2. 𝐸𝐿 𝑀𝐸𝑁𝑆𝐴𝐽𝐸 ✔︎

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-Esta demasiado frío—musité a la nada tras probar el latte que me había comprado en la cafetería del instituto.

No me gusta el café frío, y menos en este tiempo.

Pero al menos trataba de no morir de sueño.

-¿Por qué no me has llamado?—pregunta Fanny sentándose delante de mi—siempre venimos juntas.

-Lo se—contesté soltando un suspiro—es solo que, tengo muchas cosas en la cabeza. Y lo olvidé por completo.

-Llevas extraña varias semanas y me estás enloqueciendo—dijo casi levantando la voz—más vale que me digas que narices te está pasando.

Fanny era muy cruda. Pero era precisamente lo que necesitaba en mi vida. Podía describirla como...un golpe de realidad. Siempre me dice la verdad, no importa si duele o no. Y eso para mí, es valioso. Era bueno, porque... sabiendo con quien se había criado...

Le dediqué una sonrisa.

-¿Que?—pregunta confundida.

-Nada—dije volviendo a mi expresión normal—mmm...¿Tú sabias que mi hermana salía con tu hermano?—le pregunté.

-No, no lo sabía y la verdad, lo que haga mi hermano me importa un pepino—dijo tan pancha—¿Por qué?

-Porque estoy cansada de él—le dije francamente—Primero se muda enfrente de mi casa y después decide que mi hermana será su futura esposa. Todo esto me parece molesto, nada más.

-¿Entonces estás diciéndome que la razón por la que actúas así, es porque mi hermano está follandose a tu hermana?—dijo confundida—Porque si es así sinceramente, es una gilipollez. Ellos pueden hacer lo que se les cante, la que pilla sida, es tu hermana. No tú.

-No se trata con quien lo está haciendo—dije bebiendo un sorbo de mi café frío—se trata de donde lo está haciendo. Y la razón por la que lo está haciendo.

-Los genitales de mi hermano no son nuestro problema—dijo robándome el café después de que bebiera el sorbo—A menos que esté molestándote...

De repente vino a mi cabeza, su presunta amenaza con mostrar ese vídeo.

-No—mentí—solo es...insoportable.

-Mientras no te moleste como lo hacía antes...—dijo enfatizando en la última palabra—no hay problema. Solamente, pasa de su culo. Y si te molestan los gemidos de tu hermana, ponte auriculares. Créeme, llevo muchos años sufriendo arcadas por su culpa y esa es la mejor arma qué hay—prosiguió mientras bebía un sorbo de mi latte—Dios...esto está helado Cat—dijo escupiéndolo de vuelta en el vaso.

-Gracias por estropear mi bebida—dije agarrando el vaso con desagrado.

-Lo siento—dijo aguantando la risa—pero...cambiado de tema. ¿Sabes cual es nuestro problema verdaderamente?—me preguntó.

Yo le miré fijamente esperando una respuesta.

-Nuestro problema es que es fin de exámenes, y no hemos sido invitadas a la fiesta de Henry Owens. Sus fiestas son una pasada. Y tenemos que ganarnos esa invitación de alguna forma.

-Lo que ocurre...—le dije lentamente—es que yo ya tengo planes con alguien.

-Si tú apenas te juntas con la gente porque dices que tienes ansiedad social—dijo directa al grano.

-Claro, por eso mismo sería lo mejor para mí asistir a una fiesta donde estará todo el colegio—dije con sarcasmo—prefiero los planes que tenia, gracias.

-Ya—dijo—¿Y quien es el afortunado?

-Baxter—dije mencionando a mi perro.

-No puede ser cierto—dijo llevándose las manos a la frente.

Mi Secreta Debilidad ©  ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]Where stories live. Discover now