Estoy en el departamento alistándome para salir.
Mi teléfono suena y me extraño al ver que es Vanessa.
—Buenos días, Vanessa.
—Hola, Tommy ¿Estás muy ocupado hoy?
Me deja pensando eso. Ella debería recordar que trabajo, pero la escucho un poco desesperada.
—No para nada ¿Necesitas algo?
La escucho suspirar.
—No te pediría esto, pero estoy desesperada, tengo que ir a una entrevista de trabajo, mis padres van a salir, Sharon igual y Layla está ocupada, no tengo a nadie con quién dejar a Cindy.
Me está pidiendo cuidar a Cindy. Tengo una sonrisa en mi rostro.
—Yo la cuidaré, no te preocupes, la iré a recoger en 10 minutos.
Corto la llamada antes que Vanessa se arrepienta. Le pasó un mensaje a Derek que no iré hoy.
Me preparo rápido y salgo.
Estoy feliz.
Vanessa está confiando más en mí.
Llego a su casa y pasa lo mismo de siempre. Cindy abre la puerta y corre a recibirme.
—¡Tommy!
—¡Hola, princesa!
La cargo, me da un abrazo y un beso en la mejilla.
Vanessa está en la puerta mordiéndose las uñas.
—¿Te llevo?—Le pregunto.
—No es necesario.—La veo dudar.—Quizás...
—No, es una entrevista de trabajo. Confía en mí.
Ella asiente.
—¿Llevamos a mami?
—Sí.
Le sonrío a Vanessa.
—Vamos, Vanessa.
—Tommy...
—Déjame llevarte, llegarás más temprano ¿Dónde es la entrevista?
—En la empresa Greenwood.
Supongo que sí tomó en cuenta mi sugerencia. Espero de verdad que Cody le dé empleo.
—De acuerdo.
—¿Cómo sabías de esa oferta?
—Mi trabajo es en una empresa, siempre buscan secretarias.
—Pero fuiste específico en ella.
—Porque conozco la reputación de todos. No quiero que te pase nada malo ni que se sobrepasen contigo, cariño.
Les abro las puertas a las dos y arranco. Vanessa se ve notablemente nerviosa. Le tomo una mano y le doy un apretón.
—Lo harás genial.
—No sé que se debe hacer de secretaria y no terminé la universidad.
—Tomar llamadas, organizar papeles, agendas, avisar si llegan visitas, atenderlas, ayudar a organizar reuniones. Eres una mamá, puedes hacerlo.
—¿Qué tiene que ver eso?
—Eres organizada y no vas a dejar que te pisoteen.
—Estoy nerviosa.
—Lo harás bien. ¿Por qué la niña no va a la escuela?
—Hay reunión de maestros.
La dejo.
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Un nuevo comienzo.
Romance-¡No te vas ha acercar ni a mi hija, ni a mi mujer! ¡Sobre mi cadáver! Él se encontraba perdido, triste y sin esperanza. Anhelaba dejar de sentirse así. Hasta que una personita chocó con él y su mundo cambió. Él ya no estaba triste, pero ella tenía...
