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Después de lo sucedido en Los Ángeles. Luke Hobbs prácticamente adoptó a Nina como alguien más de su familia. Sam, la hija pequeña de Hobbs le tomó un gran cariño a la ex espía rusa.
Nina aprendió tanto con Sam, como jugar fútbol, saber que película es mejor que otra. Sam ayudó demasiado a Nina a poder adaptarse a la nueva vida que la mujer tenía. No más misiones, ni asesinatos, ni carreras de autos, y mucha más práctica de fútbol.
Sam en tan solo poco tiempo le tomó tanto cariño a Nina, algunas veces se le escapaba decirle tía, o Lina. Aunque Nina al principio se sentía extraña se acostumbró.
Luke y Nina llevaban un relación como hermanos. Luke le enseñó a cocinar a la ex espía, aunque la mujer sabía cocinar solo platillos rusos.
Nina mantenía contacto con el grupo. No como antes, pero ella y Tej se llevaban demasiado bien. Era imposible que ambos no hablaran.
—Nos atacarán con todo lo que tienen a la mano. Así que entraremos a máxima velocidad, neutralizaremos al rival y luego pasaremos a nuestro objetivo. Hay dos cosas que deben de tener en mente.
—¡Número uno! ¡Elegimos este equipo por que son las máquinas de guerra mas poderosas del planeta! ¡Y número dos! ¡Salgan y hagan su trabajo y arrasen con todo! ¡Sin piedad por nadie! ¡Habrá manicura más tarde! ¡Para todas ustedes!.—Nina iba vestida igual que el equipo.
Todas las niñas del equipo gritaron emocionadas. Nina soltó una gran carcajada.
—Muy bien.—Luke chocó puños con su hija.
—Serás la mejor, no hay una "suerte" que decir, porque la suerte es para los perdedores.—exclamo Nina. Sam asiente con una sonrisa divertida.—Suerte.—se burla Nina. Hobbs comenzaría su baile extraño. El hombre la mira con sus ojos entrecerrados.
[...]
—¡Listas niñas! ¡A jugar!—el hombre grita hacia el equipo.
Nina le da una pequeña sonrisa.
—Eso fue divertido.—señaló la cancha.
—Eres una pequeña traidora. Sabías la coreografía.—la señaló. Nina ríe de el.
—¡Quedan dos minutos chicas!—la rusa les hace saber.
—Cuantas animadoras hay aquí.—el hombre de traje y gafas señala con sus cejas las gradas.
Nina y Luke giran al mismo tiempo. Algunas madres le hacían mala cara a la rusa. Pero la mayor parte miraban a Hobbs.
—Oh, si. Son las madres de las niñas. Vienen a apoyar a sus hijas.
—Parece qué hay más madres que niñas.—los dos miraron al hombre confundidos.—Muchas más.—recalcó.
