Capítulo 12.

609 102 14
                                    

—Tommy.

—¿Sí, Vanessa?

—¿Por qué no me dices Nessa o Ness?

Sonrío.

—Me gusta tu nombre completo y como no todos te dicen así, me gusta ser el único.

—¿Por qué te dicen Tommy?—La veo sonreír.

—Me gustaban mucho los Padrinos mágicos, siempre desee tener a Cosmo y a Wanda, entonces pensé que si me llamaba Tommy, muy similar a Timmy Turner, tendría mis padrinos mágicos.

Ella se ríe y me gusta escucharla, pero se tapa la boca y ve a Cindy dormida en nuestras piernas.

—Me gusta hacerte reír.

—Esa fue una buena historia.

Hace una semana hacemos esto, vengo y le sigo enseñando a Cindy algunas canciones, le dije que practiqué más.

Me quedo un poco hablando con ambas y luego me voy, sin embargo hoy me quedé a ver una película que se convirtieron en tres películas, como resultado Cindy se quedó dormida en nuestras piernas y Vanessa empezó a preguntarme más cosas.

Me habría ido, pero sus padres están en una cena con Sharon y Carlos, por lo que no quiero dejarlas solas.

—Tommy.

—Dime.

—Siento miedo.—Me confiesa.

—¿De qué?

—De que un día te marches, Cindy te adora, le habla a todos de tí y yo... Me estoy acostumbrando a tenerte aquí, cerca de nosotras.

—No quiero que te acostumbres, quiero que te guste o lo quieras.—Le hago saber.

—Es difícil para mí.

—Lo sé, por eso acepté ir a tu ritmo.

—Pues te irás pronto de ser así.—Baja la mirada.

—¿Segura? Porque hace días me dijiste que me alejara, luego me pediste que volviera.

Eso parece hacerla pensar.

—No te quedaste a insistirme ¿Por qué no?

—Vanessa, lo que más quiero ahora es quedarme contigo y con Cindy, pero sé que tienes una hija a la que cuidar y proteger, también tienes que hacer lo mismo contigo. Si hubiera insistido es cuando más me habrías alejado, así que solo te di tu tiempo y tu espacio.

—Entonces, si yo te digo de nuevo que te alejes...

—Me alejo.

—Si te digo que te quedes...

—Me quedó.—Le sonrío.

—¿Y si te digo que me beses?

—Lo haré con mucho gusto.

Me acerco poco a poco a ella, para no despertar a Cindy y dejar que Vanessa se acerque.

Cierra los ojos y se acerca. Alguien hace sonar unas llaves y abren la puerta.

—No puede ser.—Susurra Vanessa.

Le doy un rápido beso que la toma de sorpresa.

—¿Nessa?—Escuchamos la voz de Sharon.

—En la sala.

Sus padres, Sharon y Carlos entra.

—¿Qué haces aquí?—Me pregunta Carlos.

—En primer lugar, la niña está durmiendo, baja la voz, y segundo, no iba a dejarlas solas.

Me ve con mala cara, pero Sharon le da un golpe en el brazo.

Un nuevo comienzo.Where stories live. Discover now