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4:30 am

La mañana era fría hasta el punto de calar los huesos, pero eso no impidió que las dos chicas salieran de su cómoda y calientita cama y empezar a empacar sus maletas de nuevo, Justo como la han estado haciendo por dos meses recorriendo varios países alrededor del mundo.

Dos meses antes, Chaeyoung y Nancy se despidieron de los Estados Unidos, lugar donde Chaeyoung había estado durante todos esos años sin que Mina tuviera la menor idea.

—¿Todo listo?—Preguntó la pelinegra con dos maletas en mano. Una de color rosa y otra negra.

—Si.—Su novia respondió colocándose los guantes y gorro café sobre la cabeza para así cubrirse del intenso frío que las esperaba afuera.

—Entonces vamos.—Le sonrió antes de encaminarse hacia la puerta.

—¿Chae?—Nancy habló a su espalda antes que pudiera abrir la puerta.

—¿Que pasó?—De inmediato se giró al escucharla—¿Pasa algo? ¿Estas bien?—Preguntó acercándose hasta ella dejando las maletas en al puerta.

—Estoy bien, amor.—Sonrío la chica envolviendo sus brazos sobre los hombros de la coreana. Amba tanto que su novia fuera tan atenta con ella.—Solo quería recordarte una vez más que te quiero con toda mi alma y que estos dos meses recorriendo en mundo a tu lado, han sido los mejores de mi vida... Gracias.—Y ahí estaba ese brillo en los ojos de Nancy que Chaeyoung amaba tanto ver.

—No tienes nada que agradecer.—Con suma delicadeza acarició su rostro sin romper el contacto visual—Ya verás que pronto volveremos a retomar nuestro viaje para así poder ir a los países que aún nos faltan.—Acarició su delgada cintura con ambas manos.

—Te quiero Chae y mucho, mucho...—Dicho esto la atrajo a su cuerpo en un abrazo.—No se que hubiese sido de mi sin ti.—Entre sollozos bajos dijo sobre su hombro.

—No pienses en eso.—La desprendió de su cuerpo despacio—Aquí estoy contigo y siempre lo estaré...—Dijo mirándola a los ojos en tanto limpiaba las lagrimas de la chica con sus propios dedos.—No llores, sabes que me rompe el alma si lo haces...—Continúo limpiando los restos de lagrimas.

—Eres un ángel, Chaeyoung.—Nancy pronunció haciendo que Chae la mirara con atención.—Mi ángel.—Agregó con una sonrisa triste en el rostro.

—Y tú eres el mío...—Le aseguró—No lo lo olvides.—

—Y así será para toda la vida, lo prometo.—Nancy dijo antes de unir sus labios con los de Chaeyoung en un delicado beso y así sellar esa promesa que perduraría por mucho tiempo.

10 minutos después...

—Buen día.—La chica de cabellos cortos saludó mientras se frotaba las manos por el intenso frío que esa mañana hacía.

—Buen día, ¿En que le puedo ayudar?—Preguntó con amabilidad la recepcionista a pesar de haber tenido una pésima noche por culpa del frío y de clientes exigentes.

—Vengo a entregar la habitación 524. Tenía reservación por tres días más pero mi acompañante y yo decidimos retirarnos hoy.—Explicó mirando hacia los lados.

—Claro, no hay problema. Solo debe cancelar por las noches anteriores, firmar esto y listo.—Explicó

—Esta bien.—Y mientras entregaba su tarjeta y firmaba Chaeyoung preguntó con algo de timidez.—Disculpe...—Se aclaró la garganta.

—Dígame.—

—De-De casualidad, ¿Mina está por aquí?—preguntó buscándola con la mirada como lo había estado haciendo desde que salió del ascensor acompañada de Nancy y las maletas.
No sabía que exactamente le diría cuando la viera, solo sabía que necesitaba verla una última vez.

—Oh, Habla de Sharon.—La coreana asintió rápidamente—No, el turno de ella comienzan hasta las 8, o sea en...—Miró el reloj en la pantalla—casi 3 horas.—Informó volviendo su mirada a la coreana que rebotaba sus dedos sobre la madera.

—Ya veo...—Dijo mordiéndose el labio inquieta.—Eh, Oiga, ¿será que puedo dejarle una nota para Sharon?—Preguntó

—Por supuesto, puede usar esto.—Una pequeña hoja de papel le fue entregado. Con algo de prisa la coreana escribió algunas palabras para luego doblar el papel y entregárselo a la recepcionista quien lo recibió con gusto.

—No olvide dárselo, por favor.—pidió.

—No lo haré.—Le aseguró la chica con una sonrisa.

—Gracias.—Fue lo único que dijo antes de salir a toda prisa hacia la calle donde su novia ya dentro de un taxi la esperaba para llevarlas al aeropuerto más cercano.

7:54 de la mañana.

Como siempre Mina llegaba minutos antes de iniciar su turno a diferencia de Momo que llegaba después de las 8 y su pobre compañera Yujin debía esperarla.

—Buen día Sorn.—Mina saludó a su compañera quien se veía sumergida en sus pensamientos.

—Sharon... buen día.—Sacudió levemente la cabeza.

—¿Pensando en alguien especial?—Bromeó la japonesa descoligado su bolso de su hombro.

—No, claro que no...—Río y Mina supo que mentía, conocía a Sorn.—Bueno, el Puesto es todo tuyo.—La rubia dijo estirando los brazos. Había sido una larga noche.

—Que tengas buen día, ve a descasar pero primero desayuna, ¿quieres?—Mina se acomodó en su habitual asiento.

—Lo haré... Dios, casi lo olvido.—Habló Sorn cuando estaba por retirarse.—Una huésped dejó una nota para ti—Buscó en sus bolsillos.

—¿Para mi?—Extrañada Mina preguntó. Jamás nadie dejaba notas para ella.

—Si.—Siguió buscando en sus bolsillos.

—¿Quien?—

—La del 524–Contó—hoy muy temprano dejaron la habitación y se retiraron.—Y entonces Mina tragó mirando hacia la salida. De nuevo Chaeyoung se había ido de su vida sin más. Sin despedirse.

—Ten.—La voz de Sorn llamó su atención. Titubeante recibió la notan entre las manos de la rubia.

—Adiós.—Su compañera se despidió.

Una nota. Una nota era lo único que tenía de Chaeyoung después de años. Mina no sabía que la esperaba en aquel papel.
Con el corazón martillando en su pecho y un nudo en su estomago abrió aquel papel de color blanco perfectamente doblado.

Lamento todo. Espero puedas perdonarme algún día por desaparecer de esa manera. Lamento no haber tenido el tiempo suficiente para explicar todo lo qué pasó.

S. Chaeyoung

Eso fue lo único que Mina pudo leer en la nota haciendo que los restos de su corazón dolieran. Muy, muy en el fondo de su roto corazón tenía la esperanza de leer algo que la hiciera feliz un "Volveré por ti" o un número de teléfono tal vez pero no. Eso no era lo que se esperaba.

De nuevo Chaeyoung se había ido de su vida y ella no tenía ni la menor idea a donde, es más, jamás supo donde había estado todos estos años.

Lastimosamente nada había quedado claro, todas las dudas de Mina jamás fueron aclaradas por parte de la coreana. Todo había pasado tan rápido que ni tiempo les dio para hablar como se debía.



N/A
Últimos capítulos. Como siempre gracias a todos los que me leen.

Inolvidable (MiChaeng)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu