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Nina estaba junto a los detenidos, iban directo al aeropuerto para su extradición. Tatareaba una canción en su cabeza mientras su cara se veía totalmente seria. La Volkov le dio una mirada a Neves esta mantenía su mirada en Toretto haciéndola fruncir su ceño.
El radio de Hobbs sonó.—Si, vamos para allá, que nos vean en el aeropuerto cuando aterricemos.—Unos segundos después.—¡Emboscada!—Grito Hobbs, antes de que el coche fuera explotado por el hombre que estaba en el techo de una casa. El grande auto en el que estaban paso por encima de un coche, moviendo los bruscamente.
La rusa se dedicó a cerrar los ojos. Los disparos eran frecuentes.
—¡Avancen! ¡Cúbreme! —Le pidió Hobbs al piloto. Hobbs se giró para verlas.—¡Que no escapen!
La rusa trataba de calmarse. La rusa suspiró fuertemente.—Dame la arma.
—Debemos vigilarlos.
—¡Dame esta maldita arma, Elena!—grito hacia ella, la agente asintió sorprendida. La rusa tomó la arma y salió, los disparos no cesaban, se cubría. Un hombre que trataba de atacar a Hobbs, la chica lo detuvo disparándole. Hobbs le agradeció con asentimiento. Volkov siguió a Hobbs, cargo de nuevo su arma disparándole al equipo contrario, la chica sintió como alguien le disparaba en el abdomen, pero no le impidió seguir avanzando. Nadie se dio cuenta un hombre a sus espaldas había lanzado un lanza-granadas hacia el auto haciendo que explotara, la rusa voló por los aires al igual que Hobbs.
Nina.
Mis oídos zumbaban, mis ojos estaban nublados, mi cabeza y cuerpo dolían.
Regresando a la realidad, solté un quejido de dolor. Logré ver unos hombres, estaban dispuesto a matarnos y yo ya lo había aceptado. Pero alguien fue más rápido y les disparo primero. Toretto y sus amigos, nos había salvado. Alguien me tomó del brazo.
—Descuida, estás bien.—No podía reconocer la voz. Yo asentí distraída, todavía no me podía recuperar. Sentí como me subían al auto, solté un quejido de vuelta.
[...]
Ya me había recuperado,algo, estaba recortada en la pared de la camioneta.
—Oye Dom.—Escuche la voz, todavía estaba lejana.—Tienes que conocer a mi hijo. Nico.
—Lo haré.—Afirmó.
—Es un gran niño.—Si no estuviera así, lo podría ayudar.—Lo bautizamos en tu honor. Dominic.
—Tienes mi palabra, Vince.
Mi vista empezaba a nublarse.—Hobbs...—Murmuré.
Omnisciente.
La vista de la chica comenzaba a nublarse.—Hobbs...—Murmuro atrayendo las miradas hacia ella.—Me duele.—Dijo tocando la parte donde le habían dado.
