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—A lo lejos la pudo ver caminando despacio con las manos escondidas en los bolsillos de su abrigo.—¡Chaeyoung!—La llamó mientras corría como sus piernas se lo permitieron.—¡Chaeyoung!—Volvió a gritar y esta vez la coreana la escuchó girándose en el acto.—Chaeyoung...—Jadeante, con los ojos llorosos, las manos frías y rojas a causa del frío, Mina llegó hasta ella en cuanto la pudo alcanzar—Lo siento, lo siento tanto...—Fue lo único que dijo antes de lanzarse a ella y envolverla entre sus brazos para darle el consuelo que jamás pudo darle cuando todo sucedió. Inmóvil Chaeyoung intento entender que estaba sucedido. Hace un par de minutos estaba allá, comiéndose a besos con alguien y ahora estaba allí al borde de lágrimas.

—¿Mina?—Con delicadeza, la Chaeyoung la despegó de su cuerpo—¿Que pasa?—Preguntó tomándola de los hombros con evidente preocupación al ver las lagriamas de Mina que de nuevo se habían asomando en sus ojos.

—¿P-Por qué no me dijiste todo lo que pasaste todos estos años?—Mina la cuestionó entre sollozos.—¿E-Es por eso que nunca volviste?—Chae la Miró interrogante. No sabía exactamente de qué estaba hablando—Nancy.—Nombró a su ex—E-Ella escribió en la carta todo lo que pasaste estos años.—Dijo. Entonces un nudo subió hasta su garganta. ¿Nancy le había dicho todo a Mina.—Lo siento...—Chaeyoung no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran en el instante—Lo siento mucho...—Y de nuevo Mina la envolvió entre sus abrazos y esta vez Chaeyoung le correspondió. Esta vez, la apretó contra su cuerpo y rompió en llantos sobre su hombro desahogándose de todo el dolor que sentía por dentro. Mina lamentó tanto no haber estado con ella en sus peores momentos. En su interior agradeció a Nancy el haber escrito esa carta para ella ya que sin eso, quizá jamás se hubiese enterado de todo lo sucedido con Chaeyoung.—¿Quieres hablar de todo lo qué pasó estos años?—Mina preguntó después de unos minutos donde ambas solo se abrazaron.

—¿Q-Quieres escucharme?—Chae se limpió la lagrimas. Mina asintió con una sonrisa triste.

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—¿Desean algo más?—La mesera del café donde ambas decidieron ir preguntó mirando a las dos chicas sentadas frente a frente.

—No gracias. Es todo.—Mina fue la que habló ya que Chaeyoung mantenía la mirada clavada en la enorme ventana de vidrio que daba hacia la solitaria calle.—¿Chae?—La llamó—Chaeyoung.—Volvió a repetir.

—¿Eh?—

—Si quieres podemos hablar otro día.—Dijo al ver el estado triste de la menor. No quería forzarla a hablar de las cosas dolorosas por las que tuvo que pasar.

—No. Estoy bien.—Suspiró hondo—Tu-Tu mereces saber todo lo qué pasó estos años que estuve desaparecida.—

—Ok. Pero si sientes que no puedes seguir, esta bien. Entiendo que todo debe ser muy difícil para ti.—

—Gracias Mina.—Dijo apretando por un segundo la mano de la japonesa sobre la mesa para luego soltarla. Mina hubiese deseado tomarla de la mano también, pero no. La chica se alejó tan rápido como llegó—Bien...—Suspiró con pesar—Después de que mis padres me llevaran a la fuerza del país,—Mina tragó al recordar ese terrible día. Por un momento pudo sentir el dolor de esos días quemar su corazón.—mi vida comenzó a ser un infierno.—Mina tuvo que ser fuerte para no soltar lágrimas. Ambas solo eran un par de jóvenes que se amaban profundamente, no merecían pasar por ese infierno.—Durante dos meses discutía a diario con mis padres,—Bajó la mirada a sus manos sobre la mesa—hasta que un día todo eso se acabó.—Por un momento se quedó en silencio solo mirando sus manos, recordado aquellos momentos. Mina esperó.—E-Ese día mis padres y yo íbamos en auto por la autopista. Mi padre tenía al fin tenía una entrevista de trabajo y mi madre quería aprovechar ese viaje para hacer unas compras. Yo... Yo como todos los días estaba molesta con ellos. Yo... yo les grité...—Apretó sus puños—Le grité que quería volver a Corea, que los odiaba por haberme llevado contra mi voluntad a ese país desconocido...—Su voz se fue quebrando—e-entonces papá volteó por dos segundos hacia mi, ¡dos segundos Mina!—La miró con los ojos húmedos y llenos de dolor—pe-pero esos dos segundos bastaron para que de la nada apareciera un camión y se estrellara contra nosotros...—Recordó con lágrimas deslizándose por sus mejillas. Mina se cubrió la boca con sus dos manos incrédula—Y-Yo de-desperté dos semanas después en un hospital...—Sollozó—c-con la noticia de que mis padres habían muerto en el accidente... Yo fui la culpable Mina.—Se culpó empuñado sus manos mientras lloraba ahogadamente.

—No, no, no.—Mina se apresuró a decir—No digas eso.—Sobre la mesa se atrevió a tomar su mano sobre la mesa.

—E-Ellos se fueron de un momento a otro.—Sollozó—Se fueron dejándome en un país desconocido, con gente desconocida.... de... de no haber sido por Nancy en este momento estaría muerta al igual que ellos.—Contó en medio de sollozos e hipidos y Mina no soportó verla sufrir un minuto más. Soltó su mano sobre la mesa y  con decisión se levantó de su asiento para luego sentarse a un lado de Chaeyoung para así poder envolverla entre sus brazos nuevamente.

—Tranquila... tranquila.—Susurró sobre su hombro mientras frotaba su espalda con ambas manos.

—Estoy sola Mina... Nancy se fue...—

—Oye, oye—Mina tomó su rostro con ambas manos—No estas sola, me tienes a mi...—Sonrío con dulzura intentando calmarla. Le partía el alma verla llorar y ahora que sabía toda la verdad, se sentía estupida, idiota por haberla maldecido varías veces ya que creía que Chaeyoung la abandonó.—Ven aquí...—De nuevo la abrazó dejando que la chica sacara todo el dolor que llevaba por dentro.

—Nancy no merecía morir,—De ella se despegó limpiando sus lágrimas—E-Ella era un ángel, mi ángel—Mina sintió un puñetazo seco en el estómago—no merecía que esa enfermedad se la llevara.—Siguió hablando después de un momento.—Desde el primer día que la conocí en el colegio, ella me enseñó a hablar en ingles para que yo pudiera entender a los demás.—Sonrió—Dos meses después, mis padres murieron en ese accidente y la única que me acompañó en todo momento fue ella... y... y ahora se ha ido...—Mina acarició con delicadeza su mejilla con una mano a pesar de que por dentro estaba sufriendo.

—Nancy. Ella en esa carta me pide que cuide de ti.—Una pequeña risa escapó de la menor. No podia creer que su novia ni estando muerta dejara de preocuparse por ella.

—Eso no va a ser necesario, Mina.—Le dijo ya más calmada. La japonesa bajó la mano—Ella me enseñó a ser fuerte y eso haré.—Suspiró hondo—Te agradezco que hayas tomado en cuenta sus palabras, pero...estaré bien.—Una pequeña sonrisa le regaló.

—¿Te quedarás... e-en Corea?—Mina tomó su mano con una mínima esperanza de que lo hiciera, porque aún la amaba, jamás dejó de hacerlo. La seguía amando con todas las fuerzas de su alma y le encantaría poder recuperar todos esos años perdidos, pero un "No" salió de los labios de Chaeyoung, rompiendo en miles de pedazos sus ilusiones. Un NO que dolió hasta en lo más profundo de su alma.

—En un par de horas tengo un vuelo.—Mina la soltó despacio—Debo ir a Singapur.—Mina asintió enderezándose hacia el frente sobre el asiento. La pobre japonesa estaba haciendo un esfuerzo enorme para no ponerse a llorar frente a ella. ¿Por qué no la dejaba de amar de una buena vez por todas? ¿Por qué no aceptaba de una buena vez que Chaeyoung dejó de amarla hace mucho tiempo?—Quiero terminar el viaje que Nancy y yo iniciamos hace unos meses desde los Estados Unidos. Nos propusimos visitar toda Europa y Asia.—Contó también enderezándose hacia el frente.

—La quieres, ¿No es así?—Mina preguntó cabizbaja. Ni siquiera sabía porque había hecho esa estupida pregunta si ya sabía la respuesta.

—Si.—Sin titubear respondió.—La quiero muchísimo. Ella tendrá un lugar muy especial en mi corazón siempre.—Cada palabra estaba siendo una puñalada para el corazón de Mina.

—E-Espero que logres culminar con bien tu viaje.—Logró formular mientras fingía una sonrisa para ella. Era hora de irse. No había nada más que hacer allí. Chayeoung ya había dicho todo.—Y-Yo creo que d-debo regresar a mi casa—Chae asintió, supuso que su acompañante la estaba esperando. No debió aceptar que ese café.

—Agradezco que hayas venido.—Se puso de pie antes que ella y allí Mina terminó de entender que lo suyo con ella terminó ese último día que se vieron.

—N-No es nada.—

—Cuídate. Que estés bien siempre.—Le sonrió levemente posando una mano sobre su hombro. Mina asintió y sonrío con tristeza. Tenía ganas de abrazarla, pero se contuvo . No tenía caso destrozarse más a si misma.

—Adios Chaeyoung—Tragó el nudo en su garganta. "Eres y serás el adiós más triste de mi vida, Chae." En silencio le dijo.

—Adios Mina.—Y con esas dos palabras, su historia de amor finalmente terminó.
Una historia que permanecía abierta, pero que esa noche tuvo su punto final.

Un punto final que le dolió más a Mina que a Chaeyoung.




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Inolvidable (MiChaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora