33. 𝐷𝐼𝐸𝐶𝐼𝑁𝑈𝐸𝑉𝐸 (𝗜𝗜𝗜) ✔︎

5.1K 192 16
                                    

DARIEN

Después de literalmente aguantar cada comentario de mi familia, llegó la hora de librarse de todos ellos. Ninguno habló en serio cuando dijeron todas esas palabras sobre mí. Yo lo sabía, no hacía falta que me lo dijeran.

Pero si, a pesar de que no creyera en lo que había dicho mi madre del todo, le agradecí por ese brindis. No era un monstruo tampoco después de todo. Necesitaba sentir lo que me decía y daba igual todas las palabras que dijera o se empeñara en que creyera. Lo único que podía demostrarme que en verdad le importaba, era que me creyera con respecto a mi padre.
Pero eso iba a ser imposible.

Mi madre se había despedido de mí, rogándome que por favor, no destruyera la casa. Con una sonrisa le prometí que no iba a ser una fiesta muy grande. Y eso era cierto, sí que había invitado un par de personas pero realmente tampoco era para preocuparse.

Lo primero que hice cuando todos se fueron fue buscar con la mirada a Cat.
Me había expresado fatal. Había sido excitante, sabía que me deseaba. Pero yo quería que supiera que estaba preciosa. Solo quería que todo estuviese bien, como la otra noche con la magdalena. Pero no, no encontré a Cat por ningún lado. Por lo que llegué a pensar que sí que se había ido. Ariel tampoco estaba.

Solté un gran suspiro. ¿La había espantado?

Y de un plumazo, las ganas de seguir con la fiesta se me habían quitado.

—Playboy...—dijo Michelle.

Me giré y la vi, ahí. Con su bikini. Ya estaba lista para la fiesta.

No la veía así desde el verano pasado. Estaba buenísima. Pero ya no me creaba la misma sensación que me creaba antes. Ya no era lo mismo, no desde que me rompió el corazón. Estaba tirándomela, pero solo era eso, sexo. Y ya ni eso, porque desde aquel beso con Cat...ya siquiera tenía ganas de verla

—Y...¿Me veo bien?—me preguntó.

—Si...si. Por supuesto que sí...—dije retrocediendo.

No quería que me besara, no podía pensar en otra cosa que no fuera la manera en la que me pasé jodiendo mi fiesta espantando a la única persona que me importaba ver en mi cumpleaños.

—¿Por qué retrocedes?—me preguntó mientras me pegaba al cristal.

—Chelle...—balbuceé—Va a venir alguien. Es casi la hora y seguramente mi hermana esté arriba...

—Nos da tiempo de sobra para un polvo rápido...—dijo ella poniendo las manos en mi corbata—No me culpes a mí, culpa a ese traje que...

—Tengo que irme a cambiar, es cierto—dije rápidamente—No da tiempo, Chelle.

—¿Por qué no quieres?—preguntó indignada—Ayer, antes de lo de esa niñata...estabas muy cariñoso conmigo en la ducha...—susurró en mis labios.

En mi defensa, diré que ella fue quien interrumpió mi baño.

—El problema es que ya es la hora y no me he cambiado—dije apartándola despacio.

—No, el problema es que parece que no te queda claro mi medio amenaza del otro día—dijo—Te he visto medio violando a Cat. Sigues detrás de esa cría. ¿Es que te apetece que se me escape que te follas a tu cuñada menor de edad?

—Ya no es mi cuñada, corté con Brisa—dije—No lo hagas ver mal, le llevo dos putos años. Ni que tuviera cuarenta, eso para nada es un impedimento. Y...no entiendo por qué estás haciéndome esto. Pensaba que lo que hiciera no importaba, que eras liberal. Y vuelvo a sentirme como si estuviera con Brisa de nuevo.

Mi Secreta Debilidad ©  ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]Where stories live. Discover now