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Nina Volkov y Deckard Shaw pasaron por esa puerta donde todo el equipo se había reunido, precisamente al final del edificio. Deckard cargaba con el pequeño bebé de Dominic.
Deckard miró a Nina y está le asintió con una pequeña sonrisa, el hombre le sonrió y se dirigió hasta Dominic.
Nina miró como Deckard hablaba con Dom, y Hobbs la miro.
—Lo siento.—se disculpó rápido la rusa al acercarse al hombre y a Sam, después de aquella misión no se contactó con ninguno de ellos.
—Está bien.—la sonrisa del hombre se borro.—No te vuelvas a ir así, niña. Ha la próxima te encadenaré para que no cometas locuras.—la apuntó, segundos después sonrió y atrajo a Nina en un abrazo.—Me alegro que estes aquí a salvo, y me alegro que por fin hayas aceptado esos sentimientos con aquel hijo de perra.—la rusa se alejo y lo miro con cara seria.—Es broma.
Nina río, y se dirigió a Sam, ambas se abrazaron.
—Te extrañe, lo siento por no llamar, no tengo celular de cualquier forma.—bromeo.
—Está bien.—se alejaron, Sam se acercó a susurrarle a Nina.—El es demasiado guapo.
Ella soltó una risa.—Solo un poco.—le guiño el ojo a Sam.—Ahora vengo.
Ella se dirigió hacia Tej y Román.
—¡Pero miren quien apareció, Lady espía está aquí!—grito Román con una sonrisa.
—Me alegro que estes con bien, Nik.—Tej le compartió una sonrisa que la rusa aceptó.
—Lo siento por no responder llamadas.—se dirigió hacia Roman.—Aunque no se porque me hablaste tú, no te contestaría de todo modos.—el hombre borro su sonrisa.—Gracias por preocuparse.
—Nik, ¿podemos hablar?—la rusa asintió con rapidez, miraron a Román y este se ofendió.
—Siempre hay falta de respeto.—se fue refunfuñando.
—¿Que pasa?
—Nos enteramos que tú madre está viva, ¿estas bien?—la rusa se quedó callada por unos segundos.
—Creo que estoy bien, fue algo difícil de procesar todo esto, ya sabes... ella para mi siempre estuvo muerta, de la nada aparece en...
—En el avión donde trabajaba Cipher.—Ella asintió.—¿Confías en ella?—él le preguntó con cuidado.
No era la primera vez que escuchaba eso, Deckard ya se lo había cuestionado una vez, pero ella no supo que contestar
—No lo sé, supongo que el tiempo lo dirá.—se alejó de Tej frotando sus palmas con el pantalón que llevaba, sus manos habían comenzado a sudar, ¿podía confiar en su madre ahora que ella apareció después de tanto tiempo?
