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Omnisciente.
—¿Tu eres una Black Widow?—Cuestiona el Roman emocionado.
La rusa rodó los ojos.—Que importa, vamos atrapar a ese idiota.
—Lady espía, ahora es Lady Widow.—Dice le Roman emocionado hacia Tej que todavía estaba un poco sorprendido pero sigue hackeado el sistema de Owen.
—Ahora no hablaremos de eso, debemos atrapar a ese hijo de perra.—Dijo Brian con rabia.
—Bloquee todas las señales de comunicación.—Celebró Tej.
—¡Listo, vámonos!
La rusa acomodaba su chaleco, se había puesto su traje especial para esto. Puso su arma en la parte trasera junto a sus navajas en sus piernas, siendo sujetadas por el cinturón especial para eso.
—Yo iré con ustedes.
[...]
Todos estaban yendo hacia la pista de aterrizaje donde Owen Shaw y Riley Hicks se irían.
—De acuerdo, ¿por que yo debo de estar aquí?—Pregunto la rusa tanto confundida por el hecho en que la hayan enviado con Gisele y Han.
—Ni nosotros lo sabemos.—Le respondió Gisele.
Han manejaba a toda velocidad en la pista, chocando un auto de paso haciéndolo detenerse.
—Ponte debajo del ala, si le damos al aleo tal vez evitemos que despegue.—Ordenó la rusa sacando su arma.—Sabes que pensamos igual, y eso me gusta de ti, Gisele.
Han hizo lo que se ordenó. Las dos cargaron su arma.
—Ten mucho cuidado.
—Sabes que hacemos esto.
—Yo también tendré cuidado.—Dijo la rusa con sarcasmo.—No te preocupes, Han, yo la cuidare.—Le manda un guiño egocentrico.
La rusa abre la ventanilla de arriba y sale por esta. De respeten un carro se acerca enganchándolos, haciendo que la rusa casi caiga de el.
Nina respiro profundo, disparo al auto pero no le daba y se desesperaba. Ella era la mejor en puntería cuando estaba en la Black Room y ahora no puede darle a un hombre. El auto se inclinó haciendo que Nina se resbalase pero se alcanzó a tomar de la ventanilla.
—¡¿Que esta pasando?!—Grito la rusa aún sosteniéndose.
—¡No lo se!—Le grito de vuelta Gisele.
Volkov con sus fuerzas se sujetaba, no podía estar así todo el tiempo, se cansaría.
—¡Toma mi mano!—Grita Gisele sacando la mano para que la tomara.
Nina hacia el esfuerzo para alcanzarla, por fin la tomó. Gisele con todas sus fuerzas la adentró den nuevo al coche.
—¡Dios! ¡Eso fue genial! Gracias.—Agradeció después de que Gisele la viera como loca.
