Mi Secreta Debilidad © ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]

13. 𝑆𝑂𝐿𝑂 𝑈𝑁 𝐽𝑈𝐸𝐺𝑂 ✔︎

—De...Debería contestar y avisarle que ya..que ya no...—intenté decir mientras éste exploraba mi cuello. No podía dejar de jadear.

—Hablas demasiado...—gruñó—Explícaselo mañana...—balbuceó contra mi cuello. Presioné su cabeza contra éste. Pero la vibración del teléfono no dejaba que me concentrara en el orgasmo.

Darien, harto de la vibración, agarró el teléfono y lo metió en la guantera con desgana.

—¿Pero que...?—dije mirando lo que estaba haciendo.

—No lo conozco pero tengo la sensación de que va a ser peor que tú SIMP...—dijo dijo mirándome mientras me presionaba sutilmente hacia abajo, para que pudiera enterrarme más. Solté un gemido.

—¿P-Porque le dices SIMP a Gabe...?—le pregunté mientras intentaba tragarme los gemidos.

—¿Vas a callarte?—gruñó molesto—Odio las charlatanas...

—Si no contestas...no podré callarme—dije mientras proseguía con los sentones—Contéstame o juro que...ahora mismo...—dije subiendo el ritmo.

—Por ir más rápido, no vas librarte más pronto de mí...—dijo mordiendo su labio—Ese idiota hace lo que sea por unas migajas de tu atención sexual...—dijo despacio—eso es un SIMP...

—N-No...lo conoces...—dije ofendida—Ni a mi tampoco...

—Eso no es del todo cierto, cielo—me susurró en el cuello—Porque yo...soy mucho más íntimo que él, conozco partes de tí que él no...—balbuceó observando mis pechos—¿Sabías que las tienes más grandes que tu hermana?—me preguntó acercándose a mis senos y tocándolos despacio.

—Oh dios, ¡Cierra la boca!—dije mientras mis mejillas ardían. Me tapé por un segundo los senos con los brazos.

—¿Ahora de repente eres vergonzosa?—me preguntó con una sonrisa detestable—Te juro que me encantas...

—Que te den, idiota...—dije mientras me pegaba más a él para que no curioseara esa parte y no pudiera hacer algún comentario al respecto.

Observé cómo él cerró los ojos con una sonrisa. Era pícaro hasta cuando hacía ese gesto. Subí el ritmo para quitarle esa sonrisa tan insoportable de la cara. Inmediatamente cambió la expresión y yo...yo también.

Iba rápido, pero los sentones eran profundos. Gimoteba despacio, aunque realmente quería hacer algo peor que eso. Él clavaba las yemas de sus dedos en mi trasero, subía poco a poco, para sentir todo mi cuerpo. Toda mi espalda, levantando más mi vestido por detrás. Comencé a sentir que estaba estorbando pero para quitármelo debía levantarme y estaba segura de que no me dejaría hacer eso de ninguna manera.

No estaba pensando en nada, no me preocupaba nada. Lo único que pensaba era en que mi cuerpo estaba convirtiéndose en gelatina a medida que seguía enterrándome. Pero...tenía ganas de besarle. Sabía que podía hacerlo si quisiera. Pero para mí iba a ser más gratificante si lo hacía él.

Sin embargo, ese no era el momento para pensar en ello. Uno de los dos estaba al borde de la completa locura. Me encontraba gimiendo en su oído y pegada a su cuerpo. Lo usaba como impulso. Y después de unos segundos, ya no pude más. Me detuve, después de gemir y jadear a partes iguales. Me sentía demasiado bien.
Pero deseaba que no se tratara de él. Porque entonces, no lamentaría tanto que me pasara esto.

Al cabo de unos segundos...me encontré suspirando de forma entrecortada. Oí sus suspiros pesados.

—Quiero que...te gires mirando hacia el volante...—me ordenó despacio.

—Con una condición...—le dije para contraatacar.

—Haz lo que te pido, ¿Vale? Porque sino...pensaré que estás insinuándome otra cosa—dijo agarrándome el mentón con fuerza y mirándome de cerca.