Regreso a la Port Mafia

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Sus días de "Resfriado" habían terminado. Debía ir a trabajar, y para eso, se vendaba bien su vientre y abdomen de manera que su pequeña protuberancia no fuera visible para nadie.

El feto aún era del tamaño de una frambuesa, y según estudios recientes, se encontraba en excelentes condiciones de salud, lo que, pese a todo, era una buena noticia para Chūya.

El pelirrojo no apretaba tanto las vendas, no aún. Apenas era su segundo mes de embarazo y no era muy notorio. Las dejaba flojas para que su pancita estuviera libre y sin problemas.

— Mi Ryūnosuke o mi Rini es muy pequeñito. Y pensar que en unos meses le estaré comprando ropa miniatura.

Acariciaba con delicadeza su vientre, mirándose al espejo. Sonreía. Su embarazo ya no era tan negativo como los primeros días en que se enteró. Era un adulto, tenía el dinero suficiente para mantenerlo en caso de quedarse con él, el problema era: ocultarlo de todos y de Dazai. Si Dazai se entera de esa criatura, seguramente querrá cuidar de él y sacarlo a la luz.

En ese momento, recibió un mensaje de su médico. Se trataba de su bebé. Olvidó decirle algo muy importante sobre su embarazo.

No era un sólo bebé en camino, sino tres. Tendría trillizos. ¿Cómo se supone que ocultaría a tres niños del mundo?

Su temor inicial regresó.
Subió a su motocicleta, y siendo cuidadoso, empezó a conducir con destino a la sede de la Port Mafia.
Debía ser precavido de algún choque o caída que podría ser perjudicial para él y sus bebés.

— Me quedan siete meses más de cargar con ustedes. Por favor, no me causen malestares frente a Mori-san y los demás.

Después de un rato, llegó a su destino, la Port Mafia. Se quitaba el casco para acomodarlo en su casillero, sin darse cuenta de que mientras se estiraba para alcanzar su casillero, su camiseta se levantó un poco y dejó a la vista la venda que rodeaba su cintura.

— Chūya... ¿Te lastimaste? ¿Y esa venda?

De nuevo, Dazai había aparecido. Lo hizo sentir nervioso, pero no debía descubrirse tan rápido, es más, no debía ser descubierto nunca.

— N-No, digo, sí... M-Me caí mientras me bañaba hace dos días y el médico me recomendó una crema para dolor y envolverme una venda en la cintura.

Inventó.

Dazai se aproximó a él para abrazarlo con todo el cariño y amor del mundo, siendo bastante tierno. Besó su frente, y acarició su cabellera.

— Deberías tener más cuidado, mi Chūya. Un día de estos me quedaré sin chibi.

— O-Oye... No te dije que terminamos...

Se quejaba con sonrojo, correspondiendo al abrazo.

— Sí, pero yo no terminé contigo.







Será la primera vez que pondré a Ryū, Gin y Atsushi de trillizos y hermanitos. Los dos primeros serán muy similares, mientras que el tercer bebé también su trillizo saldrá albino. Cosas de la naturaleza por las habilidades, así le pondremos a esta ficción xd.
Digan algo ;-; me siento sola TwT

MAMÁ CHŪYA [SOUKOKU]Where stories live. Discover now