explicado antes.

Kyle pasó una mano por su rostro, exasperado y molesto, procediendo a hablar nuevamente.

— En pocas palabras, lo que dije fue que yo haré la parte práctica y tú la teórica. — explicó rápidamente, ganándose un quejido por parte de Marsh.

— ¿Quieres decir que yo voy a leer el libro y te diré si un hongo es venenoso o no? — mencionó el azabache cerciorándose de lo que escuchó, a lo que Kyle asintió — ¿Estás seguro de querer darme esa difícil tarea a mí?— preguntó nuevamente dudoso por la decisión de su amigo.

— Sí, Stan. — aseguró Kyle — Siempre soy yo quien hace la parte teórica y parte de la práctica porque a veces tú no haces bien tu trabajo. — añade, cruzándose de brazos.

Forest || South ParkWhere stories live. Discover now