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Dicen que en la vida todos los seres humanos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable. Para la protagonista de esta historia Myoui Mina, ese amor INOLVIDABLE era Chaeyoung. La chica de quien se enamoró la primera vez que la vio atendiendo en el café de su colonia. Mina recuerda perfectamente que cada tarde cuando la veía atendiendo en el café con esa sonrisa radiante que formaban los hoyuelos más lindos que jamás había visto, pensaba que sería maravilloso ser algo más que su conocida, mas que su amiga... Ella se imaginaba mientras la contemplaba desde la última mesa, lo maravilloso que sería poder acariciar su rostro, sus manos, su cabello. Poder decirle lo hermosa que era, lo mucho que hacía latir su corazón con tan solo una mirada, una sonrisa.

Algunos meses después su deseo, su gran anhelo al fin se cumplió cuando Chaeyoung personalmente la invitó a salir al parque una tarde de otoño. Fue en esa primera salida que la chica bajita de ojos felinos le había robado un beso sin que esta se lo esperara, un beso que se duplicó cuando Mina lo quiso de vuelta besándola de vuelta. Fue en ese parque donde las hojas caían desde lo alto de los árboles que Mina y Chaeyoung se habían unido en un solo corazón declarándose la una y la otra. Para fortuna de Mina, ambas compartían los mismos sentimientos. Fue en ese parque, en otoño donde habían creado un amor tierno, sincero, cursi, leal y hermoso. Un amor que años más tarde para Mina se había convertido en todo lo contrario de lo que un día fue.

Durante los años de ausencia de Chaeyoung, Mina siempre mantuvo la esperanza de verla llegar y escuchar de sus labios lo mucho que la seguía amando y que la había extrañado cada segundo de cada año que estuvo ausente, pero no, todo había sido lo contrario a lo que siempre imaginó y esperó. Esas esperanzas fueron pisoteadas por la misma Chaeyoung el día que apareció junto a otra mujer y lo peor de todo era que Chaeyoung se veía feliz y enamorada. Chaeyoung tenía ese brillo especial en sus ojos cuando miraba a la chica, ese brillo que solía tener únicamente cuando su mirada se encontraba con el de la japonesa. Chaeyoung reía y sonreía como solo lo hacia con ella, y eso dolía muy en el fondo porque Mina la seguía amando con todas sus fuerzas.

El día que Chaeyoung se marchó por segunda vez, Mina había quedado destruida, sola y vacía de nuevo. Esta vez Chaeyoung se marchó porque quiso, no porque la hayan obligado como la primera vez. Esta vez Chaeyoung se fue por su propia voluntad y eso había sido aún más doloroso para Mina.

Mina jamás obtuvo respuestas a sus preguntas. Jamás supo el porqué Chaeyoung solo había desaparecido durante años.

Durante semanas por mas que deseó e intentó quitarse de la cabeza a la coreana, le fue imposible. El recuerdo de Chaeyoung se asomaba cada que su mente quedaba libre de cualquier otro pensamiento. Su voz, su risa, su mirada, sus locuras y todas sus cursilerías parecían estar tatuados en ella que le eran imposibles de borrar.

Mina hizo de todo para mantener su mente ocupada y así dejar fuera a la chica, pero eso era imposible cuando muy, muy en el fondo de su corazón los recuerdos de la chica se mantenían vivos.

Mina se preguntó una y mil veces que debía hacer para olvidarla, que debía hacer para arrancarla de sus pensamientos y más importante de su corazón porque su recuerdo dolía a cada día, cada noche, dolía demasiado. Ella se preguntó si era posible olvidar a alguien cuando esta había significado mucho en su vida.
Ella deseaba despertar una mañana y no ser Chaeyoung su primer pensamiento. Desea olvidarla de una vez por todas para no seguir en ese infierno. Deseaba aceptar su olvido y que no doliera como lo estaba haciendo.

Esa noche estaba dispuesta a usar su último recurso de olvido.
Había intentado de todo, más trabajo, citas, ejercicio, fiestas, licor, amigos y nada había funcionado. Pero esa noche por primera vez después de Chaeyoung estaba dispuesta a entregarse a otro cuerpo, a otras manos, a otra piel. Pero justo antes de hacerlo todo se vino abajo, su pequeño intento de avanzar y olvidarla fue derrumbado por la misma protagonista de su sufrimiento. Chaeyoung.

Mina la volvió a ver y sus manos sudaron, su corazón como loco se aceleró. Fue ahí cuando Mina se dio cuenta que hiciera lo que hiciera, Chaeyoung siempre causaría ese mismo efecto en ella. Y se odió a si misma por permitirlo porque la única que sufriría era ella. Nadie más. Lo supo cuando Chaeyoung dijo que venía de parte de su novia.

Mina hubiese querido jamás volverla a ver, que se hubiese desaparecido junto a su novia para siempre, pero ahí estaba de nuevo Chaeyoung entregándole un sobre blanco que no tenía ni la mínima idea de que trataba. Ni siquiera Chaeyoung lo sabía.

Por un segundo Mina quiso empuñar con fuerza aquel sobre en sus manos, quiso romperlo en pedacitos, quiso prenderle fuego ahí mismo en cuanto la coreana se fue. Ella por un segundo quiso seguir con el plan de arrancársela hasta de la piel pero algo la detuvo. La curiosidad. Curiosidad de saber el porqué la novia de su ex le había escrito algo.

Y entonces en esa carta lo supo todo en cuanto la leyó. Todas las respuestas a sus preguntas fueron respondidas, pero no precisamente por Chaeyoung, no. Todo había sido por la mismisima novia de Chaeyoung.

¿Quien lo diría? La novia de Chaeyoung explicando todo lo que había pasado con ella durante los años de su ausencia.

Toda la verdad estaba en esa hoja de papel escrita por Nancy.






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Actualización para celebrar las 10k leídas en "ATERRIZANDO EN TU CORAZÓN".

Gracias x leer. Feliz madrugada...

Inolvidable (MiChaeng)Where stories live. Discover now